La Reforma Educativa
Enviado por hidekito3 • 16 de Junio de 2013 • 437 Palabras (2 Páginas) • 224 Visitas
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Desafortunadamente, las crisis económicas tienen como primer impacto negativo la reducción de los presupuestos de las instituciones de educación en general. Los Estados, ante la crisis económica, deben ubicar los presupuestos educativos como inviolables, etiquetados como aparecen otros rubros que no son tan importantes ni tan necesarios, que los gobiernos sí garantizan. Entonces, en las consideraciones que estamos haciendo como América Latina, estamos poniendo recomendaciones a Naciones Unidas en el sentido de que existan orientaciones a los gobiernos que vayan garantizar y a asegurar los financiamientos públicos a favor de la educación.
Precisamente, el retiro de los presupuestos públicos es un incentivo para la privatización y la mercantilización de la educación, lo cual va en contrasentido de lo que estamos diciendo, de que es una responsabilidad social. Por eso le estamos haciendo este llamado a los gobiernos a garantizar el beneficio público, el bien social, que es lo educativo, y no traducirlo en un espacio que es donde los privados se incorporan y mercantilizan todo.
Lo que más está cambiando en el mundo, y no es fácil ubicar algo que lo esté haciendo en forma más perseverante, son los conocimientos, los aprendizajes y la educación. Pero esto no ocurre en México, que tiene más de tres décadas de atraso monumental en el tema y ahora presenta un nuevo secretario de Educación del grupo priista más añejo y tradicional, con un programa (o, de manera más precisa, con algunas ideas sueltas) cargado de viejas fórmulas, que apuntan a la continuación de la degradación pedagógica y educativa en la que nos encontramos. Así comienza este gobierno.
El tamaño de la crisis educativa no puede ser afrontado con el perfil de un político experto en maniobras de partido, de movilidad ascendente en puestos de poder y de lealtades personalísimas, como es el caso de Emilio Chuayffet, ni con las ideas vagas y conservadoras con las que se anuncia la política gubernamental para el sector educativo.
Los problemas del sector no pueden afrontarse, ni remotamente, con más pruebas hacia los maestros (con la propuesta de poner en marcha el “Servicio Profesional de Carrera Docente” y de crear un “Sistema Nacional de Evaluación Educativa”); ni con la idea (nada nueva) de que “ha llegado la hora de la verdadera revolución educativa”, como la acuñó en su momento Jesús Reyes Heroles en funciones de secretario de Educación, y que culminó con una embestida terrible en contra de algunas universidades populares de entonces; ni con el acopio de estadísticas sobre la planta docente. Vale decir, las cosas no van a cambiar sólo con esas pequeñas ideas, que buscan un efecto más bien mediático.
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