LA IRREMEDIABLE INTROMISIÓN DE LO IMAGINARIO, NUEVAS POSIBILIDADES DE LOS IMAGINARIOS SOCIALES
Enviado por eu.gt • 16 de Noviembre de 2013 • 1.580 Palabras (7 Páginas) • 481 Visitas
INTRODUCCIÓN
LA IRREMEDIABLE INTROMISIÓN DE LO IMAGINARIO
Francesca Randazzo
Universidad de Santiago de Compostela
Matrices de sentido o esquemas de representación, cada sociedad y cada tiempo tiene
sus propios imaginarios. Es a través de éstos que se configura, percibe, explica e interviene
en lo que se considera como realidad. La posibilidad de conservar ciertas pautas, y crear
incesantemente otras, está condicionada justamente por ciertos imaginarios sociales, y será
en función de éstos que dentro de una sociedad se determinará lo plausible o lo inverosímil.
Estas son algunas de las ideas centrales a partir de las cuales arrancan los capítulos de este
libro, para explorar las Nuevas posibilidades de los imaginarios sociales. Los autores de cada uno
de ellos –académicos iberoamericanos de reconocido prestigio– han incorporado en sus
ámbitos de investigación esta noción que si bien ha comenzado a ser usada frecuentemente,
pocas veces es utilizada con pertinencia y rigor, probablemente porque sigue siendo una
noción fácil de intuir pero difícil de explicitar.
Quizá el más célebre ejemplo sea el ―desembarque de los marcianos‖ del 30 de
octubre de 1938, cuando no hizo falta que ningún extraterrestre se hiciese presente para ser
visto. La habilidad de Orson Welles -actor entonces semidesconocido- y el Mercury
Theatre habría hecho que centenares de miles de norteamericanos tomaran una sesión de
radioteatro por la transmisión en directo de una invasión alienígena.
Pero ¿cómo fue posible que la gente no se diera cuenta de que todo era ficción? Si
bien la conexión en directo incluía expresiones coloquiales –como si se tratase de una
transmisión en vivo–, así como nombres reales de poblaciones, calles y edificios de los
Estados Unidos, y descripciones de hechos concretos que los oyentes podían imaginar, es
muy difícil de prever que esto bastase para volver el relato creíble. De hecho, recientemente
Steven Spielberg realizó una adaptación cinematográfica de la Guerra de los mundos, sin
causar ningún despliegue de histeria colectiva.
En cambio en ese entonces, aunque Welles se despidió recordando que el relato era
una broma, en todo Estados Unidos hubo personas, rezando, llorando y huyendo para no
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encontrar la muerte a manos de los marcianos. Un equipo de la Universidad de Princeton,
entrevistó a unas 135 personas a quienes había afectado la emisión y entre cuyas
declaraciones estaba haber visto las llamas del campo de la batalla, olido el gas y oído el
ruido de los disparos.
¿Existía acaso un imaginario que hacía factible entonces la idea de un desembarque
alienígena? El problema se formuló en su momento términos de las referencias, la
inteligencia y el juicio para aceptar o descartar la información recibida en la emisión, es
decir, desde un enfoque psíquico individual, dejando de lado la dimensión social, si bien
algunos sociólogos apuntaron hacia el poder de los medios de comunicación de masas.
El ejemplo, no obstante, es un excelente punto de partida para ilustrar cómo lo
imaginario incide en lo real. Más allá de que el hecho haya sido o no ―verdadero‖1, fue
verosímil para cierta cantidad de personas, en un lugar y un tiempo determinados.
Cornelius Castoriadis (1975), hace un llamado a reconocer la sustantividad y autonomía de
lo imaginario en la vida colectiva. En la cultura occidental ha habido una discusión teórica
centenaria acerca de lo ideal y lo material, y la dialéctica de ambas ―realidades‖. Existe una
relación de interdependencia entre lo que es considerado en una sociedad como real y su
imaginario, e inclusive una dimensión política derivada del cuestionamiento de la
certidumbre e interpretación alternativa de ―lo real‖.
De lo que se trata es de ver la influencia que esto llega a tener en la construcción de
lo real. De hecho, el estudio del Teatro Mercury antes había ya dramatizado otras obras
como Drácula o El Conde de Montecristo, sin ningún efecto parecido. Justamente, con relación
a ésta última obra existe también otro hecho curioso que permite hacer algunas reflexiones
sobre la intrusión de lo imaginario en lo real. La conocida novela de Alexandre Dumas2 -
fruto de la ficción- está ambientada en parajes que todavía existen, como el Château d‟If,
ubicado en una isla frente a la ciudad francesa de Marsella, donde –según la novela–
Edmond Dantès es prisionero hasta que logra escapar haciendo un hueco en el muro, y
tomando el lugar de su compañero que ha muerto y está por ser arrojado al mar.
Los turistas al visitar el Château preguntan a menudo al guardia de turno cuál era la
celda de Dantès. Quizá el gran éxito de la historia, la posibilidad de que hubiese ocurrido, la
costumbre que tenemos de entender la vida a través de narraciones, empuja a miles de
turistas a interesarse sobre la apasionante vida del personaje. Ante la decepcionante
explicación de que el palpitante relato nunca existió ―realmente‖, un guardia escogió una
1 En esta pequeña introducción no entraré en el debate de la verdad, científica o fáctica.
2 Villers-Cotterêts, 1802 - Puys, 1870.
Nuevas Posibilidades de los Imaginarios Sociales
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celda y cavó él mismo el agujero3; con lo cual muchos pudieron finalmente ver aquello que a
través de la novela ya habían visto y que les empujaba a visitar el viejo Château –que por lo
demás carece de gran interés. Sólo que la alegría duró poco, pues pronto fueron muchos
los que condenaron hasta el ridículo la acción, e intervinieron en la remediación de esta
intromisión del mundo de lo posible en el mundo de
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