LA REFORMA EN TELECOMUNICACIONES A NIVEL MICROECONOMICO.

Las tecnologías de la información y los servicios de telecomunicación y radiodifusión, se han convertido en un instrumento fundamental para la participación democrática y el crecimiento económico. Se trata de herramientas esenciales que nos permiten interactuar de manera ágil y oportuna con nuestro entorno y con el mundo, facilitando el ejercicio de nuestros derechos y libertades.

Estas herramientas potencializan el desarrollo, lo que a su vez impacta de manera positiva en el aumento sostenido de la productividad, la competitividad, la educación, la salud la seguridad, el conocimiento, la difusión de ideas y la cultura.

Las telecomunicaciones nos permiten comunicarnos a distancia, a través de múltiples servicios, mediante los cuales emitimos y recibimos signos, señales, escritos, imágenes, sonidos, y cualquier tipo de datos utilizando como canales de transmisión cable, la fibra optica, el espectro (el espacio por el que se transmiten las señales inalámbricas), entre otros.

Comúnmente estos servicios los conocemos como telefonia, mensajes de texto, Internet, televisión restringida, radiocomunicación, entre otros; y son proporcionados por personas físicas o morales, a las que el gobierno les otorgó una concesión o una autorización para tal fin.

El sector de telecomunicaciones promete mucho en el corto plazo y, sobre todo, hay que destacarlo, a nivel microeconómico. Ofrece precios más bajos en el corto plazo para el consumidor.

Se dice que bajarán precios y tarifas en telefonía a partir de 2015, pero lo primero que se revela con la aprobación de esta nueva regulación es que como consumidores padecemos de grandes abusos, vía el pago de altos precios y de una creciente extracción de rentas ilegitimas acompañadas de pésimo servicio, que a la fecha seguimos recibiendo. Resultado todo ello de acuerdos monopólicos y oligopolios en los mercados de telefonía fija, móvil, Internet y TV de paga.

La aprobación de la reforma al sector de telecomunicaciones, es que todo esto terminará y que tendrá beneficios en el corto plazo y a nivel microeconómico, se dice que los beneficios llegaran a los consumidores usuarios dentro de 6 meses.

El gran compromiso que debe asumir el sector, es que sin un sector de telecomunicaciones eficiente e innovador, que dé acceso a mejores servicios, con calidad y precio, será imposible entrar de lleno a la economía del conocimiento y a mercados competitivos.

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