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La poesía de cancionero


Enviado por   •  12 de Septiembre de 2015  •  Apuntes  •  4.326 Palabras (18 Páginas)  •  274 Visitas

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1)

Durante el siglo XV surge una corriente culta que es una combinación entre medievalismo y humanismo que ha de culminar en el Renacimiento. Hay un acercamiento más libre a la tradición clásica y se pretende restaurar su espíritu vital.

Caracerísticas

-Surge una moda medievalizante que se refleja en el gusto por el tema caballeresco y en la alegoría, y en la influencia de la lírica provenzal.

-El flujo humanista se manifesta en temas como la valoración de la fama, la admiración por el estilo culto latinizante y la desaparición de escuelas de juglaría y clerecía.

-Se reconocen como modelos los humanistas italianos Dante (fue influencia en la poesía culta alegórica, Bocaccio (fue modelo en la prosa sentimental) y la poesía de Petrarca se impuso como ideal de toda la lírica europea.

2)

LA POESÍA DE CANCIONERO

El legado poético de lo siglos XVI y XV ha llegado a nosotros a través de los cancioneros. Estos cancioneros no son más que compendios antológicos de la producción literaria de un periodo concreto. A menudo están ligados a una corte en especial y los autores que allí aparecen son los de los personajes más encumbrados socialmente. Mayoritariamente estos poetas son aristócratas, próximos a los círculos reales, aunque en ocasiones no faltan autores de extracción humilde.

Algunos de los cancioneros que reunían a toda esta variopinta nómina de autores fueron: Cancionero de Baena, Cancionero de Estúñiga, Cancionero de Palacio y el Cancionero General.

Algunos de estos volúmenes incluyen el acompañamiento musical, ya que muchas de estas composiciones fueron concebidas para ser cantadas o recitadas con un fondo musical.

-Temas

El tema primordial de la lírica cancioneril es el amor. Un amor convencional, de tradición trovadoresca e influencia provenzal, en el que escasean las notas sinceras o biográficas. Siguen estos poetas la convencional tópica del amor cortés. Rinden tributo de admiración a su dama, la señora del castillo o del palacio, La sirven con constancia y fidelidad, aunque no obtengan recompensa alguna. Las notas dominantes en la tesitura moral del galán son el voluntarismo y la perseverancia. Destaca también el tópico de la “religio amoris”, que consiste en el endiosamiento de la dama.

Otros temas que aparecen ocasionalmente en estos versos son la sátira moral, la burla severa o el dolor contenido por la pérdida de algún personaje estimable. Con todo, estas composiciones forman un grupo menos nutrido que el anterior.

-Concepto de la poesía

La poesía de cancionero es extremadamente artificiosa y convencional. Su ámbito es la corte y surge en un ambiente de lucha política. La nobleza, sin dejar de ser guerrera, se ha refinado, ha dulcificado sus costumbres, de tal manera que debe contar entre sus virtudes las habilidades versificatorias y musicales. Entre los entretenimientos de la vida palaciega destacan los torneos poéticos. Los autores compiten entre sí para demostrar su brillantez y agudeza de ingenio. Improvisan, repentizan versos, responden de manera rimada a un adversario. El poeta busca el reconocimiento del auditorio. Quiere que sus habilidades luzcan y demostrar su dominio extremo. En consecuencia, la poesía de cancionero será oscura, hermética a menudo. Se complacerá en los juegos conceptuosos, las significaciones simbólicas, las repeticiones sostenidas que causan confusión. Poesía, pues, nada natural, que pretende destacar por su arquitectura complicada más que por su delicada sinceridad.

El verso utilizado en estas composiciones será el de tradición castellana, el octosílabo, con sus diversas combinaciones estróficas.

3)                                                                                                                                                                            Manrique como poeta de cancionero                                                                                     Sus composiciones de corte cancioneril son poco más que ejercicios de estilo intrascendente. Sigue Manrique una próspera tradición ya consagrada, sin originalidad ninguna. Recrea una vez más los tópicos propios del amor cortés o satiriza a algún personaje de la corte con más o menos gracia. Puntualmente advertimos algún hallazgo literario que prefigura al poeta de raza que lleva dentro. Estas creaciones son en su conjunto discretos ejercicios de palacio sobre temas trillados y repetidos. Si Manrique no hubiera escrito nada más, no pasaría de ser un poeta como hay ciento conocido únicamente por eruditos y estudiosos.

-Manrique como autor de las coplas                                                                         Estas coplas suponen un quiebro estético excepcional. Ya no es esta una poesía artificiosa, oscura y fiel continuadora de tradiciones provenzales consabidas. Manrique resulta ahora sincero, próximo y expresa con extraordinaria naturalidad un dolor agudo e insoportable. Las coplas nos ofrecen el retrato íntimo de un ser concreto, que no busca el aplauso como en la poesía de cancionero sino la solidaridad en ese dolorido sentir humano. Manrique trasciende un episodio individual de ofrecer una reflexión moral sobre el sentido de la vida. Se mueve, pues, entre lo particular y lo universal, armonizándolo en una creación única de singular y contenida belleza.                                

4)                                                                                                                                                         -LAS COPLAS

-Género

Las Coplas son una elegía, es decir, una lamentación dolorida por la pérdida de alguna persona estimable, en el caso que nos ocupa, el padre del poeta. En Las Coplas se nos ofrecerá una semblanza encarecedora de las virtudes ese ser singular que fue don Rodrigo, pero también un testimonio de cómo afrontar la muerte cristianamente en el tránsito hacia una mentalidad ya renacentista.

Manrique evoca la figura del padre, sí, pero trasciende lo anecdótico para encarar una reflexión filosófica sobre la caducidad de todos los afanes humanos. Afirmamos, una vez más, como Manrique se sirve de lo concreto para alzarse hasta lo universal. Los modelos literarios de que se sirve Manrique son varios, pero la crítica ha destacado los Planctus latinos, así como la tradición elegíaca que se da a lo largo de todo el mediego y que aparece en los cantares de gesta, en El Libro de Buen Amor o en la misma Celestina.

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