La crisis de los indígenas del Cauca
Enviado por luisal999 • 24 de Octubre de 2012 • 807 Palabras (4 Páginas) • 346 Visitas
El martes pasado, con un impecable discurso, el presidente Juan Manuel Santos cambió de la noche a la mañana la agenda política del país. Ya nadie se acuerda del descalabro de la reforma a la Justicia, de la crisis de los indígenas del Cauca ni de las encuestas de popularidad por debajo del 50 por ciento. El único tema es la paz. Aunque no existía mucho ambiente para esta, la intervención de Santos pateó el tablero que había sobre la mesa. En esos 18 minutos fue contundente y convincente. Manejó con equilibrio la dosis de optimismo y escepticismo que requiere una apuesta de ese calibre. Y sobre todo, transmitió seguridad y aplomo en lo que estaba haciendo. Con esto, neutralizó muchas prevenciones que generaba la palabra paz en Colombia.
Timochenko, por su parte, pronunció un discurso previsible no exento de retórica revolucionaria y de lucha de clases. Expresiones como “vampiros sedientos de sangre” inquietaron a muchos, pero tal vez no se podía esperar nada diferente después de una vida en el monte y de 50 años de guerra. Dos frases, sin embargo, abrieron una puerta de esperanza: “No pensamos en levantarnos de la mesa sin haber hecho realidad esas banderas” y “llegamos a la mesa de diálogos sin rencores ni arrogancias”.
El presidente confirmó lo que ya se había filtrado en los medios. A partir del 8 de octubre en Oslo y posteriormente en La Habana dos grupos de cinco negociadores de cada una de las partes se reunirán para tratar cinco temas: desarrollo rural, participación política, fin del conflicto armado, narcotráfico y derechos de las víctimas. La idea es que el proceso dure meses y no años y que se lleve a cabo sin despejes de ningún tipo y sin cese del fuego.
Al cierre de esta edición el gobierno y las Farc habían anunciado los nombres de sus negociadores (ver artículo). El equipo santista fue en términos generales bien recibido. La figura de Humberto de la Calle como jefe negociador fue ampliamente aplaudida y la del general Jorge Enrique Mora fue la única que generó algo de controversia. Para algunos, la presencia de un militar de línea dura en la mesa constituye un riesgo para el proceso. Sin embargo, la verdad es que contar por primera vez con uniformados (también estará el general Óscar Naranjo) como interlocutores de las Farc es más bien una garantía de consenso, pues involucra al estamento castrense en la decisión final.
Por su parte las Farc anunciaron solo tres negociadores. Uno de ellos sería Simón Trinidad, quien está pagando una condena de 60 años en Estados Unidos. Su designación en el fondo es un acto simbólico de solidaridad con él, pues su liberación no está en manos del Estado colombiano sino de la justicia norteamericana. Con los otros dos, Iván Márquez y Jesús Santrich, Timochenko embarca en la negociación a dos representantes de la línea más dura
...