LOS PROYECTOS Y EL ESPIRITU EMPRENDOR.

Capítulo 1 Los proyectos y el espíritu emprendedor

¿Qué es un proyecto de desarrollo?

Un proyecto de desarrollo es el análisis cuidadoso de una idea que puede surgir de una persona o grupo de personas del sector público o privado y en cualquier sector de la economía, para crear una unidad productiva de bienes y/o servicios en beneficio tanto de los interesados en la idea como de la población a la cual va dirigido el proyecto.

El estudio cuidadoso de la idea tiene como finalidad aportar la información necesaria para la toma de decisiones sobre la conveniencia o no de invertir en un proyecto.

“Proyecto es el conjunto de actividades planificadas, ejecutadas y supervisadas que, con recursos finitos, tiene como objeto crear un producto o servicio único.

Hasta hace muy poco, los proyectos eran realizados por especialistas o instituciones que aplicaban determinada metodología, pero con poco contacto con las personas (actores) que iban a ser afectados por el proyecto, por eso eran frecuentes los fracasos en los procesos de identificación de la mejor alternativa de solución a un problema, así como en las etapas de implantación y puesta en operación del mismo, esto permite comprender que un proyecto además del componente técnico, requiere del concurso de voluntades de los actores involucrados.

Hoy se reconoce que el punto de partida para una idea que se quiere trabajar como proyecto es identificar claramente las necesidades y expectativas de una población objetivo: conociendo en detalle las características de esa población debe diseñarse el producto y/o servicio.

¿Qué es la participación y por qué es importante?

La participación es el proceso de movilización consciente de los diferentes miembros o agentes que comparten un espacio geográfico para llevar a cabo proyectos de interés común.

En el proceso de identificación de ideas, quienes perciben un problema o descubren una potencialidad son los actores clave en esa etapa que representa la semilla de un proyecto, “La identificación de una buena idea”.

Otra etapa del proyecto se refiere al proceso de elaboración del respectivo estudio de prefactibilidad o de factibilidad, que puede estar a cargo de un equipo de profesionales expertos en el área del proyecto, quienes durante su labor consultarán a otros actores determinantes para modelar el proyecto, como lo son los clientes, proveedores etc.

Si una vez realizado el estudio se decide implantarlo, es decir, llevarlo a cabo sigue la etapa en que se hacen las mayores inversiones y participan otros actores según la complejidad y tipo de proyecto como lo son: los responsables de la administración, los encargados de las construcciones, los del montaje de maquinaria y equipos, los de distribución en planta, los trabajadores encargados de las labores de obras civiles y adecuaciones locativas. El número de actores involucrados depende de la magnitud y el nivel de complejidad del proyecto.

Finalmente, si el proyecto se lleva a cabo y cumple con la cabalidad con la etapa de implantación o construcción, sigue la etapa en que la unidad productiva de bienes y/o servicios entra en operación. En esta etapa interviene el personal directivo responsable del manejo estratégico de la empresa, el personal ejecutivo y operativo, y se activan las relaciones comerciales con los clientes de la empresa, los proveedores, el Estado a quien se le hace las trasferencias de ley y la comunidad en general.

Aunque en cada fase del proyecto intervienen actores diferentes, quienes identificaron         la idea y desean sacarla adelante, asumen responsabilidades e gestión para que el proyecto avance con éxito: en tal sentido estos actores representan el “hilo conductor” del proyecto, pues siempre están presentes y ese trabajo constante, sistemático e inteligente es lo que los distingue dentro de una comunidad como “actores emprendedores”; estos actores son muy importantes porque contribuyen de manera efectiva al crecimiento económico y social de una sociedad. En tal sentido, también se puede definir la participación como una condición para el éxito de proyectos que se concreta en las diversas actividades que realizan las personas, para tomar decisiones o influir en quienes tienen poder de decisión y lograr un determinado objetivo relacionado con el proyecto de interés. Una participación eficaz se fundamenta en actitudes:

Entusiasmo, compromiso, comunicación, respeto mutuo y consenso para las decisiones.

¿Cuáles son las condiciones para una buena participación? 

Las condiciones para una buena participación se relacionan con aspectos como:

Representación de líderes que con su ejemplo logran que la gente crea en ellos y que la gente crea en sí misma y se comprometa con el proyecto de interés.

Capacitación como una forma de garantizar una participación cualificada.

Reconocimiento de género pues hoy la mujer representa el 50% de la comunidad y está más preparada que antes.

Mentalidad abierta y dispuesta a aprender continuamente dentro de un marco de tolerancia y respeto para la opinión ajena.

Aprovechamiento de profesionales, técnicos y tecnólogos que pueden aportar conocimiento y experiencia en el proyecto de interés.

Acercamiento a entidades públicas y privadas de apoyo institucional con las cuales es posible interactuar.

La participación es una condición necesaria para el desarrollo social, empresarial, regional y nacional.

En síntesis, la participación permite         que una comunidad  o un grupo de emprendedores de cualquier sector de la economía, así como las instituciones de apoyo, se pongan de acuerdo sobre las ideas por desarrollar como proyectos y las etapas para gestionarlos exitosamente.

Es importante que quienes identifiquen una idea y gestionan su realización, manejen elementos conceptuales básicos, examinen experiencias de quienes han vivenciado proyectos iguales o similares, establezcan relaciones con entidades de apoyo.

¿Los proyectos sociales son diferentes a los proyectos de iniciativa privada?

Cuando se habla de proyectos sociales suele pensarse en proyectos dirigidos a las comunidades más desprotegidas de una sociedad, avalados por el Estado y con el objetivo fundamental de mejorar las condiciones de vida de una población.

En el caso de proyectos de iniciativa privada, el énfasis está en identificar una necesidad o una oportunidad en la sociedad y estudiar cómo satisfacer esa necesidad o aprovechar la oportunidad  de tal manera que se logre un rendimiento atractivo sobre la inversión requerida del proyecto.

Si bien es cierto que ya se pueden reconocer algunas diferencias entre proyectos sociales y proyectos privados, como el objetivo fundamental y las fuentes de financiación, también se pueden identificar algunas similitudes; por ejemplo, el hecho de que en ambos casos pueden surgir en  cualquier sector de la economía, de igual manera exigen la definición de una población objetivo.

...