La Gata Vaga
Enviado por Venus_Death • 4 de Octubre de 2014 • 1.329 Palabras (6 Páginas) • 195 Visitas
En un callejón de este lugar nací, tenía apenas 3 semanas de edad, y mi madre nos ha tenía escondidos por miedo a algo, no sé a qué se refería mi madre, pero se molestaba cuando le preguntaba porque no me dejaba salir. Ella solo menciona al animal de dos patas. Al final mi madre nos ha decía que se aproxima la hora de separarnos y vivir nuestra vida. Yo no entendía a que se refiera cuando nos decía, cuidado con los palos, cuidado con los círculos negros, cuidado con las manadas, cuidado con el aire negro. Pensaba que la vida es horrible afuera, - prefiero estar aquí, junto con mis hermanitos, bañándome, jugando y durmiendo-. Yo no necesitaba salir a vivir mi vida.
Una noche, caía mucha agua de muy arriba, nuestro pequeño escondite se derrumbó y tuvimos que correr a otro lugar, pero hacía mucho frío y mi pelaje estaba muy mojado y perdí de vista a mis hermanos y a mi madre. Tenía mucho miedo, todo lo veía diferente, solo busque un lugar para no mojarme más y poder dormir, pero extrañaba ya a mi familia. Me sentía muy rara, y no pude dormir tranquila, hasta que el cansancio y el frío me agotó.
Al día siguiente, vi desde mi escondite otras cosas distintas, pero tenía mucho miedo de salir, no me atrevía, en eso escuche un estruendoso sonido a un lado mío, un hocico enorme con colmillos enormes, no pensé más y me salí por el otro lado, corrí todo lo que pude, pero era otro como yo de cuatro patas, pero que hacia un ruido que me asustaba más y que no hacía yo, me estaba persiguiendo, me decidí a saltar unas cajas y llegar más arriba, mi corazón latía como si se fuera salir, pero aquello me seguía viendo y haciendo ruido con su hocico, un horrible ruido, me espere un momento más y por fin se fue. Yo no quise bajar, me seguí en esa parte, la creía segura y además donde caminaba era muy disparejo el piso, eran chistosos, con colores abajo y arriba eran grises, -¡que curiosos pisos!- pensaba.
Camine por esos pisos hasta que mi pancito empezó a hacer un ruido raro y me empezaba a sentir muy rara, tenía hambre y no sabía que comer, como no tenía que comer me dispuse a buscar algo, no sé qué, pero tenía que comer algo. Mi pelo estaba horrible, estaba sucia y tenía hambre. Y aparte de todo no encontraba a mi madre y ninguno de mis hermanos. Esta sensación me empezaba a dar mucho sueño y busque donde dormir segura. Al abrir mis ojos me pareció ver a mi madre, pero no era ella, cuando al fin pude despertar bien lo distinguí, pero tampoco me asustaba haciendo ruidos extraños, pero con la mirada pudo ver que necesitaba ayuda. El solo se dio la vuelta y mirándome me pidió que lo siguiera. Lo llamaban Tigre y él era un callejero como él decía, me preguntó porque andaba sola tan pequeña y solo le pude contar mi corta historia de vida. ¡Llegamos a la casa!, yo no sabía a qué se refería pero olía muy rico muy cerca de donde estábamos, y en un círculo gris había unas cosas muy curiosas, él empezó a comer y me dijo que las probará, que tenía que alimentarme para sobrevivir a las calles. Después de comer, nos fuimos a un lugar más alto y me explico ahí que debía tener cuidado con algunos hombres y sus círculos negros. Pero que debía de buscar un lugar, que como era pequeña era probable que encontrara alguno, porque en las calles no iba a sobrevivir. Me dijo que el hombre es cambiante, que a veces él encontraba comida para el u otro gato en algún refugió pero que hay que tener cuidado, porque había hombres o mujeres que los raptaban y nunca más se sabía más de ellos.
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