La Historia del Derecho Mexicano.
Enviado por fortune4711 • 11 de Octubre de 2016 • Ensayo • 1.867 Palabras (8 Páginas) • 317 Visitas
Historia del Derecho Mexicano Grupo 9920 Griselda Haaz
Tratar de sintetizar la “Antología de Los Indios de México” de Fernando Benítez me parece algo difícil, ya que ésta en sí es una síntesis de los varios libros que sobre los indios Benítez escribió. El tema es tan rico que abreviarlo, le restará detalles de gran interés sobre las distintas culturas que hasta la fecha existen en nuestro país y que nos hacen remontar a siglos atrás.
Empecemos por los Huicholes: (Nayarit, Jalisco y Zacatecas)
El principal ritual de los huicholes consiste en hacer un viaje a Viricota y encontrar el Divino Peyote. Ellos empiezan el ciclo del peyote en la fiesta de los primeros frutos, donde sacrifican un toro. Ante el “Abuelo Fuego”, al cual consideran un dios vivo, hacen un rito de purificación antes de emprender el viaje. Deben confesar sus pecados y estos consisten solamente en “pecados de la carne” aún sea sólo una mirada. A través de una “representación teatral” nombran personajes y dan nuevos nombres a las cosas. (Como pasando de lo profano a lo sagrado suavemente). Cuando llegan a Leunar, su destino, recolectan el peyote, hacen una ofrenda tocando los objetos con la sangre del toro y ya sacralizados se los ofrecen a los dioses. Matan un venado, hacen otro acto de purificación y empiezan a comer el peyote. Esperan que los dioses les predigan su futuro. Se dirigen a Tatei Matinieri, el lugar de las aguas mágicas a celebrar otro ritual sobre fecundidad, nacimiento, salud y fertilidad. De ellas deriva una parte de su fuerza vital. Ofrecen la sangre del venado y el toro. De regreso a su casa hacen otro ritual ante el fuego, no tocan a sus mujeres. Por la noche comparten el peyote con los que se quedaron. Las mujeres también comen el cacto sagrado y empiezan el juego de cambio de nombres, ríen, bailan y cantan. Matan un toro y por la noche, agradecen al dios fuego el haber regresado y le dan de comer la sangre del toro y la espesa leche del peyote. Posteriormente, introducen ofrendas en un orificio en el suelo, dándole de comer a la madre tierra, pidiéndole a su vez les proporcione buena caza para que ellos puedan comer. Las festividades duran varios días. El penúltimo día las mujeres representan una obra humorística, dando peyote a los huéspedes. Finalmente la fiesta concluye con la ceremonia del esquite, con bailarines que saltan ligando así la cacería del venado-peyote y maíz. Trilogía omnipresente en la vida de los huicholes.
Tarahumaras: (Chihuahua)
Se relatan una carrera y el juicio sobre unas tierras y un robo donde participan el gobernador, un incitador, un acusado un acusador y los jueces. Se dicto sentencia. A los participantes se les aconsejaba: ” No robes, no se culpen, pídanse perdón, siempre que tengan una dificultad recurran a sus mayores y obedézcanlos, las resoluciones de la autoridad merecen respeto, siembra y no te faltará de comer, si vives bien y eres honrado Dios te ayudará, etc.” Se dio un plazo y se dijo que en ese tiempo se sabría todo lo que hubo de cierto.
Tepehuanos y Nahuas: (Sur de Durango)
Con ellos existe también el rito de la muerte del venado (para que haya mitote). El sol es la deidad suprema y dos estrellas gemelas. La estrella de la Mañana, “el hermano mayor” se acostó con la mujer-venado, cometiendo una infraccion sexual estando bendito, fue castigado y convertido en la Estrella Vespertina. (Se recuerda obsesivamente un episodio de Quetzalcoalt que sucumbió a las tentaciones de los hechiceros de Tezcatlipoca, pecó con su hermana y fue expulsado de Tula. Se sacrificó para convertirse en la Estrella de la Mañana. Antes, en y después del mitote nadie puede embriagarse, tocar a sus mujeres o guardar rencores. El ritual lo hacen frente al fuego, cortan leña verde y la arrojan. Rezan, los hombres se van a cortar leña y se reúnen a la mañana siguiente. Esto lo hacen durante cuatro días. En el mitote se pide porque haya lluvias, por la corrida de las almas. También se cazan toros y venados. Asiste el chaman quien reza por la salud del mundo. Entra en trance y tiene alucinaciones. Hace limpias, toma los despojos y los arroja al fuego. Posteriormente se celebra el baile. Así se celebran otros dos mitotes, al cuarto, el gobernador se acerca al tapeste de una muerta, limpiándose y así los asistentes. El chaman inicia una danza, habla con la muerta y la invita a dejar este mundo e irse en paz. Los sueños, especialmente del chaman son reglas de conducta o augurios.
Coras: (Nayarit)
Parte del problema que tenían los conquistadores con los indios, era el religioso y se dispusieron a evangelizarlos. Finalmente Tonati, rey del Nayar, pidió que los “padres prietos” (jesuitas) terminaran de alejar las sombras del paganismo de su pueblo. El gran Dios del Nayar se les apareció en sueños al Tonati y a los Principales revelándoles que los españoles eran enemigos y los iban a matar. Solo utilizando la violencia lograron someterlos. Para el siglo XIX las grandes haciendas iban arrebatándoles sus tierras. El general Manuel Lozada, Tigre de Alica fue el único que pretendió arrebatar las tierras de los hacendados y devolvérselas a sus antiguos dueños, los pueblos indios de Nayarit. En la
2)
Semana Santa los elementos del catolicismo encabezados por el Obispo, se insertan en el contexto arcaico de los cazadores y los dos se mezclan profundamente ya que el fin último de ambas religiones descansa sobre la sangre derramada de una víctima. Cristo es sustituto del Dios Venado. Hacen ofrendas, bailan, cantan, ríen, beben, comen peyote.
Otomíes. (Hidalgo)
Tula fue la morada de Quetzalcoatl. Los otomíes siguen siendo sedentarios y viven de cazadores y recolectores; del pulque de sus magueyes y de tejer las fibras de sus plantas. Sensuales. Sobrevivieron a todos los conquistadores. La clave del secreto de Quetzalcoatl radica en su polaridad de hombre-dios, de pájaro-serpiente (emplumada), estrella matutina-vespertina, asceta-pecador, fundador-destructor de pueblos.
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