Las leyes

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LIBRO PRIMERO

CAPITULO I

Las leyes, para el autor, son relaciones naturales derivadas de la naturaleza de las cosas.

Las ley se idealiza como algo inherente a los seres de cualquier tipo (animal, humano, divino, etc.), y se explica como una relación constante establecida, que no precisa de ser escrita para “existir” sino que se explica la presencia de un Derecho Natural, que es inherente a la concepción de los seres; se indica también que los seres inteligentes pueden crear sus propias leyes –Derecho Positivo- pero arraigadas las mismas a los principios de las normas anteriormente descritas.

El propósito de las leyes es mantener un orden y moldear la conducta de los hombres; según el tipo de ley bajo la que se observe la conducta, así serán los medios para corregir la conducta contraria a la normativa.

CAPITULO II

Se denomina Ley de la Naturaleza, las que se derivan de la constitución de nuestro ser. El hombre primitivo fue el que se rigió por estas leyes, de las cuales predominaba la paz, debido al limitado conocimiento del hombre y su timidez, evitaba el conflicto ya que con las características propias de un ser arcaico, los sentimientos de inferioridad y debilidad estaban fuertemente arraigados.

Con el tiempo el hombre primitivo inicia la vida en sociedad, con el fin de protegerse, de reproducirse y con el fin de adquirir conocimiento.

CAPITULO III

Al establecerse el hombre en sociedad, termina la igualdad y esto provoca la contienda entre ellos.

Las sociedades también se diferencian, ya que unas tienen mayor poder que otras y ciertos individuos dentro de cada nación, identifican su poderío ante los demás y luchan por su propio beneficio, provocando una lucha entre particulares.

Por estas razones se dictan leyes para regular la vida en sociedad, de las cuales el autor denota 3 grupos:

Derecho de gentes: son leyes que regulan las relaciones de las naciones entre sí.

Derecho Político: leyes que establecen relaciones entre gobernantes y gobernados.

Derecho Civil: regulan las relaciones de todos los ciudadanos, unos con otros.

LIBRO SEGUNDO

CAPITULO I

Se mencionan tres tipos de Gobierno:

GOBIERNO REPUBLICANO: aquel en que el pueblo, o una parte del pueblo, tiene el poder

soberano.

GOBIERNO MONARQUICO: aquel en que uno solo gobierna, pero con sujeción a leyes fijas y preestablecidas

GOBIERNO DESPOTICO: el poder también está en uno solo, pero sin ley ni regla, pues gobierna el soberano según su voluntad y sus caprichos.

CAPITULO II

Democracia: el poder soberano reside en el pueblo entero. El sufragio se da por sorteo.

GOBIERNO REPUBLICANO

Aristocracia: el poder soberano está en una parte del pueblo. El sufragio se da por elección.

Democracia: en este tipo de gobierno, la soberanía del pueblo reside en la potestad de elegir a sus gobernantes. Estos gobernantes son elegidos –o al menos deberían ser elegidos- por las cualidades que son conocidas y que puedan beneficiar el fin de su elección.

En antiguos regímenes, el sufragio se “depuraba” para garantizar la escogencia de gobernantes eficientes y eficaces en su gestión.

Montesquieu, establece que el voto debe ser público, para que las personas más influyentes -intelectualmente- sirvan de referencia a los más ignorantes para tomar la decisión acertada y emitir un voto responsable.

A pesar de este deseo, el sufragio se vuelve corrupto, no pocas veces lamentablemente, por intriga, sobornos, etc., esto se da principalmente en la clase con mayor poder económico.

Otra característica importante de esta forma de gobierno, es que el pueblo tiene la potestad de hacer ley, mediante su aceptación o veto si no favorecen el bien común.

CAPITULO III

Aristocracia: la soberanía de este gobierno, recae en el monarca, él hace y ejecuta las leyes. Es deseable que los monarcas, pertenezcan a una familia conocida, ya que, aunque no son elegidos por el pueblo, es importante que gocen de su simpatía, así garantiza que el gobierno será exitoso.

Cuando el aristócrata es gentil, esta forma de gobierno transcurre a buen término; el problema suscita cuando el pueblo, o clase baja, se vuelve esclava de la aristocracia.

CAPITULO IV

Monarquía: en este tipo de gobierno, el poder recae en la persona que representa por la figura del Rey o Príncipe, y se suceden por orden hereditario. Aunque pudiera parecer que el Rey, tuviera poder absoluto, este puede verse contenido por queja o plegaria del pueblo. Actualmente estos “linajes” no tienen poder político, solo representativo, aunque conservan muchos privilegios.

La administración de las leyes, se adjudica a un “consejo político” y no se deposita en el Rey o Príncipe, ya que solo externaría sus deseos personales.

CAPITULO V

Despotismo: esta forma de gobierno, se caracteriza por tener por gobernante, una persona que se considera superior. Por su naturaleza, desatiende sus obligaciones, por lo que precisa nombrar un “visir” (es así como lo llama Montesquieu), para encargarlo de la labor política.

LIBRO TERCERO

CAPITULO I

Principio: lo que le hace obrar.

GOBIERNO ≠

Naturaleza: lo que le hace ser.

CAPITULO II

Los tres tipos de gobierno, tiene distinta naturaleza para su ejercicio:

República: que ciertas familias tengan el poder supremo.

Monarquía: el príncipe tiene supremo poder, sujeto a leyes preestablecidas.

Despotismo: uno solo gobierna, según su voluntad o caprichos.

CAPITULO III

República

Principio de la Democracia: en un Estado popular, la virtud, se vuelve indispensable para que el gobernante pueda cumplir su propósito, al estar sometido a las leyes, debe soportar su peso.

Cuando la virtud desaparece el Estado se corrompe, y la avaricia del gobernante domina y busca su propio beneficio, llevando a manos de pocos, las riquezas del Estado.

CAPITULO IV

Principio de la Aristocracia: en la Aristocracia, la virtud en menos medida, es necesaria. Su principio es la templanza, vista como una moderación fundada en la virtud. A la nobleza le es fácil reprimir al pueblo, pero le es muy difícil reprimirse a sí misma. La nobleza puede contenerse de dos maneras: suponiéndose iguales al pueblo; o la más común,

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