LA PASION POR LA DOCENCIA
Enviado por omarruiza • 8 de Noviembre de 2014 • 1.812 Palabras (8 Páginas) • 214 Visitas
LA PASIÓN POR LA DOCENCIA
“No es la razón, sino los sentimientos que conducen al hombre
a la cumbre de su destino”.
Alexis Carrel
Después de un largo análisis sobre algunas lecturas que hice en estos días, retrocedí al punto de inicio de mi vida educativa en donde las imágenes de los pupitres, la tiza y los libros empolvados en algún librero del rincón de aquellos momentos se hicieron presentes, no recuerdo si por mis pensamientos cruzaba la idea de ser docente, no se cual haya sido el motivo o la razón que me haya llevado al camino de la docencia, sin embargo, no importando esos motivos hoy me encuentro aquí con el deseo firme de subsanar cada una de mis carencias y así poder brindar experiencias y aprendizajes significativos en mis alumnos.
No cabe duda que el trabajo que se realiza continuamente en las aulas, el proceso de enseñanza-aprendizaje, las formas de enseñanza, la lucha continua de poder formar para la vida, es la tarea más complicada y delicada que la de cualquier otra área. El docente es la pieza principal de los sistemas educativos encargado de brindar una educación integral y de calidad, es el medio de comunicación utilizado para sembrar en el estudiante la motivación y el interés de construcción su futuro y de esta forma lograr nuevas generaciones capaces de afrontar las exigencias actuales de nuestra sociedad.
Es triste descubrir, con frecuencia, que hay muchos profesores y profesoras que toman su trabajo como una pesada carga, como una condena social, como un martirio continuado y sin fin. Más triste aún es ver cómo, poco a poco, se apagan en los alumnos que escuchan, los deseos de aprender y de desarrollar sus capacidades. Simplemente, al escuchar al resignado maestro despotricar contra todo y todos, se va apagando su ilusión de hacer algo bueno y mejor en su vida, olvidando que los alumnos son seres pensantes que están aprendiendo y produciendo a diario un cambio positivo.
Para entender un poco más, es importante cuestionarnos si ¿el maestro nace o se hace?, ¿cuáles son las características que debería tener?, ¿qué deberían aprender? y ¿cuál es su función en la sociedad?, de esta forma podremos entender del por qué el docente funciona o no en la escuela. Enseñar con entusiasmo, con sentido y gusto expresando emociones y sentimientos, tener confianza en el poder de la educación, considerar la docencia como un servicio, ser paciente y perseverante en la consecución de objetivos razonables, entre otras, son cualidades de personalidad que deben adquirir los que se dediquen a enseñar.
Pero en términos más genéricos de nuestro oficio, ¿qué pasa con los principios de vocación y el de profesión?, hay profesiones que son más "vocacionales" que otras; la docencia es una de ellas. Puesto que la vocación se asocia al corazón, al sentimiento y las emociones y el principio de profesión remite al conocimiento y raciocinio.
El pedagogo Ezequiel Ander-Egg admite que “las emociones constituyen una parte importante de los mecanismos de motivación que, como todo educador sabe muy bien, juega un papel relevante en el proceso de aprendizaje y en muy variadas formas de acción para el logro de diferentes objetivos”. Sin embargo, esta tarea docente como vocación puede encerrar algunas trampas. Si bien es cierto que en muchos países y en muchas partes del mundo la labor del profesor no está bien remunerada económicamente, de ninguna manera se puede constituir en una excusa para hacer mal el trabajo. El que enseña y no ama su vocación, la hace con desgano, y esta actitud la transmite inexorablemente a sus alumnos. Es una grave responsabilidad, pues muchas veces son los mismos profesores quienes, con su comportamiento, apagan la efímera llama de las nacientes vocaciones de quienes escuchan.
Por otra parte en estos últimos años se escuchan con más fuerza las voces que abogan por la profesionalización docente. ¿Hablar de "profesión" requiere desterrar el concepto de "vocación"?, n o necesariamente. Como escribe el sociólogo Emilio Tenti Fanfani: " Habrá quien diga que la vocación es importante pero se requiere conocimiento para ser maestro, maestro no se nace, maestro se hace, hay que aprender una serie de cosas para desempeñar este oficio, hay que saber didáctica, hay que reconocer el principio de las ciencias, hay que aprender conocimientos en escuelas especializadas y estas son las normales, será muy importante la vocación, pero lo más importante es la orientación”.
Es por eso que la docencia debería convertirse hacia una actividad profesional altamente calificada y al mismo tiempo vocacional. Puesto que la docencia es una profesión, pero no una más, porque trabaja con personas, de aquí que la vocación debe ser entendida básicamente como compromiso moral con el bienestar y la felicidad de las nuevas generaciones.
La pasión por la docencia se relaciona con la satisfacción que provoca el trabajo a realizar la motivación hacia y con su entorno y la eficacia con la que se realice el trabajo docente y definitivamente una cosa es la docencia y el uso de la pedagogía para ejercerla y otra la profesión que cada uno tiene, es decir, los conocimientos adquiridos sobre alguna especialidad y de acuerdo estamos en usar los recursos necesarios para trabajar de manera ardua y firme en la propuesta de unir estas dos identidades que sin duda harán posible una cátedra cuyas fortalezas y oportunidades estarán encaminadas hacia un aprendizaje significativo del alumnado de mayor calidad y efectividad.
Los profesionales de la docencia hemos construido nuestra profesión a través de la enseñanza reglada, como momento de inicio, y ha abarcado toda nuestra experiencia hasta el momento actual, en la que hemos revisado y reciclado los conocimientos que poseemos para adaptarnos a una realidad social y educativa que se encuentra en continuo cambio.
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