La enseñanza de la Química en secundaria

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UNIVERSIDAD DEL VALLE DE MÉXICO

Maestría en Educación Basado en Competencias

Campus Mérida

Materia:

Competencias de Comunicación.

Unidad 3.

Composición de Textos.

Actividad 5.

Entrega de Proyecto, Etapa 2.
La enseñanza de la Química en secundaria.

Alumno: Raúl Alejandro Zaldívar Rojas.

Mérida, Yucatán a 10 de febrero de 2018.

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo se introduce al lector sobre la realidad con respecto a la enseñanza de las ciencias en nuestro país a través de las reformas educativas, así como la enseñanza de la Química en secundaria, en donde se identifican problemas en los estudiantes al no demostrar interés por la ciencia y en los profesores que vienen de distintas vertientes (los que son especialistas en química y los que son especialistas en docencia), a los cuales también se les considera profesores de lengua, al introducir a los estudiantes a nuevos conceptos, fórmulas, reglas y excepciones a la hora de hablar de ciencia.

También se hacen unas recomendaciones en la manera de como enseñar Química y sugerencias de estrategias para innovar y diseñar clases que sean más atractivas e interesantes para los estudiantes, ya que en el noveno grado de la educación básica (tercero de secundaria) es el primer contacto que tienen con la química.

Objetivos

• Conocer la realidad en la que se encuentra la enseñanza de la química en México.
• Sugerir estrategias para innovar y diseñar clases de química atractivas e interesantes para los estudiantes de secundaria.
• Hacer consientes a los profesores de química que además de enseñar ciencia también son profesores de lengua.

LA SITUACIÓN EN MÉXICO SOBRE LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS

Desde hace ya varias décadas que se ha venido analizando la situación que se presenta en México sobre la enseñanza de las ciencias a nivel secundaria y que ha ido cambiando a través del tiempo con las reformas educativas de 1973, 1993 y 2005, en donde podemos notar variaciones en los planes de estudio.

Garritz & Chamizo (2008), mencionan que durante la reforma educativa de 1973 la enseñanza de las ciencias dependía en un 90% de la utilización del libro de texto, ya que los docentes carecían de formación en el método científico. Ya para la reforma de 1993 el currículo cambió, de ser integrado por las ciencias naturales en los tres grados, pasó a ser uno por asignaturas (Biología, Física y Química en los tres años).

En el 2011 con el nuevo plan educativo, se busca que el docente sea un facilitador del conocimiento, que diseñe estrategias, dinámicas y escenarios para que el alumno desarrolle habilidades y competencias, pero siempre ha habido problemas que afectan a la hora de llevar a la práctica todo esto. Uno de ellos es que existen dos culturas de docentes: los especialistas en las disciplinas y los especialistas en la docencia y otro es que desde el año 2000 se entregan libros gratuitos como en las primarias, con la diferencia de que cada año la Secretaría de Educación Pública (SEP) difunde una lista de libros de texto autorizados de varias editoriales privadas, ocasionando que las escuelas secundarias de una misma zona puedan estar utilizando libros diferentes, con el mismo contenido pero con variaciones en la información.

¿CÓMO SE DEBE ENSEÑAR QUÍMICA?

El plan de estudios de Ciencias con énfasis en Química plantea un programa basado en problemas, en donde el alumno desarrollará las competencias y habilidades para poder resolverlas y es aquí en donde el profesor debe diseñar una estrategia innovadora. Para ello es necesario que el docente conozca a sus alumnos y el contexto en el que se desarrollan, en otras palabras, es lo que Caamaño (2011) en Meroni, Copello, & Paredes (2015) entiende por contextualizar la ciencia o en el caso de la química se le denomina química en contexto.

Existen subdimensiones que forman parte de la dimensión “química en contexto” que incurren en la enseñanza de la química, las cuales son: a) introducción de materiales del (Quilez Pardo, 2016)cotidiano en las prácticas de laboratorio; b) uso de situaciones de la vida cotidiana para la construcción de conceptos; c) encuentros con científicos y visitas didácticas a establecimientos dedicados a actividades de química (instalaciones industriales y de investigación); d) actividades de CTS, y e) proyectos de iniciación a la investigación (Meroni, Copello, & Paredes, 2015).

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