La falta de cultura en Panamá.

La falta de cultura en el país

Nombre: Giannina Santimateo  Grado: XI°C     Fecha: 28-6-16

Hace un año se mostró un reportaje de la catedral de Panamá el cual poseía un estado pésimo, pero sin importar esto las personas seguían utilizándola y no buscaron la forma de mantenerla en buen estado, pero no fue hasta el pasado primero de febrero del 2016 que gracias a un conato de incendio las autoridades por fin decidieron darle una renovación; también existe un caso parecido, el del museo Reina Torres de Araúz, el cuál no se encuentra en un buen estado causando que esto sea un peligro para las personas que trabajan o se encuentran ese lugar.

Usualmente cuando se habla de un país lo primero en que se piensa es en sus monumentos y cultura, o sea todas las creencias, costumbres, maneras de comportarse, incluso de hablar que han sido heredadas por antepasados y en el caso de Panamá esta es muy variada ya que posee influencias de diversos países como: España, África, Colombia, China, entre otros.

La ley 67 de 1941 establece que está prohibido la explotación y el comercio de monumentos como las ruinas, fortalezas, casas y tumbas. Cabe destacar que algunos de estos monumentos son: las iglesias algunas que datan de años como el 1522 como la Basílica de Natá de los Caballeros, y otros un par de años más jóvenes como la Parroquia de Santa Librada fundada en el año 1725.

Pero cuando se trata de cuidar dichos monumentos no muchas personas se preocupan por estos, solo cuando se están prácticamente derrumbando o estos están involucrados en algún hecho importante. Sin embargo cuando en nuestro país se habla de algo que esté ocurriendo con un monumento u otra cosa en otras naciones; las personas se interesan mucho más por lo que ocurre en esos lugares que lo que pasa en nuestro propio territorio, esto quizás se deba al hecho de que el panameño tiende a querer y apreciar más las cosas de otros lugares porque piensa que tienen mejores cosas de las que se encuentran en nuestra patria, olvidándose así de sus propias tradiciones y raíces. Cuando en realidad todos los países tienen una variedad única.

Por lo tanto, es muy importante cuidar de estas estructuras que nos representan por su historia y por el valor que nos dan como república, antes de que no nos quede ninguna a la cual admirar; y como dice la frase, “no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde”.

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