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Las Dos Ranas


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2013  •  Ensayo  •  1.515 Palabras (7 Páginas)  •  406 Visitas

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Las Dos Ranas

En un día de sofocante calor, los campos estaban amarillentos y los charcos y pantanos tenían escasas aguas y hierbas secas en sus riberas.

Dos ranas, muertas de sed y con la piel rugosa, caminaban juntas en busca de aguas refrescantes.

Después de caminar y caminar, llegaron hasta un pozo profundo y, sentándose en el brocal, se pusieron a discutir sobre si deberían saltar o no dentro de él.

Una de las ranas alegaba, y con razón, que siendo el agua tan abundante en el fondo del pozo, podrían vivir allí tranquilamente.

La otra, más juiciosa que su compañera, después de reflexionar seriamente, le objetó:

- Todo está bien, yo no tengo ningún inconveniente en saltar; pero, si el agua se seca ¿cómo saldríamos del pozo?

'Hombre precavido vale por dos'

El Cabrero y la Cabra

Un muchacho cabrero que reunía su rebaño para llevarlo al aprisco, advirtió que una cabra se entretenía comiendo, en un pradillo, la hierba tierna.

Impaciente el pastorcillo, por regresar a tiempo, cogió una piedra y la arrojó a los cuernos del animal, uno de los cuales quedó partido en el acto.

Asustado el cabrero por tan funesta acción, y temiendo ser castigado en casa, se puso de rodillas delante de la cabra y le imploró de esta manera:

- Te suplico perdones mi ligereza -y casi llorando, añadió:

No dirás nada, al patrón, de lo ocurrido.

La cabra contestó:

Descuida -dijo la cabra indulgente-, no le diré nada al amo.

Pero ¿crees que guardará la misma reserva el cuerno malogrado?

"Si se encubre un enagño, el mismo se descubre".

El Labrador y la Nuez

Un labrador se sentó debajo de un robusto nogal, después de haberse cansado removido la tierra durante todo el día.

Desde la refrescante sombra del nogal, miraba agradecido la tierra labrada y cómo ella premiaba su sacrificada labor. Contemplaba satisfecho las enormes sandías y los fraganciosos melones esparcidos por próvido suelo. Luego se dijo:

¿Por qué la providencia puso las pequeñas nueces en tan elevado sitio? ¡Cuánto mejor hubiera sido que las sandías y los melones pendiesen de las ramas en vez de las nueces!

En ese momento, cayó del nogal una nuez sobre sus narices. Y el hombre exclamó:

- ¡Pardiez! ¿Qué hubiera sido de mí, si en vez de la nuez cayese sobre mis narices un enorme melocotón? La Existencia ha puesto a cada cosa en su lugar. Aceptarla es sabiduría y negarla es necedad.

El Perro y su Imagen

Cierto día un perro tuvo la fortuna de encontrar un grande y sabroso hueso. Y apoderándose de él, exclamó:

- ¡Qué regalo tan precioso! Lo llevaré a casa y allí lo comeré como mejor me parezca.

Y se fue caminando.

En el camino halló un arroyuelo de aguas cristalinas que reflejaban su propia imagen. Él se detuvo y vio ingenuamente a otro perro con un sabroso hueso en sus fauces. Viendo que el hueso era tan atractivo, abrió el hocico y se zambulló de inmediato para arrebatar el hueso al otro perro. Pero al sumergirse al fondo de las aguas no halló rival alguno a quien arrebatar, menos el hueso apetitoso que había visto.Entonces se dio cuenta que su apetito le había pasado una mala jugada, la pérdida de su propia presa. Desencantado y con hambre se retiró del lugar.

Más vale pájaro en mano que cientos volando.

La Lámpara y el Alumno

Cierta noche, un estudiante se preparaba para realizar sus tareas. Decía él, mientras tenía la lámpara en sus manos:

Llenaré de aceite mi lámpara y la encenderé para iniciar mis tareas.

La lámpara brilló en la oscuridad con clarísima luz y, plena de orgullo, dijo al muchacho:

- Observa cómo irradia mi luz, más resplandeciente que el sol.

Mientras se vanagloriaba, vino una ráfaga de viento y la luz se apagó al instante.

El estudiante, volvió a encenderla diciendo:

- Déjate de tonterías y dedícate a alumbrarme como antes. Recuerda que el fulgor de las estrellas jamás se apaga.

'Más vale ser modesto que presumido'

La leyenda de Tepoztecatl. Tepoztecatl era hijo de una princesa, la cual había quedado embarazada cuando el dios Ehecatl se enamoró perdidamente de ella.

Los padres de la princesa no estaban contentos con el embarazo de su hija, así que al nacer la obligaron abandonar al recién nacido sobre un hormiguero, pero en vez de que las hormigas lo devoraran, estas lo alimentaron. Al ver esto los padres de a princesa lo tomaron y lo colocaron sobre un maguey, pero esta vez el maguey

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