India débil

El mundo se vuelve multipolar

Punto 1

Que Asia está modificando la balanza global entre las potencias es un hecho. Después de dos siglos de hegemonía occidental, el turno es para las economías emergentes. Goldman Sacks ha publicado un informe en el que prevé que el grupo BRIC integrado por Brasil, Rusia, India y China será el líder económico la década próxima y sustituirá a Occidente en el sector financiero. La simplificada división Norte-Sud dará pasó a una nuevo mundo multipolar, más complejo, en el que otros mercados habrán ganado atractivo y protagonismo. Estas cuatro potencias no solo destacan por ser las más grandes, sino por su convicción en disminuir su dependencia del dólar. Ese es su objetivo y lo piensan cumplir al enfrentarse a un mundo cuyas instituciones internacionales han sido creadas por y para las potencias que hasta ahora han estado en la cumbre financiera. Su peso terminará sin duda por modificar la estructura del Fondo Monetario Internacional o su política. EEUU se muestra optimista, su política exterior ha estado encaminada a mejorar las relaciones con estos países y necesita afianzar amarres con estos mercados crecientes en los que ya ha aterrizado llevando consigo multitud de empresas. Las tesis sobre el ocaso estadounidense, en comparación con Roma o con el antiguo Imperio Británico, es fervientemente rechazada por diversos autores, pues EEUU «aún mantiene ventajas decisivas en la capacidad de producir alianzas y redes de relaciones» como asegura Joseph Nye, uno de los hombres de la política exterior de Bill Clinton. Richard Hass, presidente del CFR, organización americana dedicada a la política exterior, escribe que la potencia americana está amenazada en el interior por una «dependencia de la deuda que perjudicará su fuerza estratégica ». Si el mundo pierde la confianza en la capacidad de Washington, ¿quién querrá seguir financiando su deuda? La dependencia que vive occidente de los BRIC, sobre todo de China e India, necesariamente va a traer cambios para bien o para mal. Su reto es adaptarse al nuevo panorama en una era en que el PIB «vale más que la fuerza».¡Ya están aquiiií! como en la película Polstergheist, solo que esta vez no hará falta traer a ningún médium, son visibles y vienen con fuerza ¿debemos temer a los gigantes del Este? A priori el potencial de Asia será el principal motor de estos cambios, su ingente mano de obra, barata y cualificada son muchos puntos a su favor. La respuesta de las actuales países desarrollados está por verse, después de todo Asia empezó con menos.

INDIA

Punto 2

La receta de su fortaleza

La globalización llegó a India bastante tarde. A finales de los ochenta, India era uno de los países con mayor deuda externa del planeta. Una situación en la que progresivamente fue cayendo desde que lograse su independencia de Inglaterra en 1947. El panorama para el progreso era bastante desolador, pues la herencia de la experiencia colonial dejó una población mayoritariamente analfabeta, un entramado de infraestructura precario y una base industrial débil. Era necesaria la inyección de dinero del exterior, con lo que se generó una enorme deuda externa. El Fondo Monetario Internacional instó al país a aplicar “recetas” para transformar el modelo social de su economía. Con ello podría recibir nuevos créditos y no ser expulsado del sistema financiero internacional. Debido al Programa de Ajuste Estructural, promovido por el fondo monetario, India tuvo que favorecer el libre juego de mercado; liberalizó su economía, la abrió al exterior, recortó al máximo el gasto público y privatizó muchas empresas estatales. Fue un largo periodo de reformas, duras para la población en un principio, que permitió suavizar su rígido y burocratizado mercado, y con el que se consiguió aumentar notablemente su tasa de crecimiento. La crisis de 2008 encontró en India un estado económicamente sólido capaz de compensar la caída en la actividad económica mundial. El estado hindú había ganado en flexibilidad y lo que la hacía fuerte era una masa creciente de mano de obra cualificada fruto de las ingentes inversiones en educación que se venían realizando años atrás.

Del verde al gris, India se mueve

A caballo entre la modernidad y la tradición, india ha hecho realidad su sueño de convertirse en emergente. Desde los slums, barrios de barracas que albergan a la población más pobre del país -cerca de 3 millones de personas- los jóvenes sueñan con establecerse en la ciudad y lograr un buen empleo, dejar atrás el polvo y la miseria y convertirse en actores del desarrollo y no continuar siendo simples espectadores.

En el campo, la agricultura, como en todos los procesos de industrialización, está perdiendo fuerza; sin embargo, todavía más del 50% de su territorio está dedicado a los cultivos y el 65% de la población activa se dedica a ella. Los jóvenes cogen sus maletas y cambian el contraste verde de la campiña por los matices grises de las ciudades. Allí, en las urbes, el sector del automóvil, las manufacturas y la construcción son imparables.

La industria textil de la India es la cuarta más grande, en maquinaria es la quinta y sexta en exportar metales básicos. Su política benevolente en materia de patentes químicas, la convierten en un mercado fuerte en la fabricación de medicamentos genéricos. Además, existe un régimen fiscal muy favorable que tenta a las empresas manufactureras a levantar sus sedes en mitad de la nada. Muchas de las grandes marcas mundiales aprovechan esta permeabilidad del país; Victoria’s Secret, por ejemplo, ya fabrica en él una décima parte de su producción, otras, como Hyundai, IBM y Dell también han encontrado aquí un buen futuro.

Un ejemplo a la creciente inversión inmobiliaria es Maggarpatta City: un enorme complejo urbanístico en construcción que albergará a 15.000 personas. Es un ambicioso proyecto con el que se pretende construir una ciudad de 1’6 km2 en la ciudad de Pune, al oeste del país. Además de vivienda, sus habitantes disfrutarán de una escuela, un parque tecnológico, un hospital, energías limpias, jardines para salir con los niños de picnic por las tardes

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