La Corrupción en el Comportamiento de los Colombianos

Sofía Apraez Jurado

Adriana Pabón

Textos II

05 de abril de 2017

La Corrupción en el  Comportamiento de los Colombianos

En nuestra sociedad actual es muy normal escuchar acerca de corrupción, injusticia, negligencia, entonces lo pasamos por alto, porque ya se convirtió en una rutina, el cansancio al que nos lleva que esta serie de acontecimientos se repitan, promesas sin cumplir, robo de dineros públicos, la fe en los entes gubernamentales desaparece. A la mayoría nos lleva a la resignación, pero solo a la mayoría, hay personas para quienes echarle tierra encima a los problemas no es una solución, el problema los afecta de manera tan directa que no pueden dejarlo pasar o simplemente el dolor de patria los lleva a tomar cartas sobre el asunto.

Según el diario portafolio los medidores de corrupción en Colombia desde el año 2002 llegaron a un pico de 3,6 en una escala del 1 al 10 donde 10 significa que no hay corrupción, en el año 2012 volvimos a este mismo valor, extrañamente los ingresos por persona no se ven afectados por la creciente corrupción, estos han aumentado 3 puntos porcentuales, si a lo anterior le sumamos la mala distribución de los recursos en Colombia llegamos a la conclusión que los contrastes en nuestro país solo tienden a marcarse más y más, esto le agrega una razón más al  descontento y le resta mucho a la paciencia de los Colombianos.

En Bogotá un hombre subió hasta el último piso de una clínica y amenazó con lanzarse al vacío porque llevaba 8 meses sin poder recibir una cita médica con la EPS Saludcoop hoy Café salud, esa misma noche en la ciudad de Cartagena un señor que llevaba tres días en la recepción de una clínica agredió al médico de turno, no aguantaba más el dolor de cabeza, había sufrido una embolia cerebral.

Como condenar los actos realizados por estos usuarios si solo de leer sus casos ya sentimos ganas de hacer algo para que de alguna manera la situación mejore, nuestro medidor de ira, el que nos hace estallar se empieza a acercar al tope, empieza a llenarse y ni siquiera se trata de la ocasión propia ni la de un pariente o un amigo, es solo un colombiano entre tantos que deben estar pasando en este mismo momento por iguales o peores situaciones.

Tomás de Aquino en su análisis de la ira buena y la mala afirma que la primera nace de la indignación objetiva ante la injusticia, mientras que la otra se nutre de la

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