Las ONGs Un Nuevo Actor En Lo Publico: Entre El Miedo Y La Necesidad
Enviado por Adriruiz • 23 de Septiembre de 2012 • 1.826 Palabras (8 Páginas) • 473 Visitas
“LAS ONGS UN NUEVO ACTOR EN LO PÚBLICO:
ENTRE EL MIEDO Y LA NECESIDAD”
Adriana Ruiz-Restrepo
El reciente posicionamiento de las ONGs en el escenario mundial refleja el ensanchamiento del espacio público contemporáneo. El ingreso de este nuevo actor al espacio en el que se forjan los imaginarios, las opiniones y se toman las decisiones que afectan a todos, no es un evento libre de resistencias, por lo general, oscila entre el miedo y la necesidad. De ahí que sea importante (a)
presentar el fenómeno de las ONGs como resultado de una evolución democrática por fuera de lecturas ideológicas y (b) plantear la necesidad de crear reflexión jurídica en torno a estefenómeno socio-político.
La polarización en la percepción de las Organizaciones No Gubernamentales se explica porque, de un lado, los medios registran opiniones, noticias y declaraciones contrarias a las ONGs de parte de los Gobiernos o Estados que las consideran como obstáculos a políticas de seguridad nacional1, medios idóneos para la corrupción2; la injerencia de gobiernos extranjeros3 o voceros del terrorismo4. A lo que se suma, que, las prerrogativas tributarias o de mercado de las que gozan las ONGs generan resistencias del sector empresarial y, a que, inclusive, sea la propia comunidad la que en ocasiones se manifieste engañada por proyectos que no generan el impacto social prometido. Del otro, en la actualidad es inconcebible pensar en un Estado democrático o una
organización multilateral sin la participación de las ONGs. En efecto, en el plano internacional, desde la OMC y el FMI pasando por el Sistema de las Naciones Unidas y los sistemas regionales y universal de protección de derechos humanos, así como los informes de los relatores especiales se nutren de informes o acciones de las ONGs. A su vez, grandes decisiones nacionales como la transición al euro, la adopción de una constitución europea o la suscripción de un tratado comercial están rodeadas de opiniones y eventos promovidos por ONGS, independientemente de si son a favor o en contra. Esto sin contar con que la ejecución de los programas sociales del Estado en materia de infancia, desplazados, salud sexual y reproductiva, garantía y promoción de derechos humanos, impulso al microemprendimiento o conservación ambiental entre otros, son ejecutados en estrecha colaboración con las ONGs. Basta con pensar en entidades como el ICBF o Acción Social, para el caso colombiano.
Evolución democrática. Desde que en la Edad Media surgieran los Estados, el actor y creador por antonomasia de lo público ha sido el ejecutivo sea en la figura del rey o del presidente. El espacio público ha sido tradicionalmente gubernamental, sin perjuicio del papel activo que también han ido adquiriendo en este espacio otros actores como el poder legislativo, el judicial -más
recientemente y por vía del derecho constitucional, principalmente- así como, los gremios del sector privado inversionista y la industria/servicio de las noticias. En este marco, el rol de los ciudadanos, aunque fundamental para la legitimidad democrática, ha estado circunscrito al rol individual del ciudadano-elector o del ciudadano-administrado. No es difícil imaginar entonces la resistencia que genera, en particular para el ejecutivo, la aparición de un nuevo actor en los asuntos
1 Caso CPCD-HELP. El Kremlin acusó a las ONG financiadas por Occidente de alentar revoluciones "anti-rusas" para restar a
Moscú influencia geopolítica.
2 Reflejo de este temor es la prohibición constitucional (Art.355 CP) a los auxilios o subvenciones públicas a las ONGs y otras
entidades sin ánimo de lucro, a diferencia de muchos otros países.
3 Caso SUMATE y Gobierno Chávez, cfr. Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
Venezuela, Sentencia 1.013, dictada el 12 de junio de 2001.
4 Caso ONGs Derechos Humanos y Gobierno Uribe. Ver Corte Constitucional de Colombia Sentencia T-1191-04.
públicos. Máxime, si el nuevo actor está constituido por miles de ciudadanos orbitando en miles de
organizaciones; un fenómeno prácticamente inaprensible, una pluralidad indeterminada,atomizada y por fuera de toda relación de dependencia con el aparato oficial. Pero son justamente esas las características que hacen de las ONGs aliados idóneos en la búsqueda del desarrollo y la paz de cualquier Estado. Su naturaleza solidaria dada por la ausencia de ánimo de lucro subjetivo, su movilidad, flexibilidad, capacidad de penetración en la base de tejido social, su cercanía a la comunidad para efectos de reivindicaciones y redistribuciones, permiten a las ONGs, y demás Organizaciones de la Sociedad Civil o Tercer Sector, actuar allí donde el aparato estatal no logra llegar y al mercado no le resulta atractivo invertir. Reflexión Jurídica. La opinión no calificada frente a este nuevo actor tiende a condenar las ONGs
desde una lectura ideológica de derecha, como obstaculizadores del orden y la seguridad del Estado, o desde una lectura de izquierda, como instrumentos de intervención extranjera, meros instrumentos de la administración o filántropos empresariales estratégicos. Ahora bien, para una lectura integral es necesario rebasar el falso dilema de si las ONGs sirven a la izquierda o la derecha.
Desde su sustrato jurídico hasta su origen político internacional, las ONGs no son más que personas jurídicas neutras, tanto como lo son las sociedades anónimas o las comanditarias. Sólo que aun siendo creadas por particulares, no están diseñadas para obedecer una lógica lucrativa/inversionista sino para trabajar en asuntos que resulten de utilidad común. Ahora bien, es apenas natural que, por ejemplo, la actividad de una ONG en materia de género, derechos humanos o microcrédito, además de generar los bienes o servicios respectivos, termine decantando conocimiento y opinión respecto de la materia en la que se ocupa. Y de ahí transitar fácilmente a apoyar, reivindicar, desestimar u oponerse a los planes y versiones oficiales
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