La Comunicación Humana
Enviado por Juli.p • 3 de Junio de 2013 • 3.683 Palabras (15 Páginas) • 1.459 Visitas
CONSIGNAS.
1. “Vivir es, en gran medida, una cuestión de comunicación”. ¿Están de acuerdo?¿Cómo podrían fundamentarlo?
2. Observen nuevamente las imágenes de la página 10. Realicen otra vez las actividades. ¿Obtuvieron las mismas respuestas?
3. Piensen tres ejemplos de objetos de uso cotidiano que funcionen, a la vez, como signos. ¿Qué significan?
4. Busquen ejemplos de las tres clases de signos que menciona Peirce (icono, índice y símbolo). Expliquen por qué eligieron cada ejemplo.
5. Elijan una situación de comunicación dentro del ámbito escolar (clase, charla durante el recreo, acto escolar, etc.): -Describan brevemente la situación: den cuenta de los personajes que forman parte de ella y los roles que ocupan. -¿Qué elementos de comunicación no verbal pueden identificar? -Según lo estudiado en el capítulo, ¿se trata de una situación de comunicación interpersonal o institucional? ¿Por qué?
6. Busquen un programa informativo en la radio y otro en la televisión. Indiquen de qué programa se trata en cada caso. -Analicen qué elementos no verbales les llamaron la atención en cada uno de ellos. ¿Cuáles son comunes en ambos programas?
7. Analicen el fragmento de “El nombre de la rosa”. -¿Qué elementos son signos para Guillermo y no para Adso? -¿Qué tipo de signos según Peirce son: las pisadas, las crines, las plantas rotas? -¿Qué tipo de signos son las descripciones de un caballo perfecto que realizaron otros monjes importantes?
RESUMEN DEL CAPITULO “LA COMUNICACION HUMANA”.
Vivir, una cuestión de comunicación.
Vivir es, en gran medida, una cuestión de comunicación.
Una manera de abordar este tema es pensar en el acto comunicativo como circuito básico, en el que un emisor transmite un mensaje a un receptor. Podríamos considerar actos de comunicación algunos fenómenos del reino animal.
La comunicación humana.
Benveniste. El mensaje es un conjunto que se refiere a determinados objetos. Los signos no tienen una relación necesario con aquello que representan, no hay una continuidad entre el objeto y el signo, sino que los signos son entidades diferentes creadas para la comunicación. Estos signos sólo pueden ser comprendidos porque pertenecen a un código, es decir a un sistema de convenciones mediante el cual los miembros de una comunidad pueden entenderse.
En qué no se parecen los seres humanos a las abejas.
Las abejas envían mensajes pero no dialogan. Los humanos pueden transmitir, estudiar, discutir y cuestionar los mensajes de otros.
Dos maneras de pensar la comunicación.
La comunicación como transmisión de información (un emisor codifica una mensaje y otro lo decodifica, el código debe ser claro, preciso y sumamente estable. Es útil para dar cuenta principalmente de algunos tipos de mensajes) o la comunicación como producción de significación (se ponen en juego códigos muy complejos y también varios a la vez, intervienen el lenguaje de los gestos, los tonos de voz, la mirada, el conocimiento previo, experiencia, apreciación, etc. Los receptores realizan una interpretación de lo que los elementos del mensaje significan).
Los signos.
Ferdinand de Saussure se centró específicamente en los signos lingüísticos (los que forman el lenguaje verbal). Así definió la Lingüística como la ciencia que estudia estos signos verbales y la incluyó dentro de una ciencia más general, que se ocupa de la totalidad de los signos en la vida social, la Semiología.
El signo lingüístico.
Para poder conformar un objeto de estudio más homogéneo, Saussure diferenció dos entidades: la lengua (parte social del lenguaje: el conjunto de convenciones necesarias para comunicarnos, es decir, el código) y el habla (uso de la lengua y, por ser cambiante e individual, quedó fuera del objeto de estudio de la Lingüística saussureana).
Un signo con dos caras.
La lengua es un sistema formado por signos. Cada uno de estos signos está compuesto por dos partes: el significado (representación psíquica) y el significante (parte material del signo, el sonido, y permite que el significado se haga presente).
El signo es el producto de esta conjunción.
La relación entre el significante y el significado (llamada significación) es arbitraria. Esto quiere decir que no hay ninguna necesidad para que el significante esté asociado a la idea.
Ser lo que los otros no son.
Saussure afirma que la lengua es un sistema de valores. El valor de un signo es el lugar que ocupa en el sistema en relación con los demás signos. Cada uno de los signos es lo que los otros no son.
Relaciones presentes y relaciones ausentes.
Saussure afirma que los signos establecen dos tipos de relaciones, que denomina sintagmáticas y para dogmáticas.
Una cadena de palabras que se ordenan linealmente se denomina sintagma. Asimismo, cada signo adquiere su valor en relación con el anterior o el siguiente.
Cada uno de los signos que aparecen en la oración también tiene relación con otros, que no están presentes pero a los que podemos vincularlos por distintos motivos. Estas cadenas asociativas -que son infinitas- se denominan paradigmas.
La Semiótica.
Peirce trabajaba en una ciencia de los signos que él llamo Semiótica.
Peirce desarrolla que un signo es algo que está para alguien en lugar de otra cosa en algún aspecto o carácter. Esa otra cosa se denomina objeto del signo. El signo es, entonces, la relación no la entidad.
Para que algo sea signo de otra cosa, esa otra cosa ya debe ser un signo. Peirce rechaza la posibilidad de conocer el mundo fuera de los signos.
Según la teoría de Peirce, toda la experiencia humana es organizada en tres niveles: primeridad (el orden de las cualidades), segundidad (el orden de la realidad) y terceridad (el orden de los signos).
Una de las diferentes clasificaciones
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