La asesoría de imagen es el método a través del cual se busca armonizar la imagen externa de una persona o empresa a fin de potenciar las cualidades personales o grupales, formando hábitos y comportamientos para que pueda comunicarse más y mejor.

Marco Teórico

La asesoría de imagen es el método a través del cual se busca armonizar la imagen externa de una persona o empresa a fin de potenciar las cualidades personales o grupales, formando hábitos y comportamientos para que pueda comunicarse más y mejor. La imagen siempre ha cobrado una gran importancia en la historia de la humanidad, desde siempre, todas las personas han tenido la necesidad de proyectar una imagen a través de la vestimenta y de adornos.

La búsqueda de imagen propia y personal del ser humano es ancestral, civilizaciones muy primitivas dejaron testimonio de ello en dibujos pintados sobre la piel y atuendos que trasmitían la jerarquía y condición social. Muchas de las civilizaciones antiguas para sus ceremonias se vestían de acuerdo a cada acto y cada rol que debían tener, asi fue como le fueron dando un significado concreto a cada adorno, a cada vestido o inclusive hasta el maquillaje. Asi pues el ir vestido siempre ha sido una clase de distintivo, de proyección de imagen, lo que se ha vuelto tan importante con el paso del tiempo que de allí surgió el estudio de la asesoría de imagen.

Surge en los Estados Unidos a través de una investigación que realizó el maestro John T. Molloy. Su estudio se basó en la relación que existía entre el comportamiento de los alumnos y la vestimenta de sus maestros, y descubrió que la ropa que vestían los maestros tenía un impacto enorme en la actitud que tenían los alumnos en sus clases. Continúo con su estudio y se dio cuenta que la ropa que las personas usan puede afectar en gran medida a las demás personas, por lo que en el año 1960 comienza a asesorar abogados, políticos y empresas en temas referentes a la vestimenta.

Después del descubrimiento de Molloy surge Emily Cho quien en 1970 funda la firma consultora New Image en Nueva York de asesoría de imagen, su idea de servicio no sólo era de asesorar a sus clientes en el proceso de compra sino que también las ayudaba a descubrir sus cualidades internas. Muchos de sus clientes acudían cuando necesitaban encontrar seguridad o descubrir su personalidad y eso lo lograban teniendo un cambio desde fuera.

En 1980, en EE.UU, el mercado corporativo creció considerablemente y así también la demanda de personas que requerían de los servicios de una consultora de imagen, de allí surge la clasificación en cuatro categorías: vestimenta y color, oratoria y presentaciones en público, relaciones públicas y personales y motivación.

A mediados de los 90, la economía en Estados Unidos comenzó a declinar lo que provoco que muchas empresas recortaran personal y genero inseguridad en los trabajadores, pero también surgieron las compañías de tecnología, el boom de la internet y compañías que eran dirigidas por jóvenes emprendedores que imponían su propio estilo, que era menos complicado, no sólo por la personalidad de estos nuevos ejecutivos que no les interesaba como lucían, sino que a demás apoyados por el hecho de que lo virtual era lo que estaba de moda, de ahí surge el viernes casual que todas las compañías adoptaron. Lo que obligo a la industria de la asesoría de imagen a reorganizar su negocio, ya que debía estar al tanto de las tendencias y no solo de la moda. En 1990 la economía de EEUU creció lo que permitió el resurgimiento de las empresas de asesoramiento de imagen, con una nueva perspectiva por la globalización.

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