La familia y la crisis
Enviado por esca123 • 7 de Octubre de 2012 • Trabajo • 946 Palabras (4 Páginas) • 428 Visitas
I. HISTORIA.-
Las sociedades disciplinarias en los siglos XVIII y XIX. Operan mediante la organización de grandes centros de encierro. El individuo pasa sucesivamente de un círculo cerrado a otro, cada uno con sus leyes. Foucault ha analizado a la perfección el proyecto ideal de los centros de encierro, especialmente visible en las fábricas: concentrar, repartir en el espacio, ordenar en el tiempo, componer en el espacio-tiempo una fuerza productiva. Las sociedades disciplinarias son nuestro pasado inmediato, lo que estamos dejando de ser.
La familia es un “interior” en crisis. Se pretende gestionar su agonía y mantener a la gente ocupada mientras se instalan esas nuevas fuerzas que ya están llamando a nuestras puertas. Se trata de las sociedades de control, que están sustituyendo a las disciplinarias. Las formas ultrarrápidas que adopta el control “al aire libre” y que reemplazan a las antiguas disciplinas que actuaban en el período de los sistemas cerrados. En la crisis del hospital como medio de encierro, es posible que la sectorialización, los hospitales de día o la asistencia domiciliaria hayan supuesto en un principio nuevas libertades; ello no obstante, participan igualmente de mecanismos de control.
II. LÓGICA.-
Los encierros son moldes o moldeados diferentes, mientras que los controles constituyen una modulación. La fábrica era un cuerpo cuyas fuerzas interiores debían alcanzar un punto de equilibrio, lo más alto posible para la producción, lo más bajo posible para los salarios; en una sociedad de control, la fábrica es sustituida por la empresa, y la empresa es un alma. La empresa se esfuerza con mayor profundidad para imponer una modulación de cada salario, en estados siempre metaestables que admiten confrontaciones, concursos y premios extremadamente cómicos.
La empresa, en cambio, instituye entre los individuos una rivalidad interminable a modo de sana competición, como una motivación excelente que contrapone unos individuos a otros y atraviesa a cada uno de ellos, dividiéndole interiormente. La formación permanente tiende a sustituir la escuela, y el control continuo tiende a sustituir al examen.
Lo que es el medio más seguro para poner la escuela en manos de la empresa. Que en las sociedades de control nunca se termina nada: la empresa, la formación o el servicio son los estados metaestables y coexistentes de una misma modulación, una especie de deformador universal. La absolución aparente (típica de las sociedades disciplinarias, y el aplazamiento ilimitado de las sociedades de control son dos formas de vida jurídicamente muy distintas
Las sociedades disciplinarias presentan dos polos: la marca que identifica al individuo y el número o la matrícula que indica su posición en la masa. en las sociedades de control, lo esencial ya no es una marca ni un número, sino una cifra: la cifra es una contraseña. El lenguaje numérico de control se compone de cifras que marcan o prohíben el acceso a la información.
Los individuos han devenido
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