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La Psicopedagogia


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2013  •  1.636 Palabras (7 Páginas)  •  301 Visitas

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Principales desafío que enfrenta el educador en el momento de actuar:

Los cambios sociales y culturales producidos en las últimas décadas han configurado de manera particular y novedosa ya no él, sino los escenarios –múltiples, variables y diversos– en los que se desarrollan las prácticas educativas en todos los niveles y modalidades del sistema. Por un lado, avanzamos –con distintos impulsos– a integrar las llamadas “sociedades del conocimiento”, mientras que, por otro, día a día constatamos la persistencia de fracturas sociales, de brechas entre incluidos y excluidos, entre los que tienen acceso al disfrute pleno de los derechos humanos y aquellos que aún los ven pasar lejos de su vida.

En este contexto, es urgente redoblar la apuesta por una educación de calidad para todos y entre todos. Y asumir esta urgencia nos obliga a considerar a la formación docente como “cuestión clave”, y a (re)plantearnos algunos interrogantes que “a la luz de los nuevos tiempos” no constituyen sólo incentivos para la reflexión, sino directas interpelaciones a las prácticas: ¿de qué saberes (disciplinares, actitudinales, sociales, didácticos, interaccionales, etcétera) han de apropiarse los docentes para dar respuestas adecuadas a las nuevas demandas que se plantean a la Escuela y para potenciar las oportunidades que las sociedades del conocimiento ofrecen para el pleno desarrollo de los sujetos?; ¿qué nuevas características y condiciones ha de tener la tarea de enseñar en estas nuevas circunstancias?; ¿cómo debieran reformularse y resinificarse las finalidades formativas de las carreras docentes? Dar respuesta a estos interrogantes no debiera ser sólo una preocupación sino, fundamentalmente, una ocupación en la que todos nos empeñemos, pues esas preguntas que formulamos están directamente relacionadas con la capacidad de ofrecer la mejor educación para todos los niños, jóvenes y adultos (García, 2006).

En este artículo, focalizamos algunas líneas de reflexión que permitan repensar la formación de docentes para los nuevos retos y escenarios. Intentamos, además, aportar algunas claves para el fortalecimiento institucional y el desarrollo profesional docente.

Entre el debate actual, en mayor o menor medida, se enmarca dentro de las siguientes posturas:

• • Sistema formador integrado o desarticulado.

• • Autonomía o dependencia.

• • Éxito o fracaso educativo.

• • Conectividad o fragmentación curricular.

• • Articulación o desarticulación académica.

• • Valuación o devaluación de credenciales.

• • Los docentes como profesionales reflexivos de la educación o trabajadores sobre exigidos.

• • Tradición o renovación normativa.

Estos y otros conflictos invaden los procesos divisionales en las distintas escalas del sistema educativo (Nación, Provincias e Institutos de Formación). El posicionamiento en uno u otro de sus extremos supone una única forma de ver la realidad, una única respuesta resolutiva, que trae implícita la certeza y, por ende, una parálisis de la transformación. Decidir por una u otra opción extrema implica negar que, entre ambas, existe una amplia gama de posibilidades, variantes y matices en cada una de las realidades en que se manifiesta la controversia.

Rol del docente de educación inicial:

El docente o adulto significativo debe poseer las competencias básicas para poder desempeñarse en el campo de la Educación inicial. Precisa tener un profundo conocimiento del desarrollo evolutivo del niño y la niña, de las formas como aprenden, de sus intereses y necesidades básicas, de sus derechos, de sus potencialidades y de su realidad sociocultural. Al docente le corresponderá entre otros roles el de planificar, evaluar y mediar el proceso de aprendizaje, así como diseñar y propiciar las situaciones en las que el niño y la niña se involucren de manera activa y constructiva

De manera general se puede decir que el educador infantil desempeña un rol didáctico y de animación, ya que atiende al niño tanto en aquellas actividades programadas de enseñanza como en las rutinas diarias y en las de entretenimiento.

Su rol será el de un organizador que prepara el espacio, los materiales, las actividades, distribuye el tiempo, adaptando los medios de que dispone el grupo y a los fines que persigue. Habrá de crear para el niño un ambiente afectuoso, saludable y de bienestar, en el que se encuentre los estímulos necesarios para su aprendizaje y para que se sienta cómodo, seguro y alegre.

Un concepto fundamental que debe manejar el maestro en su rol de mediador y facilitador es el de la zona de desarrollo próximo. Se refiere a: "la distancia entre el nivel real de desarrollo determinado por la capacidad de resolver problemas de forma independiente y el nivel de desarrollo potencial determinado por la resolución de problemas con la colaboración de un compañero más capaz o con la guía de un adulto" (Vigotski, 1.967). Se relaciona con el papel de mediación que realiza el maestro para llevar al niño y la niña a su nivel de desarrollo potencial, cuando no es capaz de llegar por sí mismo.

La característica:

• Sirve como una especie de catalizador produciendo una relación cognitiva importante entre los niños y sus experiencias.

• Ayuda a los niños a entender el significado generalizado de sus experiencias, de nuevos aprendizajes y relaciones.

La finalidad de la

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