LEY PARA LA COORDINACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
Enviado por adrianagala • 20 de Noviembre de 2012 • 7.321 Palabras (30 Páginas) • 2.100 Visitas
Introducción.
En este siglo, se ha observado una demanda de educación superior, acompañada de una gran diversificación de la misma, y una mayor toma de conciencia de importancia fundamental que este tipo de educación reviste para el desarrollo sociocultural y económico y para la construcción del futuro, al cual las nuevas generaciones, deberán estar preparadas con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales.
La educación superior comprende todo tipo de estudios, de formación o de formación para la investigación, impartidos por una universidad u otros establecimientos de enseñanza que estén acreditados por las autoridades competentes del Estado como centros de enseñanza superior.
La educación se enfrenta en todas partes a desafíos y dificultades relativos a la financiación, la igualdad de condiciones de acceso a los estudios y en el transcurso de los mismos, una mejor capacitación del personal, la formación basada en las competencias, la mejora y conservación de la calidad de la enseñanza, la investigación y los servicios, la pertinencia de los planes de estudios, el establecimiento de acuerdos de cooperación eficaces y la igualdad de acceso a los beneficios que reporta la cooperación internacional.
Dado al alcance y el ritmo de las transformaciones, la sociedad cada vez tiende más a fundarse en el conocimiento, razón de que la educación superior y la investigación formen hoy en día parte fundamental del desarrollo cultural, socioeconómico y ecológicamente sostenible de los individuos, las comunidades y las naciones.
Antecedentes.
La educación superior se instauro en el país en el siglo XVI, cuando en 1551 por cédula del rey Carlos I de España se estableció la Real y Pontificia Universidad de México, donde los naturales y los hijos de españoles estudiarían todas las ciencias a imagen de la Universidad de Salamanca1. En ella, se impartían las cátedras superiores de teología, filosofía, derecho y medicina. Las primeras universidades en provincia se establecieron en San Luis Potosí, Puebla y Guadalajara, en las que se impartían cursos avanzados de estudios universitarios, aunque para graduarse los alumnos debían hacerlo en la Universidad de México.
Fue a finales del siglo XVIII cuando se sentaron las bases para la creación del estado nacional moderno y de su correspondiente sistema educativo. Como consecuencia en 1772, se creó el Colegio de Minería y el Jardín Botánico. Al triunfo de la lucha por la independencia de México, entre los primeros asuntos a tratar se encontraba la educación. Está se apoyo en las bases legales para el sistema educativo que se habían promulgado a través de la Constitución de 1812, a partir de entonces en la ciudad de México se ubicaron las instituciones de estudios superiores tales como los colegios de San Ildefonso, San Gregorio, San Juan de Letrán y Minería, la Escuela de Medicina, la Universidad, la Academia de San Carlos y el Colegio Militar.
Sin embargo, el primer cambio importante en la estructura educativa se presento en 1883, cuando el presidente en funciones Valentín Gómez Farías, inspirado en el pensamiento del doctor José María Luis Mora, lanzó la primera reforma educativa, que consistía en desplazar la educación clerical e impulsar una nueva educación científica y abierta al progreso, debido a esto, fue suprimida la Real y Pontificia Universidad de México y en su lugar se propusieron los establecimientos de estudios superiores, sin embargo, Santa Anna dio marcha atrás a esta medida.
1Andoni Garritz, “Postgrado y Desarrollo Nacional 1980-1990”, en educación superior y desarrollo nacional, México IIEUNAM, 1992, p.135
A lo largo del periodo presidencial de Porfirio Díaz se efectuaron una serie de eventos relativos al sistema educativo. En 1878 se creó la Escuela Nacional de Jurisprudencia, y alrededor de la década de 1880 se fundaron las escuelas normales de Guadalajara, Puebla y Jalapa, entre otras, así como el Instituto Geológico Nacional y el Instituto Médico Nacional, los cuales desarrollaban tareas de investigación.
Desde 1901, el presidente Díaz legislo en materia educativa, su apoyo principal fue Justo Sierra, quien era su secretario de Justicia e Instrucción Pública. Posteriormente, se creó la Secretaria de Instrucción y Bellas Artes, en 1905.
En los primeros gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana, en la educación superior se introdujo un concepto de enseñanza técnica cuyo objetivo era formar personal necesario para reconstruir al país, surgió entonces, la Escuela Práctica de Ingenierios Mecánicos y Electricistas y se fundaron nuevas facultades como la de Química y la de Comercio, pero aún se carecía de una visión integral del sistema educativo.
Se puede decir que el primer proyecto educativo global, lo formulo José Vasconcelos y se puso en marcha desde la recién creada Secretaria de Educación Pública2, en 1921, durante la presidencia de Álvaro Obregón. Se fueron creando una serie de planteles de educación técnica superior: en 1922 la escuela de Salud Pública, en 1923 la escuela Nacional de Agricultura de Chapingo.
En 1929, Emilio Portes Gil envió al Congreso una iniciativa de Ley de Autonomía de la Universidad, mediante la que se entregaba el gobierno de la institución a ella misma. Fue hasta agosto de 1933 cuando el Congreso de la Unión expidió la ley que otorgo plena autonomía a la Universidad, creando el Consejo Universitario como órgano supremo de la misma.
2 Gilberto Guevara Niebla, Introducción a la teoría de la educación, México, Ed. Trillas-UNAM, 1970, p.69
En 1931, siendo presidente de la Republica Pascual Ortíz Rubio, Narciso Bassols presidió el sector de Educación Pública, se crearon las escuelas fronterizas y se modificó el texto del Artículo 3°, dándole una orientación socialista. Durante el periodo de Lázaro Cárdenas, 1934 a 1940, se creó el Instituto Politécnico Nacional con carreras profesionales como ingeniería, administración y economía, entre otras. Asimismo, se fundó la Universidad Obrera cuya idea central era llevar la educación a la masa de los trabajadores y a sus hijos. También se creó el Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH.
Manuel Ávila Camacho, intento conciliar el sistema educativo heredado con ideales democráticos y patrióticos; el secretario Jaime Torres Bodet pugnó por reformas al artículo 3° constitucional, en donde proponía encauzar los propósitos de la educación hacia la justicia social, sin enmarcarla dentro de una doctrina política.
Surgieron entonces las universidades privadas: en 1935 la Universidad Autónoma de Guadalajara y la Universidad Iberoamericana ambas como reivindicación histórica y el Instituto Tecnológico
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