LA NATURALEZA DE LA PEDAGOGIA
FlorLesher124 de Agosto de 2014
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LA NATURALEZA DE LA PEDAGOGIA
Manen menciona que la pedagogía está condicionada por la esperanza que se deposita en el niño, reconocimiento que la aportación del docente meramente se ajusta a el hecho de“”. En otras palabras, la esperanza se refiere a lo que nos proporciona la paciencia y la tolerancia, la creencia y la confianza en las posibilidades de los niños, para que estos a su vez se vean animados a confiar en sí mismos y así poder lograr que se sientan y sean capaces de realizar ciertas cosas.
De igual modo, la pedagogía está condicionada por la responsabilidad que se tiene ante el niño, ya que en primera instancia, la autoridad pedagógica la concede este último, producida en un encuentro que el adulto experimenta a través de la responsabilidad que tiene ante el niño y la cual también será concedida más concretamente por este, primero sobre la base de su confianza y afecto, y luego sobre la base de su entendimiento crítico. Cabe destacar que en este último aspecto el adulto debe ser críticamente autorreflexivo por el interés del niño.
En el caso anteriormente mencionado el docente debe ser capaz de analizar, entender e interpretar la situación del niño, debido a que se espera que como educadores dentro de una situación de esta índole la manera más adecuada o correcta, sería actuar de forma pedagógica y educativa con respeto y responsabilidad a la situación del niño en términos de nuestra propia relación con él.
Desde otra perspectiva, el autor menciona que la relación pedagógica se caracteriza por una doble dirección o relación de intenciones, es algo así como “…siento cariño por este niño, por quien es y por lo que puede llegar a ser.” Debido a que la relación pedagógica del profesor es una relaciónin loco parentis, en donde el profesor tarta de orientar a sus alumnos hacia lo que proporciona el aprendizaje escolar o su importancia pedagógica y a su vez, los estudiantes tienen que aceptar la carga del pedagogo como; ya que si no fuera así, el proceso de aprendizaje perdería su razón de ser. Sin perder de vista que la relación pedagógica entre el profesor y el alumno no puede ser obligada o coercitiva. Un profesor no puede forzar a un alumno a aceptarle como profesor; en última instancia, “ese reconocimiento debe ser ganado o concedido por el alumno.”
Manen argumenta que existe una cualidad personal entre la relación pedagógica del profesor y los estudiantes, la cual consiste en que el profesor no solo pasa un corpus de conocimiento a los alumnos, sino que también personifica lo que enseña… “En cierto sentido, el profesor es lo que enseña.” Y es así que de igual manera, los estudiantes no almacenan simplemente conocimientos que aprenden, pues “cada estudiante aprende siempre de una forma particular y personal y por lo tanto “el profesor está allí de forma personal para ellos.”
En pocas palabras, la pedagogía, es el arte de mediatizar con tacto las posibles influencias del mundo de manera que el niño se vea constantemente animado a asumir una mayor responsabilidad de su aprendizaje y desarrollo personal. “Enseñar es influir la influencia… el profesor utiliza la influencia del mundo de forma pedagógica, como un recurso para influir en el niño con tacto.” Algunas veces esta acción pedagógica, de hecho, puede consistir en como una forma de mantener las apariencias a pesar de las frustraciones que nos acosan. La cuestión es que nuestros esfuerzos y deseos de hacerlo lo mejor que podamos estén animados todavía por el propósito y por el sentido de la responsabilidad pedagógica.
Y así que de igual manera concluiré el escrito de este capítulo con la siguiente cita… “Es evidente que educar niños es una tarea en la que la posibilidad de malinterpretar o equivocarse está siempre presente…pero la esencia del educador no se basa en la pericia técnica sino en un
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