La Evolucion Del Vampiro

PRÓLOGO

El presente ensayo realizado para el Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental III impartido por la profesora Laura Bernandino Hernández es el trabajo final de evaluación, y tiene el principal propósito de exponer un tema, escogido de manera libre, en el que se defiende una tesis con argumentos a favor y en contra.

El tema que decidí abordar fue el vampiro, específicamente, la transformación del personaje a través del tiempo. A continuación, en el trabajo expondré mi tesis: “El vampiro ha sido adaptado a la época actual de forma ridícula”, y que es lo que defiende la misma.

En el desarrollo se incluirán temas como: las características del vampiro en la antigüedad. Las creencias acerca de estos personajes, ejemplos de estos seres en otros países, porque es que se creía en ellos, etc. También se expondrán las características de lo que se conoce como el vampiro hoy en día, para poder hacer notar las diferencias entre el antes y el ahora, y así poder explicar porque, en mi opinión, su transformación ha sido negativa.

Para realizar el trabajo se realizaron investigaciones en distintas fuentes para poder hacer más clara la exposición del mismo tema. Espero que disfrute de su lectura tanto como yo he disfrutado el realizar este trabajo.

El vampiro esta propenso a ser víctima de vehementes pasiones, parecidas a las del amor, ante determinadas personas. Para obtener su sangre, pone en juego una paciencia infinita y recurre a toda clase de estratagemas a fin de superar los obstáculos que le separan del objetivo deseado. No desiste de su empresa hasta que su pasión a sido colmada y ha podido sorber la vida de la codiciada víctima.

Sheridan Le Fanu

EL VAMPIRO

El vampiro es un ser o personaje que ha sido parte de la gran mayoría de la historia de la humanidad. La creación de este ser ha sido gracias a las creencias de la misma gente que se dejaban llevar por lo desconocido y por lo tanto, sentían miedo hacia lo que ignoraban. El vampiro es un personaje que principalmente era temido y odiado, era un monstruo o bien, demonio, denominado por la religión. Sin embargo, con el paso del tiempo, este ser ha sido transformado para que pudiera adaptarse a lo que conocemos como la época actual, y así, poder ser aceptado en el público.

Este cambio tan drástico de las características y hábitos del mismo, han hecho que hoy en día sea ridiculizado y no sea tomado en serio. Algo que ha afectado mucho a su imagen original, ya que es ignorada, pues el público no se toma la molestia de investigar sus orígenes, además de que los verdaderos amantes de estos seres o personajes se ven afectados, ya que se piensa que estos seres que conocen, no son los “verdaderos” vampiros.

El vampirismo se extendió por todo el mundo, pero principalmente en Europa, y este tema fue una de las tantas razones por la que se inició la inquisición, sin embargo, este es un tema aparte. A continuación, las características de los vampiros “originales” en algunos países durante la antigüedad.

Las características de los vampiros en la antigüedad principalmente son creadas por la gente durante una época de ignorancia y desconocimiento, y mayormente por parte de la religión.

En la india se tenían muchas ideas sobre estos demonios, y en este lugar abundan las leyendas sobre los vampiros, como por ejemplo, que los cadáveres de los hombres con sed de venganza eran tomados por espíritus malignos. En China, se creía que estos demonios al tener a su disposición calaveras y huesos medio podridos, podían crear nuevos entes, además de que la posesión del cadáver podía asegurar su frescura. En Grecia se pensaba que los vampiros eran personas muertas que salían de sus tumbas para atacar a los pueblerinos. Sin embargo, “En muchos otros países como Polonia y Rumania, se cree que los vampiros son seres queridos quienes por razones tales como falta de bautismo, el suicidio o por ser practicantes de brujería, al morir se convierten en vampiros como una especie de castigo o condena de sus actos pecaminosos” . Y fue precisamente en Rumania donde nació una historia relacionada a las características del vampiro que son conocidas actualmente, y con la cual, comenzó la trasformación del personaje: Drácula.

Ya que he hablado de las primeras creencias en el mundo sobre estos demonios, puedo proceder a sus características y hábitos antiguos, y actuales, para poder remarcar el cambio notorio que ha sufrido con el tiempo. Este cambio fue originado principalmente en la literatura, ya que fue por este medio donde se dieron a conocer en lugares donde no se sabía la existencia del vampiro.

Las características del vampiro, ya sea antiguo o moderno, los atan a cumplir con distintos hábitos y tradiciones para poder sobrevivir. A partir de aquí, los vampiros antiguos serán referidos como vampiros, y los vampiros actuales referidos como “vampiros”.

Los vampiros son seres malignos sedientos de sangre fresca, pues la sangre es el único líquido que los satisface y con el que pueden sobrevivir, y por lo tanto, se ven obligados a beberla sin importarle quien sea la víctima. Los “vampiros” de igual manera necesitan sangre para subsistir, pero, a diferencia de los otros, estos pueden controlar el impulso, e incluso sentir algún tipo de sentimiento por la otra persona.

Los vampiros son visualizados como seres grotescos y monstruosos, con una apariencia desagradable, esto les dificultaba aparecer directamente frente a los humanos, además de que son afectados por la luz del sol, una de las razones por las que se veían obligados a atacar en la noche. Ahora, el “vampiro”, goza de una apariencia atractiva y posee la capacidad de poder aparecer bajo el sol y por lo tanto llegar más fácilmente a su víctima, lo que hace más fácil su alimentación. También estos “vampiros” tienen la capacidad de manipular a sus víctimas, mientras que los vampiros no podían controlar el cuerpo hasta que este ya no tuviera un alma.

Una característica que los vampiros y los “vampiros” tienen en común es su gran fuerza. “Los vampiros salen de sus tumbas sin desplazar las losas, no tienen necesidad de hacer esfuerzo alguno para abandonar su morada. Lo que no deja

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