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LOS EQUINOS


Enviado por   •  28 de Febrero de 2014  •  1.449 Palabras (6 Páginas)  •  402 Visitas

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Durante milenios, el caballo no fue más que una pieza de caza para servir de alimento al hombre

prehistórico. Su velocidad de galope no permitía abatirle fácilmente con los medios rudimentarios

de entonces.

Pero más tarde la astucia y las emboscadas preparadas por el hombre permitieron

hacerse de las manadas de caballos que caían bajo los certeros golpes de los

cazadores. Después sobrevino un período de calma, porque el hombre nómada

se volvió sedentario, pastor y agricultor, y el caballo, más libre, sufrió una

transformación, y por razones inexplicables las manadas disminuyeron, aunque

las condiciones de vida debían haber mejorado.

En la edad de bronce el hombre se percató de que el caballo podría convertirse en un elemento utilitario

y no sólo como alimento. El caballo empezó a emplearse como elemento de trabajo. En la historia de la

humanidad, el caballo se convirtió en pieza vital de una nueva era. Según todos los indicios, el caballo

no tuvo su origen en Europa, sino que fue importado de alguna apartada región oriental para su utilización

doméstica.

Todo apunta a que fue el autor ateniense Jenofonte, nacido en el año 440. A.C. en el seno de una familia

aristocrática y alumno predilecto de Sócrates quien escribió la primera manifestación sobre el

"arte ecuestre". No solo escribió acerca del caballo, sino que extendió su estudio al jinete, a la caballería

y al mando de la misma en su acción colectiva.

Es importante hacer notar que la caballería era el cuerpo militar predominante en los ejércitos persas

y griegos, e incluso entre las hordas bárbaras anteriores a nuestra era. Todavía se montaba a pelo, pero

ya se jugaba al Polo en Persia. En esta época aparece el primer caballo famoso en la historia :

"Bucéfalo" el caballo de Alejandro Magno, cazado y domado por él. A lomos de este caballo Alejandro

Magno conquistó países colindantes con el mar Mediterráneo, el mar Negro y el Golfo Pérsico, llegando

desde Grecia hasta la India. Siempre a caballo.

Además del Polo, el deporte hípico se manifestó en forma de pugnas de carros de dos

o cuatro caballos, "bigas" o "cuádrigas" respectivamente, con lo que se iniciaron ya

competiciones con reglamentos y espíritu deportivo.

Más tarde, durante la dominación bizantina, Constantino consiguió poner en marcha un ejército de

caballería de aproximadamente 150.000 hombres perfectamente montados, y fue entonces, cuando

apareció la silla con estribos y el hierro de la herradura sustituyó a la defensa de cuero o hiposándalo.

Es la época de los mercaderes de caballos que vendían ejemplares procedentes de los países bárbaros

del Norte de Oriente y, también de Arabia. Finalmente, llegó la invasión de los bárbaros de Atila.

Los hunos llegaron a Roma desde las orillas del mar Caspio, y los árabes llegarían a las puertas de

Poitiers en el año 732. Sin embargo, mucho antes, y también atravesando la península Ibérica hasta

llegar a Francia los cartagineses de Asdrubal pasaron por España, camino de Italia, con veinte mil

caballos Libios, la raza más estimada en aquellos tiempos en que el material equino era de una utilidad

indiscutible y se le exigían características determinadas y especiales.

A la muerte de Asdrubal, su cuñado Aníbal sacó de España con objeto de vencer a los romanos, doce

mil caballos con hombres y pertrechos. Esta caballería se acreditó en sus marchas a través de los

Pirineos y los Alpes, y esta vez los ejemplares eran peninsulares. Gracias a ella Aníbal se apuntó las

resonantes victorias en Tessino, Trebia, Cannas y Trasimeno. La dominación cartaginesa hizo mucho en

favor de la calidad del caballo netamente español al introducir la sangre de los excelentes corceles

libaneses y berberiscos.

Pasamos a la Edad Media. La caballería Española, que estaba considerada como "Escuela de

Caballeros" los hijos de los grandes señores o caballeros de alcurnia pasaban su infancia y adolescencia

sometidos a una estrecha vigilancia y una constante preparación. Primero bajo la tutela materna y luego

bajo la de un preceptor, y cuando apenas tenían diez años eran enviados a los castillos de otros señores

a los que servían directamente y de ellos aprendían el arte de ser caballeros. Empezaban por llevar las

armas y los escudos, y de ahí el nombre de "escuderos" que se les daba. En los castillos recibían

además instrucción literaria y musical, y aprendían idiomas. Se forjaban pues, hombres y caballeros

aptos para la guerra y también para la vida palaciega y social de la época.

Cuando

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