La Esclavitud En La Mujer
Enviado por enyb • 10 de Febrero de 2013 • 1.458 Palabras (6 Páginas) • 498 Visitas
Durante el comercio de esclavos de África a América los negros son traídos sin compañera. Luego trajeron la mujer como nueva mercancía u objeto de trueque para ampliar la mano de obra y para que hubiera crías. Quien poseía esclavos y esclavas tenía ventajas sobre otros hacendados o encomenderos.
En la época de la colonización la mujer siguió soportando en silencio el maltrato, entre otros, el trabajo arduo bajo el látigo, el abuso sexual y la separación del hijo, por legislación éstos eran propiedad del blanco. También tenía que renunciar a su identidad y costumbres y someterse a la de sus amos. En la casa de los hacendados era parte de la servidumbre como cocinera, o lavandera, rol que todavía se conserva. No obstante y en forma clandestina se juntaban con las que trabajaban en las minas o agricultura para practicar sus creencias. Con el tiempo los amos toleraron algunos aspectos de su cultura como cantos, danzas, procesiones y reuniones entre miembros de las mismas etnias. En estos grupos también se cocinaban procesos de rebelión, con el apoyo silencioso de las mujeres quienes suministraban información y alimentos a los cimarrones.
Entendemos que su importancia reside, entre otros aspectos, en que es difícil comprender la desigualdad económica y social de esta sociedad sino a través del fenómeno originado a partir del "encuentro y cruce de razas" ocurrido desde el inicio de la conformación de este pueblo. Desde los mismos orígenes del pueblo dominicano, la pertenencia a una determinada etnia vinculó a una determinada posición económica y social.
A partir de la fusión biológica de colonizadores españoles, aborígenes y esclavos africanos importados, determinó lo que como sociedad hemos estado siendo y lo que en la actualidad somos. De nuestro pasado, entonces, no podría excluirse las relaciones entre aquellos descubridores españoles aquí llegados a partir de finales del siglo quince y aquellos africanos aquí traídos desde principios del siglo dieciséis ni aún podría ser excluido el relativamente breve contacto con aquellos “desaparecidos” nativos.
Es obvio que en la sociedad dominicana ha existido y aún existe una estrecha relación entre etnicidad y desigualdad económica.
En estos grupos también se cocinaban procesos de rebelión, con el apoyo silencioso de las mujeres quienes suministraban información y alimentos a los cimarrones. a mujer negra sin ninguna preparación carecía de poder económico social y religioso, cambia de sitio según la ocupación de su cónyuge. Algunas mujeres ejercen influjo a través de la culinaria, los rezos, rituales, dulces, folclor, entre otros. Últimamente ha habido una apertura al estudio y a la vida profesional siendo más visible su aporte a la sociedad. Aun después de quinientos años de historia, el porcentaje de mujeres negras con formación académica es muy bajo.
En la cultura afro americana la mujer es el centro de la organización familiar y de su estabilidad. Es defensora de la vida y de la prole. Son transmisoras o creadoras de juegos, cantos, recetas de cocina y fiestas. La modelación de la cerámica y el tallado en madera fueron una las tantas expresiones de su espíritu y creó nuevos estilos en la concepción de la vida, en la música, y en el baile. Resaltan la memoria de los muertos, algunas cumplen la función de parteras o de curanderas mediante la medicina alternativa. En las asambleas no tienen la costumbre de participar pero penetran en la sociedad a través de la educación de los niños y nietos a quienes transmíten sus valores por medio de la tradición oral y la cosmovisión.
Ultimamente se van organizando grupos de mujeres negras para participar en la sociedad.
En lo espiritual, ellas transmiten la vivencia de fe y el sentido de fiesta a través del canto, versos, refranes, oraciones, leyendas y mitos, rituales y símbolos. A algunas se les reconoce la función de santiguar, realizar el ritual del agua de socorro y rituales mortuorios. En lo moral insisten en la laboriosidad, en el cumplimento de los deberes en la solidaridad y la honestidad. no hacían mucha presencia en los templos, pero eran muy activas en expresiones religiosas a lo largo de los ríos , en el hogar y en la agricultura. Su vivencia de fe no hace divisiones si no que globaliza todas las situaciones de la vida, pues vive su espiritualidad en la abundancia y en el hambre, en la compañía y en la soledad, en el dolor y en la alegría, en el trabajo y en el descanso,
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