Las Ciencias De La Comunicación Frente A Los Nuevos Paradigmas Científicos
Enviado por thalia24ivi • 21 de Abril de 2013 • 2.557 Palabras (11 Páginas) • 542 Visitas
Las Ciencias de la Comunicación Frente a los Nuevos Paradigmas Científicos
Las Ciencias de la Comunicación han experimentado en los últimos años un estrechamiento dentro de su estudio y práctica en el sentido en que fijan sus observaciones orientándolas hacia los medios masivos de comunicación (media), comunicación organizacional y la muy de moda sociedad de la información que actualmente con su brillo atrae en su mayor parte a los estudiosos de la comunicación. El estudio de la comunicación se ha centrado en diversas vertientes conductuales, estructurales y culturales sin ofrecernos una visión verdaderamente integral, pues a final de cuentas, como toda ciencia, se especializa cada vez más y más de modo que podemos decir que un científico, al estudiar un fenómeno que al paso del tiempo adquiere cada vez mayor complejidad, puede llevar una investigación eliminando muchos elementos del contexto que rodea a su objeto de estudio, sin ponerse nunca en contacto con el ambiente más amplio de su materia. Algunos científicos aseguran que esto es inevitable, porque a medida que crecen los conocimientos, el saberlo todo en profundidad y detalle se hace imposible, de modo que los investigadores se conforman con trabajar en áreas específicas.
Este acercamiento fragmentario a la naturaleza y realidad de toda ciencia no puede nunca solucionar los problemas más profundos que enfrenta nuestro mundo. La mayoría de los conflictos dependen de órdenes tan amplios que en última instancia se extienden a la totalidad de la naturaleza, la sociedad y a cada individuo2. Por ello es necesario dentro del conocimiento de la comunicación ampliar el campo de estudio e investigación, pues debido a ello muchas veces llegamos a resultados equivocados o a enfocarnos simplemente a que las Ciencias de la Comunicación comprenden la publicidad, la Internet, la radio, o la televisión. Es preocupante que no existe una verdadera perspectiva que se encargue de integrar las distintas vertientes comunicacionales donde se tome en cuenta desde el desarrollo comunicacional del individuo hasta los media.
Asimismo la ciencia, al igual que todo lo demás, se encuentra sumergida en un proceso constante de evolución y cambio. Dentro de este proceso los avances que se registran en un área determinada pueden tener importantes implicaciones para el establecimiento de teorías y conceptos en otros campos. De esta manera, el entorno general de la ciencia experimenta constantemente cambios que son a veces tan agudos como sutiles. Como resultado de estas complejas innovaciones tenemos que la infraestructura subyacente de conceptos e ideas puede poco a poco perder vigencia, se hace inapropiada y finalmente irrelevante. Pero, al igual que en todas las disciplinas, los científicos están acostumbrados a utilizar sus habilidades, herramientas y conocimientos de manera subliminal e inconsciente con una marcada tendencia a aferrarse a ellos e intentar seguir trabajando e investigando con viejas técnicas en el marco de un nuevo contexto teniendo como consecuencia la confusión y una más grave segmentación.
Sumemos a ello las otras ramas de las ciencias las cuales presentan avances significativos dentro de su campo, más complejos y a mayor velocidad. Ante este acelerado crecimiento no existe ninguna respuesta que adapte las nuevas nociones que aparecen, por lo que nuestra percepción se convierte en una visión solamente especializada en un tema que no toma en cuenta los desarrollos científicos en otras áreas. Esto va acompañado a menudo de la suposición de que las ideas y conceptos de un campo no tienen realmente importancia en otro, lo cual nos delimita aún más nuestra visión fragmentada y errónea, pues tampoco poseemos las herramientas necesarias, o por lo menos básicas, para aproximarnos a las otras ciencias, desde luego, sin abandonar el enfoque de la disciplina en la que estemos sumergidos.
Ciertamente, no sólo es menester, sino deseable cierto grado de especialización, el problema viene cuando se admite que, en los niveles más profundos, estas materias no guardan relación alguna y que el mundo consiste en partes separadas que siempre pueden establecerse como objeto de estudio disyuntivamente. Todas las nociones científicas se asientan en una base de ideas que se extiende por encima de todas las ciencias sin límite. Prevalecen conexiones de largo alcance entre métodos, enfoques e ideas de las diversas especialidades, enlaces de enorme importancia que no pueden ser tratadas como especialidades separadas y ramas inconexas dentro de un mismo cuerpo y es precisamente ahí, donde se establecen límites y barreras entre las disciplinas y especialidades donde la comunicación se desmorona, el lenguaje científico de cada ciencia dispone a percibir la naturaleza por determinadas vías y se bloquea una libre comunicación entre diversas áreas3. Para ello es imperioso que estos límites se vuelvan estructuras dinámicas y los científicos sean conscientes del contexto más amplio de cada experimento y concepto para que no exista una necesidad de fragmentación.
Es preciso establecer una capacidad de apertura en toda ciencia tomando en cuenta que cada persona sea capaz de mantener diversos puntos de vista, a manera de suposición activa, y a su vez tratar las ideas de los demás con el cuidado y atención que le prestamos a las propias. Para esto no es necesario exigir a cada participante que acepte o rechace determinados puntos de vista, sino que más bien se trate de llevar a cabo un esfuerzo donde se intente comprender lo que significan las ideas del otro. De esta manera, la mente podría sostener distintos enfoques, casi con la misma energía e interés. Se entabla así con un libre diálogo interno que puede dar paso a un diálogo externo mucho más relajado y abierto. Esto requiere el no casarnos con las ideas, no estar atados y sometidos a una única percepción y visión determinada del mundo. El inicio de una apertura comunicacional más libre y creativa en todas las áreas de la ciencia significaría un enorme avance para el enfoque científico trayendo beneficiosas consecuencias para la humanidad.
Ahora bien, dentro de las Ciencias de la Comunicación, la misma especialización antes comentada la ha llevado a dejar muchos aspectos de lado trabajando con tradiciones y antiguos paradigmas que resultaron durante una campaña presidencial norteamericana en los años cuarenta. Nos sorprendemos con rancias renovaciones de teorías sobre opinión pública o sobre la construcción de agendas temáticas por parte de los medios. La juventud se deslumbra ante el boom de los media al escuchar cuentos de ciencia ficción sobre el imperio de las nuevas tecnologías por lo que muchas veces nos lleva a pensar que en comunicación, hace mucho, muchísimo tiempo que hay nada nuevo.
El postmodernismo radical tampoco
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