La Ley

LA LEY

Concepto de Ley: La ley es la ordenación de la razón encaminada al bien común y promulgada por quien tiene el cuidado de la comunidad.

Ordenación: no es un consejo sino un mandato,

de la razón: la obligación debe ser racional, no caprichosa,

encaminada al bien común: el principio de autoridad es una consecuencia lógica del bien común, en él encuentra su justificación, (es decir, la ley está destinada a crear un ambiente social en el que se favorezca el bien común, el cual no es la suma de los bienes particulares, sino aquella situación social que posibilita el que el conjunto de los individuos, las familias y otras instituciones intermedias alcancen la perfección debida)

promulgada: es decir, dada a conocer a los súbditos por medio del boletín oficial (por ejemplo en España es el BOE, en la Iglesia es el Acta Apostolicae Sedis (AAS) ). Hasta su promulgación la ley no obliga.

por quien tiene el cuidado de la comunidad: la ley supone, en el legislador, autoridad y jurisdicción.

Propiedades de la Ley:

1ª Posible: física o moralmente. Nadie puede estar obligado a realizar cosas imposibles. Sólo en algunas circunstancias extraordinarias, los actos heroicos pueden ser objeto de la ley.

2ª Honesta: conforme con el orden moral establecido por Dios.

3ª Úti1: no al bien particular, sino al bien común, fin esencial y primario de la ley.

4ª Justa: según las normas de la justicia conmutativa, distributiva y social, porque es la expresión de la voluntad de Dios. La ley injusta constituye un abuso de poder y convierte al legislador en tirano.

5ª Permanente: de tal suerte que, a no ser que resulte inútil o perjudicial, dure tanto como la comunidad a que se ha dado, o al menos mientras perduren las circunstancias y el fin que la ocasionaron.

6ª Promulgada: es decir, publicada externa y solemnemente y de tal manera que pueda llegar a conocimiento de todos los súbditos.

División de la ley:

1- Por razón de su autor:

Ley divina: es la que procede directa e inmediatamente de Dios. Puede ser:

 Eterna: es la suprema voluntad de Dios que manda respetar el orden por Él establecido y prohíbe perturbarlo.

San Agustín y Santo Tomás la definen así: “Es la razón o la voluntad de Dios que manda conservar el orden natural y prohíbe perturbarlo”.

 Natural: es la misma ley eterna impresa en la naturaleza del hombre. Se manifiesta por medio de la razón natural y se intima por la conciencia. Obliga a todos los hombres.

 Divino-Positiva: es la propia voluntad de Dios manifestada al hombre por medio de la revelación.

Son los diez Mandamientos en el A.T. y el precepto nuevo del Señor en el N.T.

Ley humana: es la que procede directa e inmediatamente de los hombres en virtud de la autoridad que reciben de Dios.

 Eclesiástica: es la que procede de una autoridad eclesiástica en virtud del poder legislativo concedido por Jesucristo a su Iglesia. Se recopilan en el Código de Derecho Canónico.

 Civil: es la que procede de la autoridad civil. Su fin es temporal. Son, por ejemplo, las leyes fiscales y el conjunto de normas jurídicas que se recogen en los Códigos civiles de los distintos Estados.

2- Por razón de la obligación:

Moral: el cumplimiento de la ley obliga en conciencia. Puede ser:

 Afirmativa: manda ejecutar un acto

 Negativa: prohíbe ejecutar un acto

Penal: ley que no obliga en conciencia. Quien la quebranta debe en conciencia aceptar y cumplir la pena.

Autor de la Ley: Es la persona que tiene potestad suprema o delegada para dictar leyes a una sociedad perfecta sobre la que ejerce jurisdicción.

Sujeto de la Ley: Son todos y sólo los súbditos del legislador para quienes se dio la ley.

Objeto de la Ley: Son todos los actos que la ley puede mandar o prohibir. Solamente pueden ser objeto de ley los actos humanos honestos y moralmente posibles.

Promulgación de la Ley: Es la publicación externa y solemne de la ley, realizada de tal manera que pueda llegar a conocimiento de todos los súbditos.

Obligación de la Ley: Es la necesidad moral de hacer o de omitir lo que la ley manda o prohíbe a la criatura racional. La ley moral siempre obliga en conciencia.

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