Influenza
Enviado por carlonchoo • 14 de Enero de 2014 • 3.228 Palabras (13 Páginas) • 206 Visitas
Directrices provisionales destinadas a médicos para la identificación y el cuidado de pacientes infectados por el virus de la influenza tipo A (H1N1)
• Transmisión
• Periodo de incubación
• Personas con infección confirmada por el virus nuevo de la influenza tipo A (H1N1)
• Signos clínicos
• Complicaciones
• Grupos con alto riesgo de presentar complicaciones
• Atención médica para pacientes con el virus nuevo de la influenza tipo A (H1N1)
• A qué pacientes se les deben hacer las pruebas para determinar la presencia del virus nuevo de la influenza tipo A (H1N1)
• Notificación de casos presuntos de infección por el virus nuevo de la influenza tipo A (H1N1)
• Tratamiento para la nueva influenza tipo A (H1N1)
• Tratamiento adicional
• Periodo infeccioso
• Medidas para el control de infecciones
• Quimioprofilaxis antiviral
4 de mayo de 2009
Objetivo: Este documento ofrece directrices provisionales para médicos que podrían atender a pacientes con infección, presunta o confirmada, por el virus nuevo de la influenza tipo A (H1N1), anteriormente conocido como el virus de la influenza de origen porcino. Este documento se actualiza a medida que se identifican más personas enfermas y se cuenta con más información clínica y epidemiológica. Los CDC recomiendan que aquellas personas con enfermedades respiratorias graves y aquellas con mayor riesgo de sufrir complicaciones por la influenza, como se refleja en este documento, tengan prioridad en la realización de las pruebas.
Transmisión
La transmisión de la nueva influenza tipo A (H1N1) está siendo estudiada como parte de una investigación continua sobre el brote, pero los datos limitados con los que se cuenta ahora indican que este virus se transmite en formas similares a otros virus de la influenza. Se cree que los virus de la influenza estacional se transmiten entre las personas principalmente a través de la diseminación de partículas grandes provenientes de secreciones de las vías respiratorias (p. ej., cuando una persona infectada tose o estornuda cerca de una persona con alto riesgo de contraer la enfermedad). La transmisión a través de estas partículas grandes provenientes de secreciones respiratorias requiere que haya un contacto cercano entre la persona fuente de la infección y las personas destinatarias porque las gotitas respiratorias no permanecen suspendidas en el aire y suelen viajar solo por cortas distancias (< 6 pies o <1.80 metros). El contacto con superficies contaminadas es otra fuente posible de transmisión y también podría presentarse propagación a través de núcleos de gotitas (también llamada "transmisión por el aire"). Al no haber suficientes datos sobre la transmisión de los virus nuevos H1N1, se desconoce el potencial de infección ocular, conjuntival o gastrointestinal. Debido a que este es un virus nuevo de la influenza A (H1N1) en seres humanos, la transmisión de este virus de personas infectadas a sus contactos cercanos podría ser común. Todas las secreciones respiratorias y líquidos corporales (diarrea) de personas con la nueva influenza A (H1N1) deben considerarse potencialmente infecciosos.
Periodo de incubación
No se sabe con precisión el periodo de incubación, pero puede variar de 1 a 7 días y muy probablemente de 1 a 4 días.
Personas con infección confirmada por el virus nuevo de la influenza tipo A (H1N1)
Consulte las definiciones de casos confirmados, probables y presuntos.
Signos clínicos
Los pacientes infectados por el virus nuevo de la influenza tipo A (H1N1) que no tienen complicaciones han presentado fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, síntomas de afecciones en el aparato respiratorio superior (tos, dolor de garganta, rinorrea, dificultad para respirar), mialgias, artralgias, fatiga, vómitos o diarrea. En la ciudad de Nueva York, el 95% de los pacientes con influenza nueva tipo A (H1N1) presentaron afecciones que coincidieron con la definición de caso de enfermedad similar a la influenza (fiebre más tos o dolor de garganta) (Infecciones por el virus de la influenza tipo A de origen porcino (H1N1) en una escuela --- Ciudad de Nueva York, abril de 2009, en inglés)
Complicaciones
No hay suficiente información hasta la fecha sobre las complicaciones clínicas de la infección por el virus nuevo de la influenza tipo A (H1N1). Entre las personas infectadas con previas variantes del virus de la influenza porcina, los síntomas clínicos han variado desde enfermedades respiratorias leves hasta enfermedades de las vías respiratorias inferiores, deshidratación o neumonía. Las muertes causadas por variantes previas de los virus de la influenza porcina han ocurrido de manera poco frecuente. Aunque no hay datos todavía sobre el espectro de la influenza nueva tipo A (H1N1), los médicos deben prever las complicaciones similares a las de la influenza estacional: agravamiento de afecciones crónicas subyacentes, enfermedades de las vías respiratorias superiores (sinusitis, otitis media, laringotraqueobronquitis), enfermedades de las vías respiratorias inferiores (neumonía, bronquiolitis, estado asmático), enfermedades cardiacas (miocarditis, pericarditis), trastornos musculoesqueléticos (miositis, rabdomiólisis), enfermedades neurológicas (encefalopatía aguda y postinfecciosa, encefalitis, convulsiones febriles, estado epiléptico), síndrome de choque tóxico y neumonía bacteriana secundaria con o sin septicemia.
Grupos con alto riesgo de presentar complicaciones
En estos momentos no se dispone de suficiente información para determinar qué personas tienen un riesgo más alto de sufrir complicaciones debido a la infección por el virus nuevo de influenza tipo A (H1N1). Por lo tanto, en la actualidad, se deben considerar que los mismos grupos de personas con un mayor riesgo de sufrir complicaciones por la influenza estacional, por su edad o afecciones, también tienen un riesgo más alto de sufrir complicaciones por la influenza de origen porcino.
Los grupos con un riesgo más alto de sufrir complicaciones por la influenza estacional son:
• Niños menores de 5 años de edad.
• Personas de 65 años o más.
• Niños y adolescentes (menores de 18 años) que estén bajo tratamiento prolongado con aspirina y que enfrenten riesgo de padecer el síndrome de Reye después de una infección por el virus de la influenza.
• Mujeres embarazadas.
• Adultos y niños con enfermedades crónicas, ya sea pulmonares, cardiovasculares, hepáticas, hematológicas, neurológicas o neuromusculares o trastornos metabólicos.
• Adultos y niños con sistemas inmunodeprimidos (incluida la inmunodepresión
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