LOS PADRES DE FAMILIA

LOS PADRES DE FAMILIA

El Proceso Enseñanza – Aprendizaje (PEA) requiere la atención de tres elementos fundamentales, el que es el centro de estudio, el alumno, el que proporciona el conocimiento, el maestro y el que apoya en las horas extra clase las actividades educativas, el padre de familia.

Parte del problema también es que el maestro, no podrá hacerlo sólo, es muy importante el apoyo de los padres, que muchas veces brillan por su ausencia, en algunos casos. Muchas veces como maestros batallamos más con los padres que con los niños, el 99% de citas con padres de familia son para atender cuestiones familiares, divorcios, alcoholismo, rechazo hacia los hijos, parejas con problemas de todo tipo. El 1% acude por cuestiones académicas. Las familias están preocupadas por llevar el gasto a casa y desgraciadamente la educación de sus hijos pasa a último término y dejan en nuestras manos todo, desde valores, hasta reglas básicas que deben ser proporcionadas por la familia.

Miles de problemas cada año por la desintegración familiar, la necesidad de trabajo de los padres, la indiferencia que tienen hacia la educación formal de sus hijos y ya ni se diga la que traen de casa, padres que nunca están conformes ni satisfechos, nada les parece, nada los conforma, desconfían de todo, todo lo cuestionan, pero luego nos damos cuenta que son los que menos apoyan, y siempre los que más exigen, los que piden que se les consecuente a los hijos, que se les considere y justifique su falta de responsabilidad.

La familia es la célula fundamental de la sociedad, tienen que revisarse como padres para saber y corregir en lo que están fallando, mi pregunta es, ¿Realmente como padres inculcan los valores a sus hijos? lo digo porque faltan en las aulas el respeto, la tolerancia, el orden, puntualidad, compañerismo, etc., entonces no tachen a los maestros de flojos o malos, si no revísense como padres, dice un dicho muy cierto: “La educación se mama” y esto le corresponde a los padres. Hay que lidiar con exigencias ajenas a tan noble labor; después de lidiar con padres irresponsables que piensan que la escuela es guardería; después de tratar con muchas nobles personitas necesitadas de aprender, pero también con muchos jovencitos cada vez más groseros gracias a esos padres que no recuerdan que quizá gracias a un maestro de los que ahora llaman "huevones" aprendieron a escribir, leer y todo aquel proceso que hoy les permite criticar.

Hemos olvidado la esencia de la familia que era de llenar de valores a los hijos, ahora esos niños maleducados o caprichosos llegan a las aulas y gritan, dicen groserías la realidad nos ha golpeado de frente, ahora los hijos son muy groseros con los padres, es muy bonito echarle la culpa a los maestros del comportamiento de sus hijos, yo cómo recuerdo cuando le decía a mi mamá que tenía que ir a la escuela a hablar con la maestra y su contestación siempre era "Pero que hiciste eh, más te vale que no sea nada malo, porque si no vas a ver en la casa como te va a ir" y ahorita le dicen a uno: maestro es que mi hijo no me hace caso, no sé qué hacer con él.

Se encuentra uno con el enorme problema de la falta de tiempo y dedicación que los padres le deben a sus hijos, porque hay que recordar que la educación empieza en casa y nosotros no tenemos la culpa de las familias disfuncionales y los problemas que los niños llevan cargando de su casa a la escuela o si durmió bien o salió de su casa desayunado o no llevo refrigerio, etc., todo esto y más son los retos que un maestro debe de vencer y tratar de que el niño aprenda lo mejor posible, aunado a los grupos tan poblados que tenemos.

Los padres de familia, tienen que aceptarlo, están educando niños intocables, niños que creen merecer todo, papá y mamá trabajan pero no saben trabajar con la culpa, haciendo niños caprichosos y quieren dejarle a los maestros la educación que nos corresponde a nosotros.

Reconocemos que en verdad hay padres o madres que se preocupan por la suspensión de clases y estos más que preocuparse

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