LA REGION COMO ENTE TERRITORIAL, UNA NECESIDAD HISTORICAMENTE INSATISFECHA

La Carta Política de 1991, en su artículo 306, establece la conformación de la Regiones Administrativas y de Planeación (RAP) cuyo objetivo principal es el desarrollo económico y social del territorio que las conformen.; estas son el paso inicial hacia el reconocimiento de la región como ente territorial político administrativo que llegaría a ser la entidad territorial de mayor importancia en la división político administrativa del Estado. La intención plantada por el constituyente es claramente bien intencionada, pues es claro que en el país se ha demostrado que las entidades territoriales existentes, por si solas, no han logrado el desarrollo equitativo de su población dadas las diferentes circunstancias socio económicas de cada departamento o municipio.

A lo anterior y tal como están las cosas, es verídico que en el país contamos con departamentos y municipios altamente diferenciados en su desarrollo, por ello es fácil evidenciar que departamentos como el Choco, Amazonas, Putumayo, Guajira, Casanare, Guainía, Vaupés entre otros, son entes territoriales que carecen de desarrollos básicos en infraestructura vial, de salud y bienestar de la población que en ellos reside, esto sin acudir a la situación socio política de presencia de grupos armados al margen de la ley, auspiciada por la indiferencia estatal y el subdesarrollo departamental y municipal en estas zonas del territorio colombiano.

Así las cosas, si el gobierno nacional no impulsa en debida y rápida forma el desarrollo de las RAP, en el territorio nacional como primer paso para la implementación de la Región como ente territorial, para llevar a estos departamentos el desarrollo de proyectos de infraestructura y presencia estatal que facilite y eleve las condiciones de vida de los habitantes de estos territorios, se incrementará cada vez más la presencia de los grupos armados justificándoles su discurso social mediante el incremento de la situación de pobreza de los residentes de estas zonas del territorio nacional.

Ahora bien, si la Constitución lo ordenó hace mas de 20 años, y que finalmente, se expidió la ley 1454 de 2011, hace ya más de un año, qué ha imposibilitado que aun hoy a pesar de haber avanzado en el funcionamiento de algunas Regiones Administrativas y de Planeación, no se haya llegado a la implementación de la Región como ente territorial.

Precisamente, el objetivo de este ensayo es estudiar, estudiar brevemente parte de los procedimientos para avanzar en la implementación de la región como entidad territorial para esbozar así, ¿qué ha imposibilitado que aún no se vislumbre la conformación de una región como ente territorial?.

ANTECEDENTES FACTICOS Y NORMATIVOS

A partir del grito de independencia del 20 de julio de 1810, comienza a evidenciarse en los territorios de la Gran Colombia la marcada influencia del poder regional, para esa época representado en las provincias existentes en el territorio, las cuales estaban marcadas por la homogeneidad étnica, cultural, económica e incluso política.

Lo anterior, anudado a la necesidad de organización del gobierno de la naciente república, fué el detonante para facilitar la reconquista española, por cuanto no lograrón los dirigentes revolucionarios identificar desde ese entonces, que éstos territorios están arraigados a una tradición regional y erróneamente tratarón como hasta ahora, de imponer un gobierno centralizado que desconoce a la región como ente territorial que debe formar parte de la división político – administrativa del Estado.

Así las cosas, al haber logrado la independencia total del yugo español, después de las discusiones y conflictos que se suscitaron, se optó por un sistema de gobierno centralizado y una forma de Estado unitario, desconociendo la influencia de la región y el regionalismo en el desarrollo político – administrativo del territorio, lo cual perduró en medio de conflictos internos y acrecentó la aparición de las guerras civiles que se sostuvierón durante el siglo XIX en el territorio colombiano.

Fue sólo hasta la promulgación de la Constitución de 1863, que el Estado comenzó a darse cuenta de la relevancia de las regiones en Colombia, tanto así que esta Constitución cambió la forma de Estado unitario a un Estado federado, lo cual a la postre acarreó también conflictos a consecuencia de las excesivas libertades otorgadas a las regiones ya consideradas como Estados Soberanos.

Posteriormente, con el fracaso del federalismo como forma de Estado, se retorna al Centralismo en la administración del gobierno a través nuevamente de la forma de Estado unitario y con la Constitución de 1886, se establece una fórmula dicotómica, al instaurar que Colombia se regía por la centralización política y la descentralización administrativa.

Con el paso de los años, en reconocimiento del aspecto histórico de las regiones, se dierón algunos avances encaminados a reconocer su importancia en el desarrollo social cultural y político del Estado; fué así que se dió inicio a la expedición de algunas normas en pro de este objetivo.

De ese avance paulatino se pueden citar los siguientes hitos normativos:

 El Decreto Ley 232 de 1984, con el cual se incrementó la cesión del IVA para los municipios lo cual debería invertirse en el desarrollo municipal facilitando los recursos económicos para ello.

 La Ley 14 de 1983, con la cual se fortalece el sistema fiscal municipal con temas de catastro, comercio y licores entre otros, lo que continúa inyectando recursos económicos al municipio.

 La Ley 76 de de 1985, da el primer paso hacia el desarrollo de las regiones al crear las regiones de planificación –CORPES.

 Finalmente, La Carta Política de 1991 en su artículo 306, establece la conformación de la Regiones Administrativas y de Planeación (RAP) cuyo objetivo principal es el desarrollo económico y social del territorio que las componen. La intención plantada por el constituyente es claramente bien intencionada, pues es claro que en el país se ha demostrado que las entidades territoriales existentes por si solas, no han logrado el desarrollo equitativo de su población dadas las diferentes circunstancias socio económicas de cada departamento o municipio y además permanece en deuda con el desarrollo de las regiones como entes territoriales.

Sin embargo, la misma Constitución del 1991, prevé como requisito para el desarrollo territorial, que exista una Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial que establezca los pasos, requisitos y parámetros requeridos para la creación de una región como ente territorial.

Además, pese a la creación de las regiones administrativas y de planeación (RAP), que difieren de las antiguas regiones de planificación toda vez que, poseen personería

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