La revolución del gánster y del decadente justiciero

La revolución del gánster y del decadente justiciero

Por José Labarca

3ro medio

Edgar Allan Poe fue prácticamente el padre de la novela policial, la que consiste en un policía o persona con gran inteligencia la cual resuelve un misterio o un crimen, una trama donde el misterio es lo principal y lo visceral se deja de lado debido a que el crimen ya paso y el proceso investigativo es la entretención y el propio encanto de este género, sin embargo, como todo género de moda, deja de estar en la palestra del éxito y dentro de un tiempo llegaría su sucesor, la novela negra. Esta cambia completamente el paradigma de su antecesora, aunque no en exceso como para que no se reconozca que son “hermanas”, su temática deja de enfocarse en el proceso investigativo y se centra en el crimen, las vísceras y la acción, pero, ¿qué pasa con los personajes y su desarrollo?, ¿cómo es la evolución de los personajes a través de su historia? Y ¿Qué diferencias son las mas destacables entre los personajes de ambos géneros de novelas?

Como fue mencionado previamente, las novelas negras son mucho mas explicitas, con contenidos para una audiencia mas madura, al igual que su desarrollo en general, las historias de como gánster desmiembran cadáveres no son para todo público, esto impacta en la libertar creativa del autor, ya que al no tener limitaciones puede escribir cualquier atrocidad que se le pueda atribuir al mas ruin de los criminales, pero no todos son gánster pertenecientes a las familias de New York, el protagonista normalmente son personas en decadencia, completamente opuesto al gran detective o intelectual que protagoniza las novelas policiales clásicas, estos bonachones rotos en un mundo hundiéndose en el fango suelen decaer a lo largo de su historia, un ejemplo claro puede ser Art Keller del libro “El poder del perro” de Don Winslow. Art es un ex agente de la CIA que llega a la DEA como parte de un equipo para destruir una plantación de amapolas para producir “Barro Mexicano” una droga barata y potente, al comienzo de la historia es un lobo solitario y joven, recién llegado a un mundo embarrado por la corrupción y el dinero sucio pero a medida que va desmantelando las principales organizaciones de narcotráfico, poco a poco empieza a vender su alma a cambio de venganza, permite la muerte de inocentes, deja a su familia entre otras cosas más, su camino empieza a torcerse y esa es la más pura descripción de los personajes de este género denominado novela negra, son una escala de grises que poco a poco van sucumbiendo al lado mas oscuro de la humanidad, permitiendo los mayores horrores con tal de “hacer el bien” o mejor dicho su propio bien, no hay ni lado bueno ni malo, el protagonista llega al mismo nivel que la gente que persigue con tal de simplemente no dejar el trabajo inconcluso. Para el lector la escala de grises del bien y el mal normalmente no es tan difusa: “la policía debe acabar con los malos sin importar el cómo” pero cuando el “bueno” hace tanto daño como el “malo” las cosas no se resuelven tan fácilmente, ¿realmente el fin justifica los medios?, ¿es necesario sacrificar vidas por el mero hecho de cumplir con el sentido de justicia?, las respuestas a estas preguntas son simples: un rotundo No, la justicia no debería recaer en el sacrificio para cumplirla y he aquí otro de los aspectos que hace tan interesantes estas novelas que es  el debate sobre que es necesario sacrificar para llegar al fin de un crimen.

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