La lectura del libro de John Biggs: “Calidad del aprendizaje universitario”

La lectura del libro de John Biggs: “Calidad del aprendizaje universitario”, nos permite conocer que, a partir de la década de los noventas, la expansión, la reestructuración y refinanciación del sector universitario, ocasionaron que las aulas de clase fueran más grandes, muy diversificadas en relación con la capacidad, la motivación y la base cultural de los estudiantes. De todo ello se desprende que ahora los docentes encuentren nuevas e importantes dificultades para mantener el nivel que se tenía anteriormente.

La Naturaleza del cambio

En los últimos 10 años se han presentado una serie de cambios en la estructura, la función y la financiación del sistema universitario. Con respecto a la enseñanza se destacan los siguientes cambios:

1. En la actualidad la proporción de “antiguos estudiantes” supera el 40% y hace 10 años esta proporción solo era del 15%. Además en la actualidad, la diversidad de capacidades en las aulas es considerable.

2. La mayoría de los estudiantes pagará cada vez más pos su educación, y por esta razón exigirán un valor a cambio del dinero.

3. La diversidad de los estudian eses mayor por conceptos: por edad, por experiencia, por categoría socioeconómica y por antecedentes culturales.

4. Las clases han aumentado en tamaño y en diversidad, es decir menos número de profesores enseñan a un mayor número de estudiantes.

5. Hay más asignaturas orientadas al ejercicio profesional.

El efecto de cada uno de estos factores es mayor en algunas instituciones que en otras.

Los factores antes mencionados apuntan a un descenso inexorable de los niveles de enseñanza y, en consecuencia del aprendizaje.

Anteriormente una clase magisterial, seguida por una tutoría funcionaban bastante bien. Sin embargo hoy en día con una población tan diversificada este método ya no parece funcionar tan bien, pero debido a la gran cantidad de alumnos en una clase no parece haber otra opción más que seguir con esta técnica.

Lo planteado aquí, no se trata de encontrar mejores técnicas que las clases magisteriales ya que no existe un único método optimo de enseñanza. La enseñanza debe ser individual por eso la necesidad que se tiene de ajustar las decisiones docentes a la materia impartida, a los recursos disponibles, a los estudiantes y a las virtudes y defectos como profesores.

La capacidad del estudiante y el método de enseñanza: la compensación.

En una clase magisterial pueden existir 2 tipos de estudiantes que ejemplificaremos. El primero Susan, una alumna brillante, a la cual le interesan sus estudios y se esfuerza por hacerlos bien, lo que aprende es importante para ella, y por tanto prende en un modo “académico”. Va a clase con conocimientos sólidos, y quizá con algunas preguntas. En clase encuentra alguna respuesta a la pregunta que se había planteado, que constituye una “piedra angular” de un determinado conocimiento que está construyendo. Es posible también que no sea la respuesta que buscaba y especula preguntándose por qué no lo es. Estudiantes como Susan se enseñan a sí mismos, con poca ayuda de los docentes.

El otro tipo de estudiantes Robert, el está en la universidad para obtener un título que le permita conseguir un trabajo. Esta menos comprometido que Susan y tiene un bagaje menos desarrollado de conocimientos relevantes, va a clase con pocas preguntas. Solo quiere esforzarse lo justo para aprobar, él no ve un piedra angular si no solo un “ladrillo” más que registrar en sus apuntes.

Los estudiantes como Robert están presentes en mayores proporciones en las aulas universitarias en nuestros días.

El reto al que nos enfrentamos los profesores es el de enseñar de manera que Robert aprenda mas al modo de Susan. La figura 1 indica que las diferencias presentes entre Robert y Susan (punto A) puede reducirse mediante una enseñanza adecuada (punto B). Interactúan aquí 3 factores:

a) Nivel de compromiso de los estudiantes

b) Grado de actividad relacionada con el aprendizaje que es probable que estimule un método de enseñanza.

c) Orientación académica.

• El punto A esta hacia el extremo pasivo. Una clase magisterial seria un ejemplo de esa enseñanza pasiva.

• El punto B, hacia el extremo activo. El aprendizaje basado en problemas seria un ejemplo del activo, aquí la diferencia entre Susan y Robert no es tan grande.

Con la figura 1 se puede definir la buena enseñanza como:

La buena enseñanza consiste en conseguir que la mayoría de los estudiantes utilicen los procesos de nivel cognitivo superior que usan de forma espontánea los estudiantes académicos.

La enseñanza como actividad reflexiva

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