IDEOLOGIA CONSERVADORA EN EDUCACION

 Introducción

Todo el siglo XIX mexicano y particularmente el surgimiento del nuevo Estado independiente, en medio de invasiones extranjeras, perdida de territorio y expulsión de regentes que fueron considerados como vendedores de patria, además de las interminables guerras, surge un ideal especialmente, por la polaridad entre dos maneras de concebir al país: por un lado, la de las facciones o partidos políticos.

Si analizáramos tal como los entendemos hoy, quizá sea un poco anacrónico y algo complicado, pero desde esos tiempos ya existían ideologías progresistas que no lejos de seguir dependiendo de una colonia más de España se dieron a la tarea de generar cambios en el país mientras solo se podía ser el liberal y conservador se disputaba el gobierno mexicano. Ambos títulos, “liberales” y “conservadores”, eran, desde entonces y a lo largo de toda nuestra historia, hasta el siglo XXI.

Cabe mencionar, que aun perteneciendo a distintos bandos ideológicos, el concepto de los más conservadores en la imposición de un sistema jerárquico tradicionalista, en tintes de liberalismo, persistió debido al nacionalismo que lo caracterizaba, es decir:  no se puede ser conservador exclusivamente, el lineamento ideológico podía perderse en la conservación inmutable y obstaculizar hacia la dirección de cambios benéficos para el país, e incluso en el uso y la garantía de los mismos privilegios.

El sentido de análisis crítico situacional existencial y humanista hasta en este tiempo se encargará de recoger y asumir debates para defender causas e ideologías siempre cambiantes y no del todo conciliables y que otros utilizarán para encasillar, es decir:  ligarlo con el legado ideológico y achacarle una responsabilidad histórica, muchas veces negativa, del bando opuesto, o al que se pertenezca. Nada tan útil en la revuelta política mexicana, por lo general exenta de debates serios y de altura, como descalificar, al contrario, y sobre todo, si consideramos que la historia y la filosofía política mexicanas han sido más que propensas a ver todo en blanco y negro y juzgarlo implacable.

La finalidad de este trabajo es consistente en el análisis de la postura ideología conservadora indagando en sus contradicciones de las cuales se ha generado todo un contexto controversial y conspiraste, por elites liberales, por ello surge la cuestión si el conservadurismo es bueno o malo para el sistema en referencia de la educación durante el segundo imperio, haciendo un contraste de valoración de la misma en México

Antecedentes en México de la ideología conservadora

contexto situacional en Europa

México era una colonia española gobernada por el antiguo modelo de régimen monárquico, cabe señalar  que la mayoría de los principios ideológicos se deben de origen de un sistema en aras de estabilidad sociopolítica y cultural, no obstante las ideas europeas  concebían perseguir una tendencia progresiva en vías de desarrollo como fue lo que dio inicio a la búsqueda de una nueva colonización que buscaba la expansión de la España antigua, no olvidemos que en el contexto de la situación del siglo  XV y XVI existía una crisis que orilla al beneficio económico y mercantil de la época, mediante la exploración y explotación de territorios conquistados, para la plusvalía de las elites de la burguesía, el clero, y la nobleza, la creación de nuevas invenciones en el origen de la imprenta con enfoque de prensa y medios periodísticos, debido a la gran influencia del renacimiento y la ilustración para la  época también buscaba socialmente la adaptación de un sistema de feudalismo como estrategia de la administración de recursos de impuestos y en la expansión del territorio colonizado. Como tal los privilegios eran enmarcados bajo el régimen de la iglesia y la participación de la monarquía en el gobierno circundante para el pueblo mexicano

Principalmente estas elites no carecían de un título progresista, hasta al menos antes de la colonización, más sin embargo con el paso del tiempo el precepto fue cambiando al ser trasgredido el lugar de injerencia como los bienes adquisitivos o el empoderamiento. Por consiguiente, de la protesta de muchos grupos civiles que en su descontento derrocarían todo ideal conservador elitista que en su momento fue progresista para la colonización, pero conservadora en la preservación de sus mismos intereses.

Es así que la mayoría de los conservadores de la época, al ver y sentir la estabilidad que brindaba el derecho y privilegio de ser parte de la ideología de nobleza o el clero  basaba esencialmente su  convicción en que se debía encontrar un sistema político que conservara el principio de la creencia en un dios religioso y que por ende también justiciaba los bienes físicos en la vida como los principios fundamentales incluso de la sociedad,  el principio de la propiedad, el principio de la familia, el principio de la moralidad y moderación política, las nuevas injerencias que se tenían que hacer cargo del país, cientos de manuscritos que esclarecían el panorama para el sistema político mexicano.

En su contraparte los primeros ensayos constitucionales como el de 1824 con la constitución de Apatzingan y con ella la independización, no solo trataban de reflejar la voluntad de los asociados, sino de poner en marcha acciones para la soberanía del país, aunque de una manera más primigenia.

Como lo declara el pasquín mexicano: “Ya no es tiempo de disputar sobre los derechos de los pueblos: ya se rompió el velo que los cubría; ya nadie ignora que en las actuales circunstancias reside la soberanía en los pueblos”. Mismos que se ven reflejados en el proyecto mexicano venidero.

Por otra parte cabe señalar que no hubo un pensamiento conservador-tradicionalista que se promovía como ético durante las primeras décadas independientes, y que no se formó un proyecto político propiamente conservador hasta que Lucas Alamán analiza el fenómeno con gran precisión, poniendo de relieve su parentesco con los clubes de la Revolución Francesa y es asi que empieza a generar los fundamentos propios de una ideología conservadora, como organización política, a raíz de los continuos descontentos y ataques liberales en México

A finales de los años 30 cuando José María Tormendeli define más las características y diferencias de ser conservador o conservador tradicional (radical) la religión toma también el papel de importancia como principio fundamental de las sociedades

Los conservadores con tintes liberales, no radicales  por su parte constituyen también  una elite intelectual pero es más consiente de ser lo que difícilmente podría disolverse en un movimiento, utilizando remedios democráticos y en la democracia hacia la regeneración de la sociedad con una preferencia con el orden público y jurídico dando consideración a la región como una constitución aportadora de ideas no solo religiosas si no políticas, también como el desarrollo que después impulso al  positivismo y un gran deseo por percepción del futuro de la sociedad así como el deseo de la protección a las instituciones gubernamentales impulsando al estado capital y buscando medios para progresar mediante posibilidades desde las más enérgicas hasta las más simples.

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