La planeación educativa ¿ciencia o política?

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La planeación educativa: ¿ciencia o política?

Es una realidad que la planeación educativa en México carezca de resultados positivos en todos los niveles básicos debido a que las autoridades educativas del país no destinan el apoyo suficiente para implementarla de la manera correcta y trayendo como consecuencia un nivel educativo por debajo de los estándares establecidos a nivel internacional.

Como ciencia, la planeación educativa es la que se encarga de especificar los fines, objetivos y metas para establecer las estrategias necesarias a partir de un diagnóstico, diseño e implementación de los procesos derivados de la misma.

Como política, es la consolidación y puesta en marcha de los planes de estudio, la articulación de grados, niveles y áreas. Involucra el currículo, los proyectos de área y de aula. Sus indicadores son el resultado de las evaluaciones internas y externas, y los estándares de competencias a nivel mundial.

Contreras (2011) señala que: “La planeación desde los orígenes de la humanidad se establece como un conjunto de acciones que racionalizan las actividades vitales del ser humano y sus relaciones sociales”. Desde siempre ha sido una actividad básica para las personas como seres racionales, ya que ayuda a prever el futuro y organizar las actividades innovando y adaptándolas a los diferentes contextos en los que se desarrollan los docentes.

Por lo anterior, el sistema educativo parte de una planeación, la cual en política es el resultado de las vertientes organizacionales para establecer cambios e innovaciones en cualquiera de los campos de trabajo; sin embargo, en lo académico no ha dado resultados concretos a las problemáticas educativas que se enfrentanen México.

Aguilar y Block (2006) establecen que: “El proceso de una buena planeación, brindaría a cualquier empresa o institución una dirección clara hacia el futuro, una organización y coordinación de los esfuerzos de las personas que la integran, mejora sus objetivos y políticas, establece estrategias alternas para acontecimientos inesperados y dota de una mayor responsabilidad a los dirigentes”.

En México, la planeación educativa establecida en los planes y programas de estudio en los distintos niveles son una copia de países desarrollados, por lo que no se tiene una clara meta educativa sino más bien económica; cada sexenio los problemas de siempre del sistema educativo mexicano: problemas de cobertura, de calidad, de gestión inadecuada, de recursos insuficientes son determinados por la naturaleza de la interacción política entre nuevos y viejos actores ante viejos y nuevos problemas.

Gutiérrez (2001) plantea: “…una relación entre los factores socioeconómicos de un país con la orientación de su sistema educativo a partir de su modelos de desarrollo como lineamiento de la planeación y organización de su sistema educativo”. Por lo anterior, la planeación está orientada a la política, ya que tiene relación a la forma como se conciben las estructuras administrativas y académicas en relación con el ejercicio del acto educativo y la adecuada prestación del servicio educativo.

La planeación generalmente se enfoca en un programa que básicamente responde al qué, el cómo y el cuándo referidos y relacionados a los objetivos, metas, prioridades, actividades y tareas, considerando o apoyados por los recursos con los que cuenta la organización (humanos, técnicos y financieros) es decir con qué y quiénes, ya que en un programa no sólo se determinan la distribución de responsabilidades, medios y cantidades de dinero, sino además se debe incluir la forma y las normas de relación que observarán todos los elementos contemplados, sobre todos los recursos humanos que intervendrán al asignar actividades y tareas a desempeñar. Todos estos elementos integrados y debidamente coordinados permitirán alcanzar los objetivos planteados no solo a nivel áulico sino también como país.

Como docente del nivel de telesecundaria, cuando planeo una clase lo hago a través de la reflexión y toma de decisiones sobre aspectos que me permitan estructurar y organizar mi propuesta: fundamentos, objetivos, contenidos, materiales, metodología, evaluación e incluso bibliografía.

Los planes y programas que son la base para el desarrollo de la planeación en el aula nos hablan de factibilidad, objetividad, flexibilidad e integración; sin embargo, en el contexto en el que doy clases no puede ser aplicada de la misma forma que marca el sistema educativo y aunque realice las adecuaciones pertinentes no logro llegar a los estándares establecidos por falta de recursos educativos, sociales y económicos.

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