La comprensión lectora hoy

I. La lectura

Leer es un acto que realiza el ser humano en forma permanente y de manera más o menos intencionada. Se leen en la calle las indicaciones del tránsito, los letreros publicitarios y los graffitis, y, en otros sitios, las revistas, periódicos, obras literarias, documentos y cartas, entre otros. A esto debe agregarse que la lectura es el medio del procesamiento de la información escrita, sea ésta cultural, artística, académica o profesional. Por esta razón, el aprendizaje de la lectura en la lengua materna es un objetivo de primer orden en la enseñanza, la que reconoce dos modalidades: la lectura técnica y la comprensión de lectura.

La lectura técnica, que consiste en el proceso nuclear de reconocimiento y decodificación de los símbolos escritos, en el que se identifica el significado de las palabras por separado, tiene como propósito fundamental el fomento de la capacidad de traducir o descifrar esos símbolos al lenguaje oral que el lector ya posee, lo que se manifiesta en el conocimiento de sus reglas fonológicas, sintácticas y semánticas: de los sonidos o combinación de sonidos propios de este tipo de lenguaje, del cómo se enlazan las palabras para formar enunciados y de cuáles son las palabras que pertenecen a determinados conceptos. Además de lo señalado y para el efecto de establecer la correspondencia entre fonemas y grafemas, el lector principiante debe ser capaz primero de identificar y discriminar las letras y su configuración específica (b,d,p,q, ie, ei), de utilizar el procesamiento de información derecha-izquierda y de asociar símbolos con sonidos. Con todas estas capacidades previas, el niño puede iniciar el aprendizaje formal de la lectura técnica, accediendo al significado que se almacena en la memoria de largo plazo por la vía visual o por los sonidos.

En lo que respecta a la comprensión lectora, llamada también lectura experta, el código visual es más rápido y es el primero en llegar al diccionario mental, lo que conduce a la activación de la comprensión literal de las palabras. Con esto, sin embargo, sólo se llega a la primera meta, porque la fundamental es la comprensión en el sentido de saber el significado de las expresiones del lenguaje y sacar inferencias de ella, lo que implica relacionar los contenidos de la lectura con los conocimientos previos del lector y con el contexto. Esto significa que la comprensión lectora debe ir más allá de la información enunciada explícitamente.

De lo anterior se desprende que el aprendizaje de la lectura es un proceso evolutivo que tiene distintas etapas y que éstas van desde la identificación de cada palabras hasta la comprensión de párrafos y del texto completo a base de algunas de ellas, capaces de activar un esquema total almacenado en la memoria.

Existen tres tipos de comprensión lectora:

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