La Etnografía En Lo Educativo

La etnografía en loo educativo

PRESENTA: JUAN FRANCISCO LOMELÍ RAFAEL

LOS PRELIMINARES

El tema que abordaremos es referente a un recurso dentro de la metodología cualitativa, al que se puede recurrir para hacer investigación dentro del ámbito escolar, denominado etnografía educativa.

Recurso que es utilizado dentro de la investigación social y que no siempre es considerado por el maestro como productor de conocimiento dentro de su campo.

En este sentido, nuestra finalidad es, además de indagar documentalmente un poco sobre este objeto de estudio, destacar la función del docente como investigador de su propia práctica.

LO MEDULAR

En el correr de su práctica, es seguro que el docente se encuentre con innumerables preguntas a las que, por lo apremiante de su hacer en el aula, por la atención que le exigen sus alumnos y la exigencia de cumplir con el programa de su clase, busca respuestas inmediatas, al menos en el terreno de la Educación Básica, que es donde se sitúa nuestro hacer docente.

Unas mediante entrevistas simples con sus alumnos o padres de familia; otras en el intercambio de experiencias con sus colegas y; en el mejor de las veces, estableciendo una observación más profunda sobre lo que le llama la atención, con la concebida contrastación con referentes teóricos que le permitan hacer una interpretación de ese trozo de realidad.

Por otro lado, refiere Velazco (2003) que gran parte de las investigaciones en educación, esas que son convertidas en teorías o conocimientos que respaldan algunas posturas educativas, no las realizan maestros.

Lo anterior por la multiplicidad de tareas que tienen: Especificar aprendizajes que ha de generar de acuerdo al programa de estudio, determinar estrategias didácticas y elaborar o hacerse de recursos materiales para organizar las actividades áulicas; revisar trabajos o tareas escolares; elaborar pruebas, o comprarlas, para ser aplicadas de manera bimestral; recopilar evidencias del hacer del alumno; controlar la disciplina dentro del aula, situación que en muchos casos les exige una atención permanente; organizar o participar en actividades generales de la escuela; atender demandas directivas o quehaceres generados por programas complementarios, como el Programa Nacional de Lectura, de Higiene Escolar, de Participación Social, para abatir el rezago escolar, etc.

Viendo este panorama, es como surge la propuesta de incitar al maestro en la utilización de un recurso metodológico con lo que pueda conjuntar la práctica con la teoría, mediante el análisis del contexto cultural en que se ejercita, como lo es la etnografía educativa.

Pero para antes, es necesario definir el concepto de etnografía, que se compone de dos vocablos, ethos, pueblo, y graphos, escritura, es decir, escribir sobre un pueblo, describir sus formas culturales en que interactúan sus miembros.

Este tipo de investigación nace dentro del ámbito sociológico y antropológico y en países anglosajones, ya que

“Es afines de la década de los setenta y en los años transcurridos de los ochenta [del siglo pasado] cuando se multiplica progresivamente la utilización de las etnografías y de los diseños cualitativos en general, tanto en las investigaciones educativas como en otras más sociológica o antropológicas” (Goetz P., J y Le Compete, M.D., 1988:11)

Y, como se resalta arriba, realizada propiamente por profesionales de estas disciplinas, que intentar describir esos contextos para buscar respuestas a problemas sociales, con el supuesto de tener sus orígenes en esos espacios culturales.

Como ejemplo se puede citar el estudio de Pulido (2003), que detalla las vicisitudes a las que tuvo que enfrentarse al sustituir a una maestra en un grupo de 1º de primaria, circunstancia que no le llevó más de hora y media de interacción en ese contexto específico, pero del cual ofrece una evidencia de cómo la etnografía se transforma en un medio eficaz de investigación.

En este sentido, el autor resalta como

“El etnógrafo de la educación, por lo tanto, es primeramente un intérprete de

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