La maestría del amor

UNIDAD PROFESIONAL INTERDICIPLINARIA DE INGENIERÍA Y CIENCIAS SOCIALES Y ADMINISTRATIVAS

INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

RELACIONES HUMANAS

LA MAESTRIA DEL AMOR

PRESENTADO POR:

Moreno Solis Mary Cruz

LA MAESTRIA DEL AMOR

INTRODUCCIÓN 

El libro “La maestría del amor” es una guía práctica, la cual te ayuda a aceptase a uno mismo tal y como eres y a las demás personas, gracias a esto dejas de guardar rencor, odio, envidia. Aunque este tema suena fácil realmente suele ser más difícil de lo que se cree, ya que el mundo entero se ha encargado de dañarnos y acostumbrarnos a sentir dolor a lo largo de nuestra vida.

Este libro tiene reflexiones en cada una de sus páginas y cortas historias que asemejan un análisis profundo de nuestra vida.

Por el miedo que tenemos poco a poco vamos creando una falsa creencia de nosotros mismo con la finalidad de que nadie se meta con nosotros o para ser aceptados en la sociedad; con nuestros padres, hermanos, profesores o con nuestra pareja. Esto no es totalmente nuestra culpa hay muchas experiencias, creencias o acciones que nos orillaron a esto, pero después de leer este libro ahora sí es problema nuestro si queremos seguir atados al odio, rencor, tristeza, etc., o queremos de personas de puro amor.

Cuando éramos pequeños alrededor de dos a cuatro años fuimos personitas que emanábamos puro amor, que vivíamos intensamente y felices el día a día, pero también fuimos personas completamente susceptibles a la injusticia de nuestros mayores, un claro ejemplo, es cuando jugábamos en el parque; nosotros queríamos ir a todos los juegos, correr, jugar con otros niños y quizá hablar con adultos pero nuestros padres tenían miedo de diversas cosas (que nos robaran, que nos cayéramos de algún juego o que otro niño nos pegara) entonces se la pasaban gritándonos y regañándonos por irnos lejos de donde ellos estaban, por subirnos a juegos altos o acercarnos con niños algo extrovertidos. Entonces ahí nos crearon miedo, miedo de descubrir que hay más allá de una barrera, miedo de relacionarnos con la gente, el miedo a hacia los mismos padres con sus gritos o regaños.

DESARROLLO

Una de las tantas reflexiones de la historia está enganchada con la historia de un maestro que daba algunas platicas y un hombre quedó encantado con lo que decía que lo invitó a su casa. El maestro aceptó y el hombre fue a preparar la mejor bebida, comida y ropas para su maestro. El día transcurrió, pero el maestro no llegaba, entonces el hombre fue visitado en diferentes ocasiones, la primera por una mujer hambrienta, la segunda por un desconocido que tenía frio y por ultimo un niño que tenía sed. El hombre quedo decepcionado de ver que no era su maestro, el hombre le brindó alimento, ropa y bebida a cada uno de sus visitantes. Esa misma noche el maestro lo visitó en sueño y le mostró la gran obra que había hecho porque en cada una de esas tres personas, había estado él.

La reflexión que me dejo esto es que todos somos maestros, ya que tenemos el poder de crear y de dirigir nuestra propia vida. Al ser maestros tenemos el poder de crear, pues este poder es tan fuerte que cualquier cosa que decidas creer se convierte en realidad.

El hombre que no creía en el amor. Era una persona convencida de que el amor no existía. Era todo un experto en el tema, pues se había pasado gran parte de su vida en esa búsqueda del amor y también había leído muchísimos libros para llegar a la conclusión de que el amor no existía. Lo que decía era que “el amor es como una especie de droga; te exalta, pero a su vez crea una fuerte dependencia, por lo que es posible convertirse en un gran adicto a él” y es que para él la relación entre parejas resulta como la de un adicto a las drogas, ya que siempre habrá una persona que ame más y otra que suministre ese amor y es precisamente esta la que estará controlando siempre la relación.

Un día, este hombre se encuentra con una mujer que está llorando y se acerca a preguntarle el por qué. La mujer le cuenta su desdicha y al final de escucharla la mujer le dice que el amor no existe.

Él le confirma efectivamente que el amor no existe y empiezan a crear una amistad al ver que tienen tanto en común. Pero llega un momento en el que los dos se dan cuenta que su amistad empieza a cambiar a algo más y se dan cuenta que puede ser amor.

Ellos continuaron su relación hasta que una noche sucedió algo extraordinario: del cielo baja una estrella hasta donde él la cual refleja un gran amor por ella y corre enseguida a entregársela, pero apenas se la entregó, ella dudó del amor y la estrella se rompió.

La reflexión que deja esto es que no podemos hacer responsable a una persona de nuestra felicidad porque la felicidad sólo puede provenir de tu interior y es resultado de tu amor, sólo tú eres responsable de tu propia felicidad y de tu amor. Si le das tu felicidad a otra persona, siempre podrá llevársela con ella y te aferraras al decir que “El amor no existe, que la gente es mala, que los hombres y las mujeres son iguales” y comienzas a guardar rencor, odio, envidia, etc. Lo más correcto es compartir el amor y la felicidad con las personas que te rodean.

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