La capacidad de permitir que las parejas del mismo sexo

Es evidente que, en este momento álgido, debemos escuchar a la razón.

Los matrimonios han sido la base desde que existe una sociedad organizada, para la formación de la familia.

Independientemente de que creamos en un Ser Creador o alguien se incline por la selección natural, lo cierto es que solamente existen dos sexos, no tres. No se trata sólo del aspecto moral de las bodas o las adopciones homosexuales, se trata de la lógica y la razón.

De la unión de los gametos masculinos y femeninos, surge la fecundación y comienza un nuevo ser humano. ¿Cómo sucederá si se trata de dos gametos iguales? Una de las funciones principales en la unión de las parejas es la reproducción. ¿Cómo se efectuaría la reproducción con seres del mismo sexo? En la naturaleza no encontramos un símil de que dos pajaritos o dos gatos del mismo sexo, o cualquier animal se una con otro de su mismo sexo y se dé la reproducción. Y lo mismo sucede con la adopción. Los niños necesitan de la leche materna---esto es innegable---de la firmeza de un padre, de la ternura de una madre. ¿Por qué entonces Sigmund Freud, padre del sicoanálisis en su brillante ensayo “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina”, fechado en Viena en 1919, aseguraba que en la homosexualidad hay un problema de elección de objeto, y no de otras raras ideas? La naturaleza humana está diseñada en contrapartes y la esencia de la humanidad se rige bajo lo mismo.

Debemos atenernos a lo natural, a lo que existe a simple vista, no a ideas preconcebidas bajo el orden de la pasión y no del razonamiento.

Parejas del mismo sexo, solamente niegan la esencia de la reproducción y por ende de la vida misma, además de empañar a la familia en su parte más medular: su existencia.

Permitirles a personas del mismo sexo, es entregar a los niños a una mente desequilibrada.

Vamos por la razón y no por la pasión, por la lógica y no por lo que es contranaturalaza.

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