LEYENDA CORTA INVENTADA. EL ORFANATO

ACT. INTEGRADORA

EL ORFANATO

Hace algunos años vivió una familia llamada “Los stone’s” la cual vivía a las orillas de una ciudad; la familia estaba conformada por el padre Joe Stone un hombre alto de una apariencia impecable de aproximadamente 35 años con un amor enorme hacia su familia y a las personas que lo rodeaban, también estaba Michelle Stone, una ama de casa afable, cariñosa y atenta de 33 años. Y por ultimo, se encontraban los gemelos Will y John Stone de 8 años, los pequeños Stone eran unos niños hermosos adorados por la gente principalmente por la ternura que irradiaban y lo particularmente bellos que eran gracias a sus grandes ojos color miel, su piel blanca resplandeciente y un cabello negro que podía verse a kilómetros de distancia.

Un día el señor y la señora Stone decidieron salir de viaje para celebrar su aniversario de bodas dejando encargados a los pequeños con una niñera hasta su regreso.

Después de un tiempo, llegó la terrible noticia de que el vuelo en donde se encontraba la pareja, había sufrido un accidente y ambos habían muerto en el instante; los niños al no comprender mucho sobre lo que estaba pasando, solo reaccionaron de manera sorprendida, angustiados sin embargo aún no asimilaban por completo el hecho de que sus padres ya no estarían a su lado.

Días más tarde llegaron por Wiil y John para llevarlos a un orfanato ya que no había nadie que pudiera responder por ellos y era la única opción para mantenerlos a salvo y bajo el cuidado de alguien.

Al llegar al orfanato Will y John se sintieron confundidos ya que jamás habían estado en un ambiente similar a ese, se sentían extraños, asustados, tristes y con el temor de saber que pasaría. Al dirigirse hacia lo que sería su nueva habitación, los demás niños los miraban con curiosidad y probablemente algo de maldad.

Los primeros días fueron los peores, los gemelos sufrían de bullying y terror por las noches al sentir que alguien los observaba.

Poco a poco fueron tomando un poco más de confianza con los demás niños sin embargo también se encontraban un poco más a la defensiva al saber que les podían hacer algo en algún momento.

Al pasar el tiempo, los gemelos se seguían sintiendo incomodos al sentir alguna presencia que los estaba vigilando u observando desde algún rincón del orfanato sin embargo no se atrevían a decir nada más que entre ellos mismos.

Una mañana como todas a las 6:00 en punto, Jon tenía que bajar a dejar su ropa como todos sus compañeros para que se pudiera secar a la lavandería que se encontraba en el sótano, sin embargo, John se atrasó por no encontrar toda su ropa, así que todos cumplieron y John se quedó al último teniendo que ir solo. Al bajar, John sintió que no estaba solo, como si alguien viniera siguiéndolo desde algún punto, pero trataba de hacer caso omiso a todo esto, al llegar a la lavandería colocó su ropa dentro de la secadora asegurándose de que estuviera bien cerrada y lo más rápido que pudo dio la vuelta y se dirigía a salir, cuando escuchó algo y se detuvo, al darse la media vuelta para ver que era, notó que la puerta de la secadora estaba abierta, rápidamente se regresó a cerrarla de nuevo y salió lo más rápido que pudo de ahí. Más tarde, después de la comida, John le comento esto a Willy, el cual le contestó que el sentía que los veían desde algún lugar, sentía que lo seguían y que no estaba solo en ningún lugar.

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