La pintura es la amante de la belleza y la reina de las artes

Mateo Vallejo

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Composición II

30/03/2015

Pintura e imagen

"La pintura es la amante de la belleza y la reina de las artes"

-Nicolas Poussin

La pintura siempre ha sido capaz de demostrar aspectos de la cultura de la cual proviene, además la cultura determina características que compartirán la obra y su contexto, expresada dentro de su época y de sus artistas. La pintura como imagen se considera como la simple representación de cosas, genera  relaciones que el espectador entiende en cuanto a su experiencia, su espacio y su interpretación. A medida que pasa el tiempo la pintura como imagen, se convierte en una pintura más compleja; la pintura como proceso, la cual es la que va mas allá de su estructura propia, se analizan las posibles ideas que dieron lugar a esa "imagen", dotándola de un concepto y haciendo necesario un análisis teórico-práctico para poder entender la obra. Pero ¿Que ocurrió para ser considerada un proceso más que mera imagen?

Hace décadas se consideraba a la pintura solamente como una imagen que alguien quiso conservar, argumentando que simplemente se podría cuantificar la calidad de una obra por la "pureza" de sus materiales, esta postura fue creada debido a que el mundo daba paso a la fotografía en 1839 debido a su facilidad de producción masiva y a la publicidad. Después de la segunda guerra mundial la fotografía se une a las artes plásticas del siglo generando el término de "artes visuales".  

Mientras la sociedad industrial se establece el objeto artístico va perdiendo gradualmente sus atributos ya que la fotografía elimina la cualidad de objeto único. En su consecuencia se comienzan a apoderarse métodos donde se imposibilite la reproducción de las piezas pictóricas, haciéndolas únicas y evitando ser tratadas como estrategias de distribución y producción.

En el siglo XIX la fotografía y la dependencia a ésta describen un "arte en masa" aduciendo que existe un público numeroso. Pero la pintura nunca fue tomada como un objeto de apreciación colectiva simultanea, como gran parte del resto de las actividades artísticas, ya sea la arquitectura, el cine o la misma poesía.

El desarrollo tecnológico y la proliferación de la realidad virtual hacen que se pierda cierta imaginación en el espectador alrededor de la estética de una obra visual, la incertidumbre del mundo era lo que le daba ese espectro especial, esa función crítica  a cada obra. Seguramente la interpretación de los fenómenos era muy diferente a la interpretación moderna, llena de imágenes técnicas producto de la publicidad y la cantidad de conceptos sociales creados.

En la década de los 70s, la pintura se ve desacreditada, se perdían las representaciones, y la apreciación al arte mismo, sin embargo, la década posterior renace la pintura con la era del posmodernismo. La desilusión, el escepticismo, y el cinismo se ilustran en esta década, se impulsa el neoliberalismo y la humanidad pierde parte de su impulso con este movimiento, en esta época se sostiene una subjetividad relacionada con la moral, las construcciones sociales, los movimientos políticos, el arte, la religión y las declaraciones de la verdad (la verdad objetiva puede no ser conocida).

Según Carson D: “El modernismo es con frecuencia presentado como el buscador de la verdad, el absolutismo, el pensamiento lineal, el racionalismo como opuesto a lo afectivo, la seguridad, — lo cual a su vez alimenta la arrogancia y la inflexibilidad; la lujuria está bien, el deseo de controlar. En contraste, el posmodernismo, reconoce que cuanto “sabemos” está determinado por la cultura en la que vivimos, controlada por las emociones, lo estético y lo heredado, y de hecho puede ser solo sostenido inteligentemente como parte de una tradición común, sin derecho a reclamar si es verdad o correcto" (2005: p.27)

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