La Empresa Y La Familia

LA EMPRESA Y LA FAMILIA

La empresa es un bien creado con fines de lucro y desarrollo, esta empresa puede ser organizada por un solo individuo como empresas independientes, o por socios como empresas de sociedades.

La familia un ingrediente bueno y malo para la empresa

Si usted ha escuchado decir alguna vez mi empresa es mi familia, o mi familia es mi empresa, la verdad es que este en muchos casos ha sido un ingrediente de éxito para muchos empresarios.

Las empresas familiares resultan ser muy productivas cuando entre sus miembros hay comprensión y respeto. Grandes empresa como Ford La Ford Motor Company, más conocida simplemente como Ford, es una empresa multinacional estadounidense fabricante de automóviles, u otras empresas han logrado convertirse en verdaderos gigantes industriales con la ayuda de la familia.

Sin embargo en la mayoría de los casos este ingrediente no resulta como lo esperan sus miembros, cabe decir que no es bueno mezclar a la familia con el trabajo o empresa. Una empresa funciona y se desarrolla bien cunado es dirigida como tal, la familia tienen otra estructura y forma de llevar su existencia.

Por ejemplo: si el padre o la madre es la cabeza, y el hijo mayor es el gerente general, los patrones de comportamiento deben ser muy rígidos olvidándose de sus roles de padres y comportándose únicamente como jefes de la organización. Si el padre o madre es lo mismo en la empresa es de seguro que esta fracasara inevitablemente.

Consejos para llevar la familia a la empresa

En la casa todos deben ser padres, hermanos, hijos, u otros familiares, pero en la empresa todos son socios, empleados, o colaboradores. Desde el momento que llegan al trabajo de su empresa lo parentescos familiares se terminan y esto puede parecer frívolo, pero es la receta adecuada para el éxito.

Otro factor importante se da cuando el padre dueño de una compañía coloca a su hijo directamente en un cargo directivo por el hecho de ser el hijo, cuando lo correcto sería que este pasara por diversas áreas antes de dirigir esa compañía y sentarse en el sillón gerencial. Recuerde que nadie mejora ni aprecia lo que no le costó esfuerzo en conseguirlo.

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