LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ Y LA COHERENCIA PEDAGÓGICA Bernard Aucouturier
Enviado por sbenitez19 • 2 de Julio de 2013 • 389 Palabras (2 Páginas) • 2.294 Visitas
LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ Y LA COHERENCIA PEDAGÓGICA
Bernard Aucouturier
La práctica psicomotriz puede aportar una ayuda para el desarrollo del niño, siempre y cuando exista la coherencia pedagógica, y que las finalidades pedagógicas coincidan con los objetivos de la practica psicomotriz.
Para lograr esto, el autor se basa en cuatro puntos fundamentales:
• El desarrollo armónico del niño:
Un desarrollo armónico en la escuela, conlleva a tener mejores resultados en el desarrollo infantil y desarrollo en la educación psicomotriz, necesita de que el docente cree un ambiente agradable donde el niño sienta placer de conocer, donde sea reconocido y elogiado, logre seguridad en sí mismo y confianza en el maestro.
Por su parte el educador debe saber canalizar esta energía, haciéndola evolucionar y llevándola a que el niño logre las metas establecidas.
Por su parte la familia forma parte fundamental de esta sensación de seguridad y satisfacción, por eso es importante que los padres asuman papeles activos y participen apoyando, alentando y ayudando al niño, siempre de la mano del educador.
• El placer de comunicar:
La comunicación es base para obtener un desarrollo optimo en el aula, un niño que comunica sabe prestar atención a otro, se siente aceptado, reconocido y comprendido.
Pero esta apertura no se da espontáneamente, conlleva un proceso que inicia desde el nacimiento, y se convierte en la base para las relaciones sociales.
El rol docente en la comunicación, debe dar seguridad cada vez que el niño exprese su opinión, deseos o dudas y debe centrar su atención en responderlas, sin etiquetar o menospreciar las inquietudes del menor, esto le brindará confianza.
• El placer de crear y de actuar
La impulsividad motriz o exceso de movimiento, se torna a veces en agresividad, el educador tiene que invertir la impulsividad ayudando al niño a controlarla.
Con un desarrollo progresivo el niño comprende la acción y reacción, dándose cuenta que todo acto equivale a una reacción, y esto da fundamentos al placer de pensar.
• El placer de pensar
Es una estructuración correcta del Yo, y esto no ocurre hasta los 3/5 años, cuando el niño es capaz de decir, “yo soy”, “yo hago”, “yo existo”.
El niño ayudado por el adutlo llega a la descentración de un sistema de relaciones más objetivas consigo mismo, con el espacio y con objetos que lo rodean.
Se trata de una estategiaza educativa original para llegar al placer de operar, al placer de pensar.
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