La Evaluación Psicomotriz

Lectura: La evaluación psicomotriz

Desde la escuela, los maestros debemos propiciar a los niños una imagen ajustada del esquema corporal para que así puedan tener una identidad propia, con sus propios movimientos, sensaciones y percepciones.

La imagen que tienen del esquema corporal está unida a las relaciones afectivas, a las vivencias tónicas, a las emociones y a los sentimientos positivos.

La formación del la propia imagen corporal hace referencia a la conciencia que el niño tiene de su propio cuerpo, la cual va adquiriendo a través de la relación con el entorno. Es un proceso madurativo que evoluciona de la dependencia a la autonomía, y está dividido en dos etapas:

• Etapa presimbólica (0-2 años): En la que el niño necesita la presencia del adulto para ir tomando conciencia de sí mismo.

• Etapa simbólica (2-6 años): Ya no es necesaria la presencia del adulto, puesto que el niño ya posee una identidad corporal diferenciada.

Una vez que el niño ha descubierto la propia identidad, le permitirá desarrollar las capacidades intelectuales y afectivas, le dará seguridad en sí mismo, potenciará el autodominio, la autonomía y la autoestima.

La intervención de los psicomotricistas debe basarse en proporcionar estrategias de estimulación, contención y reconocimiento durante el desarrollo madurativo de los niños, todo ello en un ambiente de placer y seguridad afectiva y física.

Sobre la escala de evaluación propuesta, me parece la apropiada.

En un primer momento es importante la observación comprensiva para analizar las acciones y comportamientos, y el significado que estos tienen.

Los indicadores para evaluar la imagen del niños propuestos por Arnaiz (2000) fueron: el juego simbólico, la expresividad corporal, la manera de situarse y las relaciones corporales.

Éstas unidades de evaluación se llevaron a cabo en actividades habituales durante 5 meses.

Al ir recogiendo los datos obtenidos en cada sesión en las plantillas con diferentes categorías y subcategorías, te permite ir viendo fácilmente la mejoría de los comportamientos sesión tras sesión.

Además, la grabación de las sesiones me parece una idea genial, ya que así puedes ver la grabación después de cada sesión y se pueden analizar mucho mejor las secuencias de juego del niño para cumplimentar las plantillas de evaluación de la mejor manera posible.

Este instrumento de evaluación ha permitido evaluar el proceso de construcción de imagen del niño y la evolución de su autonomía afectiva partiendo de las capacidades del pequeño.

Con este trabajo se ha afinado la observación de las maestras y especialistas, se ha focalizado su atención y sistematizado el proceso, lo cual ha hecho que se pueda ajustar la intervención educativa, y que el niño haya logrado una mejoría considerable y

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