LA Liberta De Escoger
Enviado por ortenciacarmona • 22 de Abril de 2015 • 1.109 Palabras (5 Páginas) • 179 Visitas
El albedrío es un principio eterno
• Si alguien le preguntara por qué es importante tener albedrío, ¿qué diría?
“…podrás escoger según tu voluntad, porque te es concedido;…” (Moisés 3:17).
Dios nos ha dicho por medio de Sus profetas que somos libres de escoger entre el bien y el mal. Podemos elegir la libertad y la vida eterna al seguir a Jesucristo; también somos libres para elegir el cautiverio y la muerte como resultado de seguir a Satanás (véase 2 Nefi 2:27). Al derecho de escoger entre el bien y el mal, y de actuar según nuestra voluntad se le llama albedrío.
En la vida preterrenal poseíamos albedrío moral. Uno de los propósitos de la vida terrenal es demostrar qué tipo de decisiones tomaremos (véase 2 Nefi 2:15–16). Si se nos forzara a escoger lo correcto, no podríamos demostrar lo que hubiéramos elegido por nosotros mismos; además, somos más dichosos cuando tomamos nuestras propias decisiones.
El albedrío fue uno de los temas principales que surgió en el concilio de los cielos, en la vida preterrenal, y fue una de las causas principales del conflicto entre los seguidores de Cristo y los seguidores de Satanás. Satanás dijo: “…Heme aquí, envíame a mí. Seré tu hijo y redimiré a todo el género humano, de modo que no se perderá ni una sola alma, y de seguro lo haré; dame, pues, tu honra” (Moisés 4:1). Al decir esto, “…se rebeló contra [Dios], y pretendió destruir el albedrío del hombre…” (Moisés 4:3). Su propuesta se rechazó y fue expulsado de los cielos junto con sus seguidores (véase D. y C. 29:36–37).
El albedrío es una parte necesaria del plan de salvación
El albedrío hace de nuestra vida terrenal un período de probación. Cuando planeaba la creación terrenal de Sus hijos, Dios dijo: “y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare” (Abraham 3:25). Sin el don del albedrío habríamos sido incapaces de demostrarle a nuestro Padre Celestial que hubiéramos hecho todo lo que Él nos mandara. Debido a que podemos escoger, somos responsables de nuestras propias acciones (véase Helamán 14:30–31).
Cuando elegimos vivir de acuerdo con el plan que Dios tiene para nosotros, nuestro albedrío se fortalece. Las decisiones correctas aumentan nuestra capacidad de tomar más decisiones correctas.
Al obedecer cada uno de los mandamientos de nuestro Padre Celestial, progresamos en sabiduría y fortalecemos nuestro carácter; aumenta nuestra fe y nos resulta más fácil tomar decisiones correctas.
Comenzamos a tomar decisiones cuando vivíamos en la presencia de nuestro Padre Celestial como hijos espirituales; las decisiones que allí tomamos nos hicieron dignos de venir a la tierra. Nuestro Padre Celestial desea que aumente nuestra fe, nuestro poder, nuestro conocimiento, nuestra sabiduría y toda otra cualidad positiva. Si guardamos Sus mandamientos y tomamos decisiones correctas, aprenderemos y comprenderemos; y llegaremos a ser como Él (véase D. y C. 93:28).
• ¿De qué forma el tomar decisiones correctas nos ayuda a tomar más decisiones correctas?
Para que exista el albedrío tiene que haber opciones
• ¿Por qué es necesaria la oposición?
No podemos escoger la rectitud a menos que se nos presente la opción entre lo bueno y lo malo. Lehi, un gran profeta del Libro de Mormón, le dijo a su hijo Jacob que, a fin de que se cumpliesen los eternos propósitos de Dios debía haber “…una oposición en todas las cosas.
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