INCIDENCIA DEL GROO MING O ACOSO SEXUAL UTILIZANDO TICs.

El groo Ming son destrezas y acciones que realiza una individuo adulto con el fin de comenzar amistad y ganarse la confianza de un menor a través de Internet, y con el objetivo de preparar un encuentro sexual con el menor y conseguir imágenes eróticas, sensuales o pornográficas.

Una vez iniciado el proceso y cuando el acosador ha logrado el material delicado del menor, el acosador comienza a chantajearle con el fin de atemorizar y conseguir un encuentro íntimo con él, con fines más que inciertos.

Este tipo de acoso también se realiza a través del teléfono móvil y mediante distintas estrategias de seducción emocional. Los padres y madres han denunciado que el groo Ming es uno de los problemas derivados de Internet que más les preocupa.

Pero no existen suficientes datos para conocer la incidencia de este nuevo tipo de acoso manipulando las TIC. La cifra de denuncias no responde a la realidad del acoso. Lo que sí está claro es el gran daño que puede causar al menor.

El menor no ve el riesgo. Puede empezar como el juego de hacerse fotografías frente al computador y luego mandarlas, publicarlas en portales específicos para colgar fotos. La participación prolongada en estos juegos puede acostumbrar al menor y hacerle perder esa visión de riesgo que tampoco tuvo clara. De ahí a que no haya ningún problema en mandar fotos a gente conectada que se hace pasar por amigo, sólo hay un paso. Lo demás sigue sólo.

Las cámaras digitales, scanner y los celulares con cámara, la posibilidad de enviar imágenes personales a Internet es cada vez más accesible para los jóvenes. Situación que se potencia gracias al acceso a comunidades virtuales como Messenger, my space, Facebook, entre otros, desde donde pedófilos -adultos con inclinación sexual hacia niños y jóvenes- escogen a través de miles de perfiles a su próxima víctima; especialmente del sector más vulnerable, entre 10 y 15 años, pero el principal filtro es la educación a los menores, tanto hombres como mujeres. La gran debilidad se genera por falta de conocimiento y comprensión con respecto al tema. Por lo tanto el rol elemental de los padres es inculcarles conciencia de los riesgos que deben evitar y estar al tanto a las señales de alerta que den sus hijos.

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