La Nutricion

NUTRICIÓN Y SALUD

Por: Mª Rosalía Martín Cano y Enrique Rodríguez-Salinas Pérez.

Médico y pediatra de Atención Primaria de Salud.

Comemos para vivir y no al contrario, aunque no debemos renunciar a disfrutar del comer una alimentación sana y variada, sin obsesionarnos.

Desde el comienzo de los tiempos las diferentes culturas han intentado regular qué alimentos son “buenos” y cuáles “malos”. Los libros sagrados de las distintas religiones contienen gran cantidad de páginas detallando exhaustivamente las conductas adecuadas en relación con la comida. Actualmente disponemos de un mar de información suministrada, con aval científico o pseudocientífico, a través de múltiples medios de comunicación. No debemos olvidar que detrás de mucha de esta información existen importantes presiones comerciales que pueden confundirnos.

Durante la adolescencia se producen cambios madurativos y una aceleración del crecimiento, que hacen necesario un adecuado y suficiente aporte de nutrientes. Desgraciadamente estamos asistiendo a una proliferación de hábitos inadecuados de consumo, que desembocan en enfermedades con grave repercusión a corto, medio y largo plazo. Podíamos decir que cuando medio mundo se muere de hambre, el otro medio se muere por exceso de comida.

Sin llegar a estos extremos, es evidente que obesidad, arteriosclerosis, hipertensión, sedentarismo, estreñimiento, anorexia, bulimia… son términos que cada vez oímos más y que se pueden aplicar a edades cada vez más tempranas. Además de facilitar el desarrollo de enfermedades más graves constituyen factores de infelicidad y baja autoestima.

Recientemente se ha publicado el estudio “enKid” que demuestra como los niños y adolescentes españoles están desarrollando hábitos inadecuados en cuanto a alimentación y ejercicio físico. Como ejemplo algunos números: entre la edad de 2 y la de 24 años, alrededor del 25% de los españoles tiene exceso de peso. El 8% de los niños acude al colegio sin haber desayunado nada y sólo el 26% realiza un desayuno completo. Diversos estudios demuestran que no desayunar adecuadamente disminuye la capacidad de concentración y el rendimiento escolar. También está demostrado que no hacer un desayuno saludable, facilita la obesidad al ingerirse luego mayor número de calorías.

El ocio, en la infancia, cada vez se hace más sedentario: hasta 3 horas al día pasan los chavales ante la tele o la videoconsola. Menos del 30% de los niños realiza actividad física apropiada en su tiempo libre.

Como respuesta, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha la “Estrategia NAOS”, con el objetivo de mejorar los hábitos alimentarios e impulsar la actividad física de todos los españoles, con énfasis especial en la edad infantil y juvenil.

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