“JUNTOS PODEMOS MEDIR Y ASEGURAR LAS METAS PROPUESTAS”
Enviado por LINA MEDINA • 28 de Marzo de 2016 • Informe • 2.549 Palabras (11 Páginas) • 239 Visitas
“JUNTOS PODEMOS MEDIR Y ASEGURAR LAS METAS PROPUESTAS”
LINA M. MEDINA CHACON
CAROLINA CRUZ
DANA PORTILLA
UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y ADMINISTRATIVAS
ADMINISTRACION DE EMPRESAS
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL
Santiago de Cali
2015
“JUNTOS PODEMOS MEDIR Y ASEGURAR LAS METAS PROPUESTAS”
LINA M. MEDINA CHACON
CAROLINA CRUZ
DANA PORTILLA
DOCENTE
GERMÁN CASTAÑO CÁRDENAS
UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y ADMINISTRATIVAS
ADMINISTRACION DE EMPRESAS
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL
Santiago de Cali
2015
“JUNTOS PODEMOS MEDIR Y ASEGURAR LAS METAS PROPUESTAS”
Se necesita tiempo para formar a maestros, enfermeros e ingenieros; lleva tiempo construir carreteras, escuelas y hospitales, así como fomentar empresas grandes y pequeñas que puedan generar los empleos e ingresos necesarios. Por consiguiente, hay que poner manos a la obra desde ahora. Kofi A. Annan, Secretario General de las Naciones Unidas.
En la Declaración del Milenio se recogen ocho Objetivos referentes a la erradicación de la pobreza, la educación primaria universal, la igualdad entre los géneros, la mortalidad infantil, materna, el avance del VIH/sida y el sustento del medio ambiente. Estos propósitos se dividen en una serie de metas, un total de 18, cuantificables mediante 48 indicadores concretos que permiten hacer una supervisión cuantitativa y un monitoreo constante de los avances a nivel global, regional y nacional. Las agencias del sistema de Naciones Unidas han buscado coordinar sus esfuerzos para alcanzar estos objetivos mediante la realización de diagnósticos conjuntos, planificación de las inversiones, fortalecimiento de las capacidades institucionales y la formulación de políticas.
Para los objetivos, y en respuesta de aquellos que demandaban un cambio hacia posturas más sociales de los mercados mundiales y organizaciones financieras se añade el Objetivo 8, ‘Fomentar una Asociación Mundial para el Desarrollo’. En otras palabras, esta meta promueve que el sistema comercial, de ayuda oficial y de préstamo que garantice la consecución en 2015 de los primeros siete Objetivos y, en general, un mundo más justo.
Dichos propósitos, son una declaración efectuada por 189 países en el año 2000 bajo el auspicio de las naciones unidas. Bajo la presión de múltiples colectivos, movimientos sociales que trabajaban por los derechos humanos internacionales, solidaridad y eliminación de las desigualdades en el mundo, surge este compromiso que constituye unos mínimos sobre los que trabajar a escala de todo el planeta. Con el trascurso de las últimas décadas, en el siglo XX, se hizo de manera más evidente los problemas graves a los que se enfrenta la humanidad, los cuales proponían una solución a escala planetaria. Debido a que lo que sucede en cualquier parte del mundo nos afecta a todos.
Estas metas fueron fijadas para reducir a la mitad los principales problemas de la humanidad, en un compromiso realizado tanto por países desarrollados como en vía de desarrollo. Los primeros se han comprometido a aumentar “los esfuerzos a atreves de la Ayuda Oficial al Desarrollo, medidas de comercio internacional y acceso a medicamentos esenciales y tecnología” (PROSA; Monserrat, Boix & Perez, Lola ). En otra instancia, los países en desarrollo se comprometieron a emplear políticas que permitan abordar limitaciones estructurales en sus países “ayuda a los pequeños agricultores y agricultoras, inversión en infraestructuras, fomento de los derechos humanos y de la sostenibilidad ambiental” (PROSA; Monserrat, Boix & Perez, Lola ). No obstante, aún se encuentran personas escépticas de la formulación de estos objetivos, ya que dicen: “que se trata de un compromiso de mínimos ambiciosos”. Puesto que, estos objetivos no contemplan las posibilidades de cambiar el mundo ni el reparto global de la riqueza, algo clave para trasformar la situación en la que vivimos.
El compromiso de la Declaración del Milenio se centra, en un compromiso mundial contra el hambre, la pobreza extrema y otras lacras que afectan a la humanidad y que los gobiernos se obligaron a cumplir para 2015. Como ciudadanos somos sujetos de derechos, tenemos la posibilidad de presionar a las administraciones públicas, ayuntamientos, comunidades autónomas, organismos estatales y europeos, para que cumplan lo que prometieron y expliquen qué están haciendo al respecto. Son unos objetivos alcanzables con los medios y recursos disponibles y es importante hacer un esfuerzo para lograrlos. Desde otra perspectiva, estas metas son una forma de organizar los esfuerzos de las personas comprometidas con el mundo. Es necesario en mayor esfuerzo, pues que aun los poderes ecónomos siguen priorizando el crecimiento económico y los beneficios, aun con la participación de muchos gobiernos continua prevaleciendo la visión de un crecimiento económico ilimitado a costa de daños colaterales el mundo. Un caso claro de esto es que pese a la disposición de información sobre las epidemias y los recursos para combatirlas los intereses económicos de las grandes industrias farmacéuticas se continúan anteponiendo a los objetivos de la salud pública.
De estos Objetivos cabe señalar dos rasgos característicos. El primero de ellos viene dado por su carácter ambicioso que se enmarca en una apuesta decidida a nivel global y mundial por solucionar problemas fundamentales y determinantes que afectan a la sociedad actual dentro del mundo global que nos ha tocado vivir. La otra característica descansa en su dificultad de consecución, no imposibilidad, por ende no es obstáculo para retroceder en el esfuerzo de conseguir estos objetivos.
De los países latinoamericanos y Caribeños, Nicaragua, Ecuador y Chile han cumplido las Metas para el Milenio. Cuba ha cumplido la mayoría de las metas, sobre todo en el aspecto social, y está previsto su cumplimiento total para el año pactado por las Naciones Unidas. En Perú, se cuestionan los cambios metodológicos usados para medir los resultados y aparentar que se están logrando las metas. Doce años después, hay logros importantes en Colombia, quien cumplió anticipadamente en 15 de los 50 indicadores propuestos, y las tendencias indican que a fines de este año, cuando se venza el plazo dado para alcanzar los ODM, será posible cumplir con otros 14, lo que arrojaría un cumplimiento global del 57 por ciento, según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), que es la entidad encargada de monitorear el avance en esta materia. Otros nueve indicadores muestran un cumplimiento superior al 50 por ciento, pero seguramente no alcanzarán la meta fijada, y en 12 no se ha llegado ni a la mitad de lo presupuestado. Es aquí, a juicio de los expertos, donde hay que centrar el análisis para redefinir la estrategia. Sin embargo, lo más preocupante son las grandes brechas entre regiones y poblaciones frente a los ODM.
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