La Llamada Acumulacion Originaria
Enviado por Thadeo • 9 de Marzo de 2012 • 2.824 Palabras (12 Páginas) • 894 Visitas
LA LLAMADA ACUMULACION ORIGINARIA
El capitalismo es la síntesis de un conglomerado y pequeño grupo de personas que poseen el poder político y económico, que en su inicio eran los burgueses capitalistas, grandes terratenientes, señores feudales, nobles, militares y monarcas, etc. En tanto que, para ensanchar su capital se valieron del despojo -acumulación originaria (AO) que otras personas habían construido, para que ellos pudieran consolidar y acaparar los recursos. El autor hace uso del materialismo histórico como modelo analítico, puesto que a través de él se va planteando cómo y dónde surge la AO. Es bajo este marco social e histórico que se estudia los pobres y la pobreza. Sin más preámbulo inicia el desarrollo de este Ensayo que tiene como objetivo plasmar los elementos que se consideró fueron los más influyentes para generar/crear la AO en el mundo occidental y sentar las bases a un nuevo sistema económico hegemónico y poder articular los aprendizajes de Marx sobre la AO con la exclusión social que afecta directamente a los pobres. La acumulación originaria ha jugado en el mundo capitalista un papel importante en su formación, puesto que a partir de ella surge el capitalismo. Marx le otorga un simbolismo mítico negativo al compararle con el pecado original del catolicismo para explicar cómo se acumulo las riquezas para unos pocos y se despojo de la misma al resto de las personas. En esta relación depredadora los últimos terminaron sin nada más que vender, excepto su fuerza de trabajo y conformando una gran masa de pobres dejados a su suerte y a la voluntad del creciente capitalismo. Antes de ahondar en este ensayo es necesario definir a qué refiere Marx cuando habla de acumulación originaria. Según el autor “es más que el proceso histórico de escisión entre productor y medios de producción. Aparece como “originaria” porque configura como la prehistoria del capital y del modo de producción correspondiente al mismo”. En ese sentido la AO como se ha venido planteando desde el inicio implica no solo el cambio de los medios de producción y lo forma de acumular riquezas, puesto que va más allá de una mutación económica en una región “X” sino que es proceso que va dejando los cimientos para insertar al capitalismo en la mayoría de naciones occidentales, pues es a la AO que debe su nacimiento. El proceso de expropiación y despojo de las tierras a los trabajadores es lo que fundamenta este proceso, puesto que una vez desterrados de su propiedad el trabajador se convierte en una mercancía, en tanto que fuerza de trabajo posee para realizar cierta actividad en una fábrica de manufactura o en el trabajo del campo.
El capitalismo inicia una serie cambios en la estratificación social. En contra de las Leyes de Enrique VII quien fomentaba las explotaciones agrícolas y de casas rústicas que tuvieran las mismas condiciones en cuanto a territorio para atraer súbditos con cierta riqueza y no servil para conservar la mancera del arado en lo propietarios y no en alquilones, el capitalismo designaba una condición servil y de alquilones a las masas y que estos convirtieran los medios de trabajo en capital. Se puede observar cual sería la tónica del capitalismo desde esos primeros cambios en la sociedad, puesto que permite comprender hoy en día este modelo económico que concentra las riquezas en unos pocos y promueve las desigualdad social con sus políticas draconianas de mercado y libre comercio. Las formas de expropiación de las tierras en el siglo XVI contó con el apoyo de los capitalistas burgueses y con el paso del tiempo se puede observar que estas relaciones sociales de producción entre las élites prevalecen cinco siglos después, puesto que lo único que ha cambiado es el método, pero no las formas de realizarlo. Siempre los intereses de unos pocos se hacen valer a través de sus influencias en la esfera política para realizar sus operaciones. En aquella época se utilizaron diversas excusas para legitimar sus acciones entre ellas tenemos la Reforma y abolir los regímenes feudales para liberar a la servidumbre y de esta manera arrebatar las tierras a los antiguos terratenientes. En nuestros días las justificaciones son otras: desarrollo y mejorar la calidad de vida de las personas; pero los resultados son los mismos: precariedad y empobrecimiento de las masas populares. Las iglesias no fueron exentas de tales injusticias, recordemos que estas como una institución social sólida contaba con muchas propiedades y peones que le cuidaran, de tal modo que una vez despojados de estas, los sacerdotes y los trabajadores sufrieron las mismas calamidades para llegar a conformar la acumulación originaria:“la expoliación de los bienes eclesiásticos, la enajenación fraudulenta de las tierras fiscales, el robo de la propiedad comunal, la transformación usurpatoria, practicada con el terrorismo más despiadado, de la propiedad feudal y clínica de propiedad privada moderna, fueron otros tantos métodos idílicos de la acumulación originaria. Esos métodos conquistaron el campo para la agricultura capitalista, incorporaron el suelo al capital y crearon para la industria urbana la necesaria oferta de un proletariado enteramente libre”.
Parece como si la historia se repite o fuese un fenómeno cíclico social e histórico, en tanto que después del despojo y expulsión de sus tierras las personas quedaron sin su fuente de trabajo y obtención de materia prima para vivir fueron empujados a un éxodo masivo hacia las ciudades. Este flujo de personas serían presas del mercado y los empresarios capitalistas al proporcionarle mano de obra barata y sin prestaciones sociales. En la actualidad el fenómeno es el mismo, las migraciones del campo a la ciudad son cada vez mayores, en tanto que los medios de producción y las tierras cultivables son menores se concentre en unos pocos y el crecimiento de la población sea constante, difícilmente se logrará frenar esta huida casi forzada de sus tierras. Es importante señalar que estas migraciones de lo rural a lo urbano siguen teniendo en nuestros días el mismo impacto social que el tiempo estudiado por Marx en la Europa del siglo XVI. Es una cadena causal de eventos que se manifiestan con ciertos indicadores que pueden ser observables y medibles. Nuestras sociedades son dependientes de la agroexportación y la industria no posee las condiciones para cubrir las demandas de los potenciales obreros en su búsqueda para insertarse en las fábricas. El hecho que estos trabajadores no pueden acceder al campo laboral formal, genera consecuencias negativas en la sociedad, al igual que los lumpen proletariados en Marx, esta mano de obra desocupada deriva en un incremento de sectores marginales que se van juntando/hacinando en sectores que no cuentan con todos los servicios básicos y se convierten en focos de violencia y guaridas de delincuentes.
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