¿La Hora Peruana, seguirá siendo parte de nuestra historia, o lograremos el tan anhelado cambio?

¿La Hora Peruana, seguirá siendo parte de nuestra historia, o lograremos el tan anhelado cambio?

En una realidad en donde el hoy no garantiza necesariamente el mañana, en un país donde nada es seguro, donde la cita con la muerte es la única a la que siempre se llega con anticipación, todo lo demás hace un llamado de presencia a la hora Cabana, quien también es un curioso equivalente a la “Hora Peruana”

Es nuestra verdad señores, por más doloroso que sea afirmar que: HASTA NUESTROS RELOJES TERCERMUNDISTAS SON MÁS IMPUNTUALES QUE LOS DEL PRIMER MUNDO. ¿Y es que es reciente este hábito de los peruanos? No, el propio Ricardo Palma; en su tradición “Con días y ollas venceremos”; explica el código horario de los limeños del siglo XIX: los pregones de la lechera señalaban las 6 a.m.; los de la chichera, las 7am; los del bizcochero y la vinagrera, las 8 am; la vendedora de choncholí, las 9 am; la tamalera, las 10am; la mulata del convento que vendía cocada, maní, bocado de rey y frejol colado, las 11 am. Queda en claro pues, que esta situación crítica viene desde hace tiempo y que actualmente para nuestra sociedad y nación es nuestro talón de Aquiles.

HORA PERUANA, HORA CABANA, en nuestra habla familiar, esas locuciones denotan impuntualidad., nos demuestran que la hora peruana es una de las horas más inexactas del mundo. Indiscutiblemente que la puntualidad se trata de una actitud de respeto hacia los asistentes, es también una muestra de buena educación, sin embargo nuestra impuntualidad que es negativa y perjudicial, no ha podido ser desterrada. La importancia de cumplir con los horarios establecidos, el organizar nuestro tiempo y la famosa HORA PERUANA es una pesada carga que nos afecta a todos, ya que representa grandes gastos a nuestro país que bien podrían canalizarse hacia nobles objetivos y la consecución de proyectos de desarrollo.

Con toda seguridad que esto mismo se da en otros países en vías de desarrollo, porque precisamente, la impuntualidad es una de las causas del subdesarrollo de los pueblos. ¿Pero es que a qué clase de cultura pertenecemos? Sin lugar a dudas  no somos una cultura monocrónica, puesto que estas dan la necesaria importancia a la planificación y la puntualidad; características y hábitos que a los peruanos aún nos falta desarrollar.

Un país como el nuestro no puede ser altamente productivo si nosotros como sus habitantes no organizamos nuestro tiempo, lo desaprovechamos e incumplimos los horarios. La puntualidad no solo debe ser un asunto ocasional, sino una norma de vida, es uno de los requisitos que necesitamos cumplir para salir del sub desarrollo; y es que recordemos: La hora, no es un minuto antes ni un minuto después, la hora es la hora. Tomemos conciencia queridos compatriotas, debemos eliminar poco a poco LA HORA PERUANA que tantas consecuencias negativas nos ha traído; con esfuerzo, perseverancia y actitud de cambio, lo lograremos. Miremos nuestro objetivo, aún podemos transformar nuestra realidad.

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