La importancia de la oratoria

LA IMPORTANCIA DE LA ORATORIA

La oratoria es el arte de hablar con elocuencia, un arte que ha sido practicado durante muchos años y su práctica ha sido la que ha ayudado a crear imperios, revoluciones, independencias y muchas causas más, ¿Cómo es posible que solo hablando se hayan conseguido tales metas? Simplemente, porque la oratoria no es solamente hablar, hay mucho más detrás de este arte pues es una actividad de vital importancia comunicativa que posee una gran influencia, no solo en la mente de la gente, sino también en la del orador.

Cuando hablamos de oratoria estamos hablando del arte de la palabra, de cómo una persona es capaz de transmitir un mensaje hablando, comunicando a un público, hablando fluidamente y con propiedad suficiente como para convencer a un grupo de personas o un individuo.

Esta misma tiene una gran importancia e impacto para nuestra vida personal y profesional pues ayuda a generar capacidades y habilidades que nos servirán a lo largo de nuestro camino profesional, escolar o personal.

Una de las cosas que la oratoria nos ayuda a conseguir es el incentivar el respeto y tolerancia hacia las ideas de los demás, no solo dentro del aula de clases y entre el alumnado, sino también una vez abandonado el recinto escolar la sociedad en general, haciéndolos más conscientes de las posturas de las personas y poder pensar en ellas de forma más abierta y respetuosa.

La oratoria también los da una mano ayudándonos a desarrollar el pensamiento racional, lógico y discursivo, competencias que permiten a quienes las ponen en práctica argumentar mejor sus respectivos puntos de vista y adquirir un criterio que permita tomar en cuenta más pausada y equilibradamente las ventajas y desventajas de una decisión, para poder así tener más posibilidades de tomar la decisión que nos parezca más correcta gracias a estas contemplaciones.

No solo desarrollamos el pensamiento racional, lógico y discursivo con la oratoria, también desarrollamos el pensamiento crítico, tanto las ideas ajenas como también las propias, puesto que debatir implica aprender a cortejar información verdadera y falsa, causando que pensemos aún más la veracidad de esta información antes de afirmarla, y también nos ayuda a aceptar y asumir que en muchas ocasiones nuestros discursos no están tan bien elaborados como podríamos creer, quizá por falta de información, por información que no ha sido comprobada, o porque no hemos analizado lo suficiente el objeto de lo que hablaremos.

También, a través de la práctica, el ensayo y error mejora la oratoria y la comunicación efectiva incluyendo la expresión oral, ayudándonos a tener una manera más propia y fluida de interactuar con los demás y comunicar nuestras ideas con ellos, así como también mejora la expresión y el lenguaje corporal de los oradores y practicantes de la oratoria, cosa que incluso lleva a que aumenta su autoestima, ni hablar de su capacidad dialéctica, también habrá una mejor capacidad de escucha gracias a que esta práctica ayuda a que mejoremos nuestra escucha activa.

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